daikiaki Daiki Aki

Toco la puerta y un joven de rasgos asiáticos y cabello negro abrió- Disculpe, busco a Yuuri Katsuki -el rubio ni siquiera se presento, solo fue directo al grano. Su respuesta llego al ver asomarse a un pequeño niño con el mismo cabello que aquel hombre pero con sus inconfundibles ojos verdes, era él. Tenía que buscar la forma de llevárselo y mostrárselo a su abuelo. ¿Cómo había llegado al punto de querer raptar a un pequeño? Pues todo se remontaba hace tres años atrás cuando Yuri era joven e idiota y tomo la decisión de ser donante de esperma por un tiempo por falta de recursos económicos. *Los personajes no me pertenecen. *La historia es mía. Daiki★Aki Esta historia fue creada publicada por primera vez en Wattpad el: 15/04/2018 **Recuerden que pueden unirse al grupo de Facebook "Daiki no sekai" en caso de que quieran notificaciones sobre actualizaciones o nuevas historias **


Fanfiction Anime/Manga Sólo para mayores de 21 (adultos).

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Uno

Tocó la puerta, entonces un joven de rasgos asiáticos y cabello negro abrió— Disculpe, busco a Yuuri Katsuki —el rubio ni siquiera se presentó, solo fue directo al grano. Su respuesta llegó al ver asomarse a un pequeño niño con el mismo cabello que el que le abrió, pero con sus inconfundibles ojos verdes, era él. Tenía que buscar la forma de llevárselo y mostrárselo a su abuelo.

¿Cómo había llegado al punto de querer raptar a un pequeño? Pues todo se remontaba hace tres años atrás cuando Yuri era joven e idiota y tomó la decisión de ser donante de esperma por falta de recursos económicos.


~★ YURI~PLISETSKY ~☆

Yuri vivía con su abuelo y su madre, una mujer que siempre se esforzó por darle lo mejor y que nunca necesito de un hombre a su lado para poder mantener la casa. Su abuelo lo cuidaba mientras su amada madre trabajaba duro todos los días al ser el único sustento del hogar, pues Nikolai estaba muy viejo y no lo recibían en ninguna parte y el rubio era demasiado pequeño como para ayudar con los gastos. Creció viendo como su madre se esforzaba, pero a la vez enfermaba día con día. Al ser tan pequeño no entendía el por qué su progenitora se iba viendo cada vez más ojerosa o con menos energías, hasta que llegó el punto en que quedó hospitalizada.

A sus catorce años, Yuri entendió de mala manera que sin dinero no eres nada, que el dinero si compra cosas importantes, como hubiese logrado comprar la vida de su madre en aquel momento ya que al no tener los recursos suficientes para que pudieran hacerle la cirugía que necesitaba ella murió. Nikolai vendió la gran casa que tenían para cambiarse a un pequeño departamento y así tener algo con lo que subsistir por un tiempo hasta que encontraran una solución a la grave situación que estaba viviendo su familia, pero aún así no alcanzo a hacerlo antes de que su hija falleciera.

Al quedarse a cargo de su nieto, el Plisetsky mayor comenzó a hacer comida casera y venderla en algunos lugares para poder obtener aunque fuera lo justo para mantener a su pequeño Yuratchka quien quería trabajar para ayudar, pero su abuelo no se lo permitió, diciéndole que debía estudiar duro para poder obtener una carrera y un buen trabajo. El muchacho solo pudo agachar la cabeza y obedecer, no podía irse en contra de aquella persona que tanto amaba.

Así fue como Yuri estudió duro y consiguió una beca en estados unidos, Nikolai estaba orgulloso aunque no podía acompañarlo ya que Yuri viviría en los dormitorios de la universidad. Al principio el menor no quería ir, para no separarse de su único familiar que aún permanecía con vida, pero entendió que era necesario si quería darle una buena vida a su abuelo al final.

A los dieciocho años el Plisetsky menor se embarcó solo en un viaje hacia el país de las oportunidades. La universidad contaba con todo lo que necesitaba, pero aun así se preocupaba por su abuelo quien estaba solo en Rusia. No podía llamarlo todos los días y como Nikolai ya era mayor no sabía usar un celular o el internet para poder realizar siquiera una video llamada. Como pudo el rubio tomó un trabajo de medio tiempo para suplir los gastos de los materiales que a veces le pedían y para enviar un poco a su abuelo quien siempre le decía que no era necesario. Ambos eran unos orgullosos.

