Cansada un poco de sus sueños, cansada en la intriga de sus fuerzas, y cómo estallarían, se dispuso a oír música, la única que la tranquilizaba: Rock progresivo. - Por supuesto que amaba el jazz y el son cubano, pero su potencial de energía estaba en dar fuerza superior al poder en sus brazos.
Todavía es hora del monólogo con su mente: ella no era la única superhombre, era diferente porque a pesar de ser imbatible, su mente era su archienemiga.
Como golpes en su pecho, latían fuertes sus dedos, al compás de la música, casi destrozando su cama por la velocidad y calor entre el movimiento de sus brazos: "tan débil e incapacitada".
Todo su brazo le fluía sangre a una velocidad increíble, imparable y solo oía música entre llanto, con la boca sucia y sudada, con un grito ensordecido, en esa mañana.
Su mano, a pesar de ser fuerte y prometedora, solo alcanzó a escribir este garabato:
Son las ansias las que hacen temblar mis manos ansiosas por un bocado de tu vientre de tus curvas acentuadas llevas las llaves del apetito y del futuro.
Recuérdame entre mordiscos que son palabras lo que es la sal de tu piel, y lo que es beber de ella con gusto y prisa, como si algo se escapara.
Voltea y recorren mis dedos desgarran la virtud y la transforman luchan con pasión y desventura dando trueno con la aventura final en nuestra mente.
Suelta el abanico de lujuria en tus labios y siempre habrá un sol ardiente que brilla en tus ojos con movimientos que retocan los sentidos los hacen brillar por su cuenta entre manos y los dedos haciendo el camino largo y maravilloso por recorrer.
Carne jugosa entre mis dientes
movimientos de juego entre mis sábanas
fuerza e ímpetu del calor entre los cuerpos
que hacen calor como dos varas,
que se frotan con placer.
Gracias por leer!
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