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Morian Cordova


2075 , Jorge y Damián son dos amigos que se conocen en la fragua" el refugio de un mundo post apocaliptico donde la vida no vale nada, al cumplir la mayoría de edad se en listan en las fuerzas armadas, lo que no saben es que les Cambiaría la vida para siempre. si te gusta el anime, intentamos escribir una historia con temas similares, es ciencia ficción, en proceso de manga.


Post-apocalíptico Todo público.

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CAPITULO 1: LO QUE SOLIA SER.

CAPITULO 1: LO QUE SOLIA SER.

16 de junio de 2075 el mundo se encontraba en su apogeo tecnológico, a pesar de lo que muchos creyeron la tercera guerra mundial no fue tan desastrosa como uno esperara, uno pensaría que una guerra en la nueva era sería solo cuestión de bombas atómicas volando las naciones contrarias pero no, lo que ocurrió realmente fue que diplomáticos entablaron relaciones que resultaron en división de las potencias mundiales, los países mas grandes se llevaron la mejor tajada, los estados tercermundistas se hundieron el pobreza que resulto en un levantamiento continuo de armas, la tecnología dio un impulso que supero por milenios a las eras pasadas, el uso de la energía nuclear en cantidades manipulables por el hombre dio como resultado las armas de plasma y exo trajes blindados con potencia suficiente para resistir días o meses sin la necesidad de ser cambiados otorgando a la milicia un poder que sobrepasaba cualquier ley de protección de derechos humanos y a las naciones el poder que necesitaban para iniciar un conflicto bélico sometiendo a los países tercermundistas para que trabajasen para ellos, resultado? Latinoamérica fue parcialmente absorbida por estados unidos los cuales a pesar de lo que intentaron, el continente era demasiado grande y grupos rebeldes armados se revelaron, con el paso del tiempo la armada de estados unidos se rindió cortando los suministros de agua potable y comida, haciendo que estallara una constante lucha por sobrevivir, en ocasiones patrulleros rondan la zona para encontrar personal para sus líneas en las fronteras, Europa hizo lo mismo con África quienes a pesar de intentarlo no pudieron defenderse resultando en esclavitud continua con la promesa de protección ante el conflicto bélico, el gigante asiático por su parte continuo con su estructura interna reforzando sus limites con el mundo enviando científicos y milicia a la Antártida donde se rumora existe energía nuclear suficiente como crear un segundo big bang.

Cuando se vive en este mundo tan caótico no es difícil tomar decisiones solo basta con querer seguir con vida para elegir correctamente, o eso pensamos mi mejor amigo Jorge y yo, quienes cumplidos la mayoría de edad nos enlistamos en la fuerza estadunidense, quienes contaban con dos divisiones, el departamento de desarrollo de armas a donde pertenecía el padre de Jorge quien era un destacado miembro de la división de creación de armas y exo trajes , y el departamento de fuerza táctica quienes se encargaban del trabajo sucio, es decir la fuerza militar y su plan de acción en campo, a pesar de ser de nacionalidad mexicana nos las arreglamos para pasar desapercibidos en terreno americano y aplicamos en la fuerza militar.

-Damián!!- escuche a lo lejos, era Jorge quien venía corriendo en dirección hacia mi con lo que parecía ser una carta -Damián estoy adentro!!- me grito de nuevo feliz, mientras me abrazaba, -Apúrate abre la tuya que seguro que estas adentro! -, -Pero ¿no las íbamos abrir juntos? ¿porque nunca estas donde quedamos de vernos? -, le pregunte con desaprobación -ya se pero no he podido resistir tenia una buena corazonada de esto, abre la tuya que seguro que hasta nos tocó juntos en el entrenamiento- me dijo Jorge mientras me palmaba la espalda, - bien aquí voy- respondí mientras lentamente abrí el sobre. -¿ pero porque esa cara triste? Me replico Jorge después de terminar de leer la carta. - no me digas, no, no nada de eso ¿cómo no vas a entrar?- me pregunto, yo sonreí,- haha es broma Jorge también estoy adentro!!- le dije mientras lo abrace con fuerza. Lo que para otros era la muerte segura para nosotros significaba la gran vida, días, meses y años sin comer, por fin se terminaban, la milicia a pesar de ser odiada por el 90% de los habitantes de la fragua “ (así se le llamaba a lo que en su momento era lo que quedaba de Latinoamérica) era muy bien pagada y para Jorge y para mi significaban por lo menos 3 comidas al día.

