kuma-kuroko Kuma Kuroko

Jimin tan solo deseaba ser más que uno más en la población. Así fuese para una persona... y encontró a esa persona sin siquiera proponerselo. Pairing: KookMin [Jeon Jungkook x Park Jimin] Advertencias: Fluff, Angst, Sad, Daddy Kink (leve) Portada hecha por: @Heisabetth


Fanfiction Bandas/Cantantes Sólo para mayores de 18.

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Me, like Serendipity

De joven no tenía mucha expectativa en cuanto a qué hacer. Aprendió danza contemporánea, danza pop; tenía algunos amigos que le dieron una puñalada por la espalda, mandaron su vida al garete y no tuvo más que mudarse de ciudad. Eso pasó cuando tenía dieciséis; empezó a trabajar a los dieciocho habiéndose matado a estudiar únicamente.

Si tuvo algo, fue el sueño típico de muchos en Corea: Ser un Idol, ser reconocido y blablablá. sabe cantar, sabe bailar, sabe de música y... No, sencillamente no. Quizá a día de hoy sigue siendo su sueño, pero nada que ver.

Desde los adorables dieciocho años de edad Park Jimin ha estado metido en una oficina. Generalmente de recursos humanos, en otras como contador y así por lo regular. Tenía la única suerte de que su papá lo ayudaba con el asunto.

Estaba "orgulloso" del "futuro serio" que escogió su hijo. Al tiempo que terminaba su carrera en la universidad trabajó... y trabajó... Siente que no ha dejado de trabajar jamás. Incluso a los veinte ya ni recordaba cuántas oficinas ha tenido.

Van alrededor de... Dieciséis -ironía-, empresas en las que ha estado. Recortes de personal, quiebra, pleito con algún gerente por ser un hijo de puta... Lo normal. Es un simple y casi vulgar asalariado de tantos en el país ¿Que se puede decir? Incluso él admite lo aburrido que es.

Podría decir que ahora es peor. En una empresa internacional, reconocida y el cómo otro pequeñín -literalmente-, y reemplazable empleado en una de las tantas oficinas de contaduría. Ha sentido miradas en la nuca desde la segunda semana, pero nada muy importante. Lo cierto es que en su cubículo se está muriendo.

Sin drama, realmente siente que se está muriendo. Se siente que ha vivido el mismo desgraciado día desde la adolescencia y está harto de esa rutina. Levantarse, ir a la oficina, almorzar, volver a la oficina; ir a casa, dormir. Los domingos apenas practica baile, no obstante, es como traer algo del pasado que no sirve.

En un acto infantil se pintó el cabello de rojo. Una brillante melena roja totalmente opuesta a la de todos los demás en su piso. No es la gran cosa, solo que ¡Hey! ¡Al menos ahora es un asalariado pelirrojo! ¿Puede caer un rayo y matarlo de una vez?

📷

Fue bueno que no pasara. En la tarde de ese día y volviendo del baño se topó un bonito ramo de flores. Flores carísimas cabe acotar. No tenían un remitente, sólo una pequeña nota escrita con pluma fuente tinta negra:

Te queda bien el rojo

Estuvo tentadísimo a pensar que se trataba de una broma mala. Aun así se llevó el ramo a casa y tuvo un lindo cambio a su aburrido departamento. Las flores entre rojas y amarillas dan un poco de brillo que lo tuvo sonriendo hasta que se marchitaron.

30 de Julio de 2019 a las 16:33 0 Reporte Insertar Seguir historia
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