farolitacast Farolita Cast

¿Fue lo correcto? Esa pregunta no dejaba de atormentarles pues no estaban seguros de haber tomado la decisión correcta. Se estaban muriendo por dentro y ninguno de los soldados se dio cuenta de ello. Nadie supo lo que sufrieron ni cómo luchaban internamente para mantenerse en pie y seguir adelante. Y nadie supo cómo ambos se enfrentaban constantemente a la nostalgia de la pérdida del que alguna vez fue su comandante. •°• ✾ •°• 💐Ninguno de los personajes de la serie me pertenecen, todos son obra de Hajime Isayama, mangaka creador de Shingeki no Kyojin. ❄Fecha de creación: 10.01.20 - 20.01.20. ❄Fecha de publicación: 20.01.20 en Inkspired. 🌹Historia original de @FarolitaCast. 🌹Créditos a Diana González por dejarme usar su dibujo de inspiración. 🌹Prohibido todo intento de copia o reproducción. ☕Espero que lo disfruten tanto como yo lo hice al plasmar mis letras en él.


Fanfiction Anime/Manga Todo público.

#shingeki-no-kyojin #levi-ackerman #Hange-Zoe #Erwin-Smith #snk #attack-on-titan
1
3.6mil VISITAS
Completado
tiempo de lectura
AA Compartir

La promesa de un soldado.

—Sin remordimientos, ¿verdad?


Se encontraba de pie frente a la cama donde yacía el cuerpo sin vida del comandante Erwin. Lo cubrió con su capa de la legión y junto con Hange arregló aquella habitación donde lo dejarían descansar.


¿De verdad había muerto?


Hasta hace unos minutos el soldado Floch le había dado una pequeña esperanza al haber encontrado a Erwin con vida, estaba agonizando, pero aún permanecía con vida. ¡Podía salvarlo! Solo debía inyectarle el suero, tan solo eso, pero Eren y Mikasa se interpusieron al querer salvar a Armin en su lugar.


¿De verdad un par de mocosos se interpusieron en su camino? Tenía a Hange de su lado, Connie cargaba con Sasha y Jean se mantuvo al margen de la situación, lo tenía todo controlado, ¿entonces por qué no lo hizo?


—Capitán, ¿usted ha visto el mar?


Esa maldita pregunta se había incrustado en su mente y no dejaba de darle vueltas.


—Déjenme solo.


Fue lo único que dijo pero su decisión era bastante clara: salvaría a Erwin.


—Abandona tu sueño y muere.


Al final le había hecho caso pues abandonó su sueño de ver el sótano y murió junto a sus soldados. ¿Acaso era esta la muerte digna que merecía?


—¿Qué? —Negó con la cabeza tratando de olvidar aquél pensamiento que se le había cruzado.


Volteó hacia el cuerpo agonizante de Armin. Debía admitirlo, era un buen soldado y gracias a él pudieron llevar a cabo los planes que hasta ese momento habían ayudado a la legión.


¿Acaso estaba dudando?


—¿Por qué debo salvarte? —Se preguntó en voz baja.


Si bien era cierto que Erwin era el comandante de la legión y debía permanecer con vida, no podía negar el hecho de que fue culpa suya que todos aquellos soldados hubieran muerto, ¡él los sacrificó! Había sacrificado gente desde que lo conocía, ¿acaso se había olvidado de Isabel y Farlan? ¡Por culpa de él sus dos hermanos murieron! De no ser por Erwin, su única familia permanecería con vida; tal vez aún estarían en el subterráneo ¡pero qué importa! Estarían a salvo y eso bastaba para él.


¿De verdad este idiota se atrevió a arrebatarle a las dos personas que tanto amaba?


Tras este pensamiento su mente fue invadida por recuerdos en donde Mikasa, Eren y Armin estaban juntos y una nostalgia se apoderó de él pues esos tres mocosos le recordaban aquellos días en los que Isabel y Farlan estaban junto a él.


¿Sería capaz de hacer lo mismo también?


Armin era bueno, pero la legión necesitaba de Erwin... ¿verdad?


—Colabora conmigo, idiota —exclamó cuando Erwin arrebató su brazo agonizando justo cuando estaba a punto de inyectarlo.


—...La vida y la muerte siempre nos separarán.


Recordó las palabras que Hange le había dicho a Mikasa y en ese momento empezaron a cobrar sentido para él mientras los recuerdos de todas las veces que perdió a alguien importante se apoderaron de él.


—Sin importar qué o quién... —dijo alejando poco a poco la jeringa con el suero—. Perdóname, Erwin —dijo con la voz entrecortada.


Había tomado una decisión. No estaba seguro de si era lo correcto o no, pero iba a hacerlo y nadie podía detenerlo. Tan solo pudo recordar las últimas palabras que Erwin le había dicho.


—Gracias, Levi.


Salvó una vida sacrificando otra vida, ¿eso estuvo bien?


—Justo cuando se ganó la libertad de este lugar... nosotros sólo buscábamos traerlo de nuevo a este infierno. —Respondió cuando Floch lo había cuestionado sobre lo que había hecho—. Lo lamento, Erwin, pero mi promesa tardará un poco más en cumplirse.


—Levi...


Las palabras de Hange avisándole que Erwin había muerto le cayó como un balde de agua fría. Le dolió, le dolió en el alma pues aquél comandante se había convertido en un gran amigo para él.


—Debí romperte las piernas para evitar que vinieras —dijo para soltar un suspiro mientras tallaba su cara con su dos manos—. Al final hiciste lo que a todos siempre nos decías: entregaste tu corazón a la humanidad.


Se acercó a la ventana para observar las casas que quedaron destruidas tras la batalla. Se rascó la cabeza, aún no estaba seguro de haber tomado la decisión correcta y ni siquiera Hange le había dicho algo al respecto, tan solo permaneció callada cuando lo vio regresar cargando con el cuerpo de Erwin mientras Armin se convertía en titán.


—Sin arrepentimientos, ¿verdad?


Se acercó de nuevo a la cama y sintió una gran punzada en el pecho que no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas. Respiró profundamente, conteniendo las ganas de llorar, pues se había jurado a sí mismo que jamás volvería a hacerlo.


Entregaré... —carraspeó llevando su mano derecha hacia su corazón para hacer el saludo militar—. Entregaré mi corazón... todos los sacrificios fueron para este momento. —Levi llevó la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos para soltar un gran suspiro. Después de unos segundos, dirigió la mirada al cuerpo sin vida de Erwin—. Te juro que cumpliré mi promesa cueste lo que me cueste —dijo apretando con fuerza la mano que aún tenía en el corazón—. Te prometo, Erwin, que acabaré con el titán bestia.


Fue el juramento que hizo un soldado al mismo tiempo que uno de sus ojos dejaba caer una gota de agua que resbaló por su mejilla.

20 de Enero de 2020 a las 17:07 0 Reporte Insertar Seguir historia
1
Leer el siguiente capítulo La promesa de un comandante.

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~

¿Estás disfrutando la lectura?

¡Hey! Todavía hay 2 otros capítulos en esta historia.
Para seguir leyendo, por favor regístrate o inicia sesión. ¡Gratis!

Ingresa con Facebook Ingresa con Twitter

o usa la forma tradicional de iniciar sesión