COVID-19 Seguir historia

11 de marzo 2020 la OMS declaro una nueva pandemia con más de 118 000 casos en 114 países, la organización mundial de la salud ha decidido declarar al hoy llamado COVID-19 como pandemia, habíamos escuchado noticias de lo que estaba viviendo china sin embargo la mayoría de las personas no lo consideraron importante por lo que seguían llevando su vida normal, turistas iban y venían; esta serenidad llevo a España al colapso de sus hospitales, al día 26 de marzo 2020 tiene ya 56,188 casos confirmados y se reportan 4,089 muertes.

El día 26 de marzo 2020 México anuncia 585 casos confirmados y 8 muertes, fue ese mismo día que empece a trabajar en casa por vía remota por cuestiones de seguridad; hay mucha incertidumbre del por venir, la delincuencia es una de las posibles consecuencias del COVID-19, temo por mi familia mas que por mi salud porque se que tienen problemas de salud, se dice que los que están expuestos son aquellas personas que padecen alguna enfermedad como el asma, diabetes, obesidad, EPOC, entre otras enfermedades. En otras partes del mundo se empieza a ver el caus con la cuarentena, la suspensión de eventos, se ven vacías las calles y el pánico de las personas aumenta cada día, lloro y lamento hay en los hospitales. Aquí en México no todos pueden darse el lujo de quedarse en casa, sobretodo las personas que viven al día, por lo que tienen que arriesgarse ellos solo tienes dos opciones 1) o se quedan en casa y esperan la muerte por el hambre o 2) salen a trabajar y se arriesgan a contraer el virus que los podría llevar a la muerte.

“Es algo más terrible de lo que puedas imaginarte, ¿No sería terrible perder a un familiar?
Lo que sucedió aquel día fue esto: Había una fiesta y todos podían llevar a un niño para hacer concursos, una amiga llevó a una rata, esta rata me hizo la tarde muy amarga, ella se fue y me dejó a la rata, tenía que tenerle paciencia porque mi amiga me la encargo, ¡Ensucio todo! Mi ropa, todo Ensucio.
Al día siguiente yo tuve que salir a lavar, recuerdo que el día era perfecto, estaba tendiendo mi ropa y de repente mire al cielo y vi como nieve que caía, ¿Nieve? Es imposible en esta zona tropical, volví a mirar y más nieve, pensé que me había vuelto loca, en un abrir y cerrar de ojos un fuerte viento y lluvia llegaron, corrió y jale la ropa que pude agarrar, entre a casa inmediatamente, le dije a mi familia, ¡cierren la puerta! ¡cierren la puerta! Y entonces alguien que estaba afuera pidió auxilio, se estaba congelando. -¡Es azufre! ¡Es azufre lo que cae! Gritaba, metimos a esta persona y mi mano fue expuesta a esa lluvia tan helada, inmediatamente sentía que mis dedos se congelaban, corrí al cuarto donde nos refugiamos, prendimos la cafetera y acerque mis manos al calor porque no soportaba el dolor, era como fuego que quema todo lo que toca.
Un rato después vino angustia a mi alma, mi familia que no estaba aquí. ¿Dónde están, estarían bien? Dios los libre de esta lluvia tan espantosa.
¡Mi familia, hay Dios mío, protege a mi familia! Caí de rodillas mientras lloraba y repetía con el alma hecha pedazos porque no podía saber cómo estaban.”­­ – el 28 de marzo de 2019 estaba muy asustada por este sueño que tuve, pasaron los días y por fin encontré paz, el 31 de diciembre 2019 me sentía un poco renuente de que empezara el 2020, tenia un mal presentimiento de lo que podría ocurrir, pensaba constantemente en mi familia. Solo deseo que esto termine pronto y que el mundo este mas unido que nunca, así como Wuhan que fue el epicentro de la epidemia ya empieza a volver nuevamente a tomar vida.