Aprendí Seguir historia

En estos últimos días me he dado cuenta de muchas cosas, y todo gracias a ti. Desde que no estás, me he dado de cuenta de muchas cosas.

Yo me solía preocupar por todo. Las cosas que parecían tener todo el sentido del mundo, ahora ya no lo tienen.

Me solía preocupar por la vida... Sí, de lo que podría pasar si me arriesgaba a sentir otra vez. Solo estaba pensando que no me lo merecía.

Pero de repente, y sin saberlo... Cambié.

Ya no me importaba lo que pasaría si vivía mi vida, pero... ¿que pasaría si no lo hiciera?¿que echaría en falta?

Me daba miedo no poder recordar nada. No recordar todos esos momentos y lugares.

Y todo gracias a ti.

Porque tú me enseñaste a ir a la deriva. Me ensañaste que podía ser el rey del mundo sin escalar ninguna montaña. Que hasta el lugar más horrible, podía ser precioso si pasabas horas observando. Que está bien perderse si encuentras el camino de vuelta.

Pero al aprender todo eso, extrañé ver algo más importante... A ti.

No sabía que te dolía y hecho de menos que me ayudaras a seguir adelante.

Te vi como una soñadora que soñaba despierta. Soñabas con la belleza del mundo y conseguiste hacer ese sueño realidad.

Me enseñaste que esa belleza se esconde en los lugares que no te esperas. Y que hay lugares que brillan, incluso en tiempos oscuros.

Y que si no puedo encontrarlo, tú seras ese brillante lugar... mientras sigas conmigo y yo pueda aprender de ti, aunque no estés aquí.

Cumpliré tus sueños, iré a esos lugares horribles y me perderé, e incluso si no puedo encontrar el camino de vuelta, encontraré esa luz que me haga sentir una vez más, porque todo lo que sentí ya no me preocupa olvidarlo, eso es imposible.

Mientras tú seas ese brillante lugar... ya nada me puede preocupar.

Esta es la última carta que escribo solo para ti, realmente unos pocos te conocían de verdad, y de verdad estoy muy agradecido de haber sido una de esas personas, porque cambiaste mi vida y seguramente la de muchas personas, no sé como expresar toda la culpa que siento y toda la tristeza que crece en mi interior por haber sido tan débil como para no haber sabido saber que hacer cuando tú, casualmente, me salvaste a mí, pero yo no supe hablar contigo. También puede que esto sea lo último que logre escribir y la última vez que logre plasmar mis sentimientos precisos. Te amé y te amo, y eso no va a cambiar. Puede que use esto para justificarme, y es verdad, pero también es verdad que he logrado aprender, volver a sentir. Y es muy vergonzoso para mí escribir esto para que alguien intente comprenderme y llegar a la conclusión de que soy una persona rota por dentro que solo busca escapar y hacer lo mejor; ¿pero qué es lo mejor? ¿desaparecer? Yo creo que seguiré adelante para conseguir todo lo que te propusiste, por ti; no pienso redimirme.

Y nunca olvides, estés donde estés, que moriría por ti, igual que tu hiciste por mi.

Hasta siempre.