Cuando Yuri estaba a punto de terminar sus estudios se quedó sin empleo fijo, comenzó a desesperarse hasta que escucho como un compañero de universidad hablaba sobre que había ganado dinero solo masturbándose. Le dio asco escuchar aquella conversación, iba a decirles que cerraran sus bocas o los obligaría cuando entre risas el otro explicó que por donar semen le habían pagado. El rubio lo pensó un momento, necesitaba dinero y eso no parecía difícil por lo que comenzó a hacer averiguaciones por internet encontrando una clínica que no estaba muy lejos si tomaba el subterráneo. Aún tenía unos pocos ahorros por lo que podía mantenerse un mes más si esto no funcionaba. Al llegar al lugar fue directo a recepción y consultar con mucha vergüenza sobre cómo se podía hacer para ser donante, la mujer rió un poco al verlo tan sonrojado y le indico a donde debería dirigirse para hacer nuevamente la consulta. Con mucha molestia se dirigió a la sección donde le darían la información necesaria, nuevamente incomodándose por preguntar aquello, pero sintiéndose aliviado de que ahí fuera el lugar indicado.

Tenemos que hacerte unas pruebas antes —le explico la chica y Yuri no entendía el por qué era tanto problema— son para descartar enfermedades hereditarias y otras cosas, no podemos ofrecerle a los futuros padres “productos” defectuosos por así decirlo.

Entonces ¿Qué debo hacer? —preguntó impaciente ya que la chica no explicaba más como si ambos tuvieran todo el tiempo del mundo y no hubiera más gente esperando tras él.

Los exámenes son físicos y psicológicos, una vez listo puede ser donante y se le pagara por el servicio prestado —explicó— tardan de dos a tres semanas y solo puedes hacer una donación semanal, el pago es de ochenta dólares por donación.

Lo pensó un momento, el dinero era poco y tendría que esperar mucho para recién comenzar— lo pensaré —dijo de mala manera y se alejó del mesón sin darse cuenta que alguien lo siguió hasta la salida.

Una mujer lo agarro del brazo antes de que pudiera salir del lugar, se giró con ganas de preguntarle que se creía y un montón de cosas más, pero la persona lo callo con una sola frase— Necesitas dinero y yo puedo dártelo.

La mujer camino delante de él y supuso que debía seguirla, fueron hasta la cafetería de la clínica y se acercaron al mesón mientras ella le preguntaba si quería algo, aprovechando la oportunidad pidió un café. Se sentaron en una mesa vacía y procedieron a hablar de negocios.

¿Qué es lo que quieres? —preguntó con su tono para nada respetuoso, pero que le costaba controlar.

Simple, eres muy apuesto y quiero que seas el padre de mi futuro sobrino —habló como si fuera lo más normal del mundo, Yuri la miro con cara de no entender nada y ella procedió a explicar— querías donar esperma ¿No? Bueno, te pagaré para que me dones sin la necesidad de exámenes y otras cosas.

— ¿Por qué? —necesitaba preguntar ya que nadie hacia las cosas porque si.

La chica suspiro— mi hermano quiere tener un bebe. Él tiene la capacidad de concebir, pero no de mantener un hombre a su lado —rodó los ojos— es muy inseguro, así que quiere hacerse una inseminación artificial, pero yo quiero saber de quién salieron esas semillitas ¿Me entiendes? —la chica era igual de ruda que él a la hora de hablar— te pagaré un poco más de lo que puedes conseguir en un mes aquí. Por cierto ¿Cuál es tu nombre?

—Yuri Plisetsky —la mujer casi escupe su café y el rubio no entendió la razón, aunque ella tampoco la explico.

Soy Mari Katsuki —le dijo estirando su mano a modo de saludo— estamos haciendo las cosas al revés, pero creo que a estas alturas da igual.

El rubio asintió y ella le entregó una tarjeta de presentación para que tuviera su número y supiera como contactarla, Yuri la recibió y la guardo en su bolsillo con la promesa de pensar la propuesta ofrecida.

Se despidieron y el rubio se dirigió a los dormitorios de la universidad, al llegar se tiró en su cama pensando en si estaría bien hacer aquello, después de todo si lo hubiesen aceptado en la clínica estaría haciendo lo mismo de todos modos, solo que aquí sería solo una vez mientras encontraba otro empleo por dos meses y terminaba su carrera para conseguir un trabajo completamente estable y así traer a su abuelo con él.