-aquí dice que mañana alas 7:00 am hay que presentarnos en el cuartel de la avanzada No.10- le comente a Jorge al terminar la carta, - pues entonces nos vemos ahí no? Cerca de la entrada-, me contesto Jorge mientras camina de espaldas y mirándome de frente. - ¿Yo no tengo ni un problema, pero llegas he! ¡Y ahí te quedas! -, - Que si ahí me quedo te espero, tampoco llegues tarde que siempre es lo mismo contigo!- me grito casi llegando a la esquina de la calle donde al girar se perdió a la vista, Jorge había estado trabajando en una panadería del refugio lugar donde Vivian los más privilegiados de la fragua, su padre había sido un gran científico, pero antes de Jorge naciera, su padre nunca volvió, algunos dicen que se quedó del otro lado de lo que solía ser América, donde formo una familia y se olvidó de los problemas de la fragua, otros dicen que por su conocimiento fue desaparecido, que la ORDEN ( “el nombre de la compañía que era la mano del estado y que financiaba todos los proyectos en cuestión de armas” ) ya que era bien sabido que trabajaba bajo las sombras para crear medicamentos y regalarlos a la gente más enferma de la fragua, el gobierno nunca pasaría por alto algo que les hiciera perder dinero y mucho menos si se tratara de gente de la fragua viviendo cómodamente, también se rumorea que falleció en una emboscada de las fuerzas armadas enemigas mientras volvía a casa, que lo raptaron o que lo mataron ahí mismo, muchas cosas se dicen del padre de Jorge, a pesar de que no lo conocí se que el fue un buen hombre y nunca abandonaría a su familia ni ala gente de la fragua, quizá por eso es que también Jorge es tan buen amigo siempre ve por sus cercanos y la gente que lo rodea.

Yo por otra parte nunca tuve tanta suerte, nací en la zona roja, mejor conocida como barrio chatarra, lo poco que quedo en los estados del sur de México se convirtieron en la resistencia, grupos armados que intentaron por muchos años revelarse contra el gobierno pero mientras mas tiempo paso mas estados perdieron fuerza dejando una brecha en medio del país que lejos de ser rescatada por alguno de los dos bandos solo fue olvidada a su suerte ,fue entonces cuando conocí a Jorge, mientras deambulaba en busca de comida cerca de los estados del norte,( los cuales ahora son la fragua ) me vio y en vez de correr o llamar a los patrulleros, encontró la manera de meterme al refugio entre uno de los muchos barrios olvidados, donde ocasionalmente me llevaba algo del pan que sobraba o eso me decía el, aunque estoy seguro que lo ocultaba, pues en la fragua nunca sobra nada, al pasar los años comenzamos a vernos mas seguido hasta que encontré la forma de ganar dinero suficiente para comprar comida, trabajando como recolector de chatarra las “BALISAS” que son restos de tecnología antigua que se utiliza para desmantelar, algunos componentes traen consigo piezas que los científicos utilizan para el beneficio de los militares.


Mañana siguiente 8:00 am !!


-Donde estará Jorge?? Sera que ya esta adentro!? Carajo me quede dormido!!- gritaba mientras me acercaba corriendo al cuartel, buscando con la vista a Jorge a quien no encontraba con la vista por ningún lado – voy a entrar- pensé mientras caminaba hacia el guardia quien traía parecía medir dos metros y a quien era inevitable ver ,puesto que traía su exo traje y por la pequeña mirilla del casco me miraba con una cara de pocos amigos -¿¡Tienes pase para entrar!?-Me grito mientras me detenía con la mano en señal de parar, - ¿¿pase?? Tengo la carta de aceptación si a eso se refiere- le conteste firme mientras seguía buscando con la mirada a Jorge -, - si esa es, puedes pasar- me contesto mientras bajaba el brazo para dejarme entrar. – no ha visto a otro chico por aquí? Es de mi edad más o menos, cabello blanco - le pregunte ya que había dado unos pasos. – otro chico? ¡Ah! si llego hace rato pero se regresó, parece ser que buscaba algo o alguien, tal vez solo se arrepintió y le dio miedo hahaha, los novatos nunca aguantan- me respondió mientras se burlaba, era Jorge seguramente, pero porque se habría regresado, ¿será que me fue a buscar? Pensé. – Correr es para cobardes gigantón y yo no me quiebro fácilmente! - grito Jorge mientras avanzaba hacia nosotros -se puede saber qué haces aquí? ¿¿Porque nunca estas donde quedamos??- le grite mientras se acercaba. - ¿ah? Fui por un chocolate- me respondió ingenuo mientras se rascaba la cabeza.- un chocolate!!- Le grite mientras lo jalaba para entrar al cuartel- ¿no ves que ya es mas que tarde?- le repetí mientas caminábamos apresurados..- ¿yo tarde? eres tu el que se quedo dormido seguramente!!- me respondió mientras me miraba sospechoso- corrimos lo más que pudimos hasta llegar al patio central donde el guardia nos había dicho se estaba llevando a cabo el entrenamiento.

