Librarme del mal que aflige mi alma, muéstrame tu luz y regálame tu calma.
Si te complace acompañarme, sin temor caminaré porque tu mano sostiene mi mano.
Y el viento, ¿Qué hay del viento? Por supuesto que no me derribara porque como hierro afirmaras mis pasos y caminaré confiadamente a tu dulce encuentro.
Un mundo maravilloso yace en aquella colina, yo lo se, se necesita valor para escalar, yo lo se, se necesita coraje y determinación, pero sin ti en mi corazón nunca llegare a la cima.
Un día pasa y la charla no termina, una y otra vez vuelvo a decir las mismas palabras vacías, palabras de una gallina, que quiere subir a la cima, pero mi mente solo habla pero mis pies no caminan.
¡Ya esta bien!, ¡Todo ira bien! Este es mi mal, el mal que me aflige, el mal que me encadena, me encierra en un círculo que va y viene en la misma rutina, en la misma dirección una y otra vez, pero ya esta bien, todo ira bien, hoy mis pies se han despertado y con gritos me han rogado salir a correr, tu voz los ha despertado y el temor por fin se ha espantado.
Gracias por leer!
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