Se durmió pensando en la propuesta, quería aceptar ya que le convenía por completo.


~☆

Al día siguiente aceptó de inmediato lo pedido, Mari le pago por adelantado y el cumplió con su palabra. En la misma clínica hizo su “donación” y la mujer hablo para que aquello fuera solo para su hermano. No volvió a verla después de aquello, se dedicó a estudiar y a encontrar un trabajo ahora que disponía de más tiempo.

El tiempo pasó, terminó su carrera y consiguió un buen empleo, olvidando por completo aquello de la donación. Con su primer pago rentó un departamento, con el segundo lo amueblo por completo sin olvidarse de siempre enviar dinero a su abuelo, por suerte su trabajo le daba un buen sueldo como para mantener a una familia.

Le pidió a Nikolai que se fuera a vivir con él pero el anciano desistió, no quería dejar el país que ya conocía, no estaba dispuesto a adaptarse nuevamente. Yuri iba a visitarlo una vez al año y lo llamaba seguido y, aunque le fastidiaba que su abuelo no aceptara irse con él, respetaba su decisión. El problema era que Nikolai lo molestaba diciéndole que cuándo tendría una familia, lo que lo orillo a mentir sobre este tema, diciéndole que ya tenía pareja y que esperaban un bebé, el Plisetsky mayor le creyó todo lo que dijo y esperaba con ansias poder conocer a su bisnieto.

Al pasar más tiempo tuvo que mentirle diciendo que el bebé al ser muy pequeño no podía viajar y por eso no podía llevárselo de visita, sabía que estaba mal pero la mentira ya era demasiado grande como para confesar la verdad, ya vería después como se salía de esto. Podía fingir una separación luego, pero por ahora solo quería que Nikolai fuera feliz por completo y para ello necesitaba decirle todas aquellas cosas que él quería escuchar.

No contó que con el pasar del tiempo su abuelo enfermaría gravemente cayendo al hospital, Yuri viajó de inmediato para poder estar junto a él y acompañarlo, los médicos le dijeron que tenía cáncer y que ya estaba muy avanzado por lo que no le daban mucho tiempo de vida, esto alarmó a Yuri.

El rubio entro a la habitación del hospital intentando parecer calmado para que su abuelo estuviera tranquilo y no se diera cuenta de lo que ocurría, pero este ya sabía todo.

Yuratchka, sé que me queda poco tiempo… mi único deseo es conocer a mi bisnieto, por favor —fue lo que le dijo al verlo entrar. Yuri quería decirle la verdad, pero no quería destrozar el corazón de aquel hombre que lo crió. Le dijo que sí aunque no sabía de qué manera lo cumpliría.

Volvió a estados unidos desesperado por buscar respuestas, sin saber qué hacer y sintiéndose culpable por haberle mentido a su único familiar. Pensó y pensó, pero nada venía a su cabeza, el dolor en su sien se estaba haciendo presente así que abrió el cajón de su velador para buscar las pastillas que lo aliviarían, las tomo y junto a ellas encontró una tarjeta que yacía olvidada, al verla recordó el trato de hace tres años.

Sin perder el tiempo comenzó llamar esperando que aquel número fuera el mismo de hace tiempo, no tuvo suerte. Se estaba desanimando hasta que decidió buscar el nombre de la chica en Facebook, dando con ella al instante. Tenía un perfil público por lo que se podía ver a su familia, entre ellos, Yuuri Katsuki su único hermano, aunque su imagen de perfil no era de él sino un tazón de sopa. Vio en el sector que vivía lo cual era lo único que mostraba su perfil y se aventuró a buscar si había algún contacto de él en línea aparte de su perfil de la red social. Dio con su número y dirección de inmediato ya que al parecer daba clases de ballet en su departamento.

Con la información ya en mano procedió con su plan, le pediría el bebé “prestado” para poder mostrárselo a Nikolai. Sonaba descabellado, pero le pagaría si era necesario, solo esperaba que este aceptara hacer un acuerdo para qué lo ayudara, sino estaría completamente perdido.


~Continuará~

12 de Enero de 2020 a las 21:38 0 Reporte Insertar Seguir historia
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