Estábamos por llegar cuando una alarma ensordecedora se escuchó a lo lejos. ¡¡PELIGRO!! ¡¡TROPAS ENEMIGAS SE ENCUENTRAN EN LA FRONTERA!!- dijo una voz por la radio, Jorge y yo nos vimos desconcertados no sabíamos que hacer, nos acercábamos rápidamente con el coronel al mando cuando una segunda alarma más fuerte que la anterior sonó – ¡¡PELIGRO!! REACTOR NUCLEAR INESTABLE EN LA PLANTA NUMERO 5!!- , -hoy es su día de suerte novatos!! todos los que se encuentran en el patio de entrenamiento sigan al capitán Jonathan- grito el coronel, cuando llegamos a él, se percató de que habíamos llegado tarde y con una mirada fría, -Ustedes ya que les parece bien quedarse a dormir o a jugar con la chatarra se van al reactor numero 5 con las tropas de reconocimiento!!- grito mientras nos señalaba el convoy que se dirigía al reactor, para no estropearlo mas Jorge y yo corrimos al convoy mientras veíamos el caos de todas las demás tropas corriendo tras armas y exo trajes, - ¿cuándo nos darán los nuestros?- pregunto Jorge al conductor mientras sonreía ante dicho caos, -a ustedes primero seguro les toca lavar como 20 baños antes que tocar un arma si quiera, al coronel no le agradan los impuntuales- nos respondía mientras arrancaba el motor del auto.

Pasados unos 10 minutos lejos de la fragua en la frontera con estados unidos se encontraba el reactor numero 5, el ruido de las alarmas se tornó opaco con el sonido del viento y la sirena de emergencia que salía del reactor, la combinación de luces amarillas y verdes alertaban al científico que venía con nosotros que la situación era demasiada critica, o al menos eso decía su cara. – porque tan serio? ¿No te estarás acobardando? – le solté a Jorge quien más que asustado parecía estar pensando detalladamente. -No, es eso, solo que mi padre siempre le contaba historias a mi madre de lo bello que es salir de fragua, siempre repetía que mas allá de los reactores se encontraba la libertad. – me respondió, mientras miraba fijamente el camino de tierra y el polvo levantándose detrás del convoy. -quien diría que al final la libertad terminaría por gustarle más que su propia familia- me interrumpió antes de que si quiera pudiera decir algo, apenado lo mire. – sabes muy bien que tu padre no era así, el nunca abandonaría a la montaña” - le solté mientras lo miraba con una ligera sonrisa, en la fragua conocían a Jorge como la montaña puesto que para su edad era demasiado alto, lo cual en combinación con hacer pan desde que tenia 5 años le habían formado un cuerpo lo suficiente fornido para pasar desapercibido ante los bravucones del barrio.

Nos encontrábamos llegando cuando lentamente el convoy fue disminuyendo la velocidad hasta parar totalmente, descendimos del vehículo y nos dirigimos a la puerta principal, me sorprendió que un lugar perteneciente a la orden estuviese tan desprotegido, aunque quien en sus 5 sentidos entraría a un reactor nuclear, además que por estar en emergencia era probable todo mundo evacuo desde hace horas. Cuando nos adentramos en el reactor note que por todas partes parecía estar esparcida un tipo de baba verde en combinación con lo que parecía ser sangre ,mi primera impresión fue asustarme pero entonces voltee a ver al científico quien no se inmuto siquiera por aquel escenario, supuse que lo que estaba en las paredes no era ni baba ni sangre si no algún químico o eso me decía a mí mismo ante tal indiferencia para tranquilizar mis nervios, mire a Jorge quien traía una sonrisa de oreja a oreja, parecía disfrutar aquel escenario caótico, - porque sonríes tanto he!?- le dije mientras lo codeaba, se soltó una risa – nada, es que nunca había salido tan lejos de la fragua y todo me parece tan nuevo, tan bonito- me respondía mientras caminábamos dentro del reactor,- Si esto te parece bonito espera ver el barrio chatarra!- le bromee mientras abríamos la puerta al científico al núcleo del reactor.

El científico se acercó y miro el reactor, el color de la cara se le torno pálido en segundos, - esto no está bien-, ¡¡-debemos salir de aquí inmediatamente!!- grito,

El reactor estalló, nuestros cuerpos fueron lanzados por los aires a metros del reactor lo ultimo que recuerdo fue al capitán al mando del convoy lanzándose sobre el núcleo para intentar opacar la explosión con el exo traje, pero no funciono la potencia del reactor nuclear era tan grande que nos saco volando a todos, atravesamos las paredes o al menos así se sintió, mi cuerpo cayo en un rio metros abajo, con poca conciencia pero aun respirando escuche a lo lejos como una reacción en cadena hizo explotar los reactores restantes, quien diría que el mejor día de mi vida seria el ultimo también..

28 de Agosto de 2019 a las 05:07 0 Reporte Insertar Seguir historia
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