Te echo de menos Seguir historia

De repente te encuentras atrapado en un mismo pensamiento continuo desde aquella vez que esa persona a la cual querías, apreciabas, amabas, a la que podías confesarle tus secretos , tus inquietudes , tus alegrías, tus tristezas, tus amarguras, tus incomodidades, aquel que te podía brindar una confianza única , un re-confortamiento y una paz sin igual, aquel ser al cual nunca vi , ni una sola vez molestarse por algo o alguien en todo el tiempo en el que pude saber de él.

Es curioso como los azares de la vida te separan de la persona que te trajo al mundo, ya sea por mera envidia, o quien sabe por qué, pero tan solo conformarte con el poco tiempo que podían brindarte para verlo, era muy agobiante y deprimente. Yo siendo una persona tan fría, distante y que apenas dejaba mostrar mis sentimientos hacia los demás, pero con él , era diferente.

Cuando era pequeño anhelaba el pasar de los días sean cada vez más rápido , deseaba que los días sean horas, que las horas sean minutos y que los minutos sean segundos. Tan solo para poder verlo, abrazarlo y decirle lo mucho que lo quiero y que algún día, si el universo lo permite, estar siempre a su lado y que me saque del lugar contaminado en el cual me tocó vivir.

Un día, lastimosamente él iba sin rumbo alguno, triste, desorientado, sin saber que hacer , deprimido y angustiado por el mero hecho de que no le permitían ver a su único hijo, es decir , yo , la persona que relata esta historia, pero la pregunta era ¿por qué?, ¿ por qué no le permitían hacerlo? Pues... hasta el día de hoy me lo sigo preguntando, pero creo saber la respuesta.

Cada vez que pasaba el tiempo le fue afectando el no poder verme , de igual manera me pasaba a mí , era un sentimiento mutuo, él sufría , yo sufría y así fue durante un largo tiempo, hasta que, de un momento a otro, desapareció y ni si quiera su propia familia llegó a saber de él , lo daban por muerto, perdido o que algo le había pasado.

Fue una ardua búsqueda , pero nunca más se supo de él , tan solo quedaba velar a alguien sin el cuerpo presente, sin una respuesta certera de que era lo que le había pasado, sin pistas , sin absolutamente nada. Nunca me dijeron que era lo que el había pasado exactamente, hasta que pasó un tiempo y claro, yo sentí que nunca más lo volvería a ver.

Aquí en el lugar contaminado ( mi hogar) me decían que efectivamente ya no estaba más en este mundo, pero nunca creí semejante cosa, dentro de mí sentía que no era así, le di vueltas una y otra , y otra vez, sobre que le pudo haber pasado.

Me puse a pensar de que si existe algún Dios allá arriba, este haya decidido quitarle todo ese dolor de encima, que no era más que la sombra que lo acompañaba día a día, como una sombra rodea tu existir y que ahora está tranquilo, sin dolor, sin sufrimiento , sin penas, de alguna manera, es feliz y está viviendo la vida que siempre mereció.

Hasta el día de hoy me pongo a pensar: tal vez algún día llegará el momento de encontrarme con él nuevamente, no sé si en esta vida , pero de lo que si estoy seguro, es de que en cualquier otra si lo haré y ese día lloraré tanto, pero no lágrimas de tristeza , sino lágrimas de felicidad por volver a verlo otra vez.