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El príncipe Aiden, custodiado por un ángel, ahora podría arder en las llamas.


Drama No para niños menores de 13.

#TheAuthorsCup-TheDialogue
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Príncipe Aiden

Ria

—¿Hueles eso?

—¿Oler, qué?

—No hagas esa mueca de fastidio frente a mi, ya te dije que yo no soy tu amante, no tengo porque soportar tus desprecios.

—Ria, deja de hablar estupideces y vuelve a la cama.

—Huele a quemado, Jason. Algo se está quemando.

—¿Tomaste tu medicamento antes de...

—¡Deja de hablarme como si fuera una maldita loca!

—¡Es qué es de la manera en la que te estás comportando! ¡Ya no te soporto más!

—¡Vuelve aquí! ¿a dónde crees que vas? ¡Jason!

—Estás loca, completamente loca. Me voy a lo de mi madre.

—Apuesto a qué irás a lo de tu madre, a la madre de esa zo...

—¿Mami?

—Oh, cariño, ¿qué sucede? ¿Te despertamos?

—Tuve una pesadilla. Tú te ibas y papá ya no nos quería más.

—Mi niño, ¿cómo vas a pensar que yo sería capaz de irme y dejarlos aquí?

—¿Por qué tú y papá pelean tanto? ¿ya no se quieren?

—A veces los adultos discutimos, no es algo de lo que debas preocuparte. Es como cuando tú y Jess pelean por algún juguete.

—Entonces, ¿no van a separarse? ¿todavía se aman?

—No, mi cielo, no vamos a separarnos. Nosotros nos seguimos amando, pero a nuestra manera. Además, ese es un tema de adultos en el que los niños no deben meterse, entiendes?

—Sí...

—Muy bien, ahora metete a la cama conmigo. Voy a apachurrarte como cuando eras un bebé llorón.

—Ma...

—¿Sí?

—¿A dónde se fue, papá?

—Aiden ya te dije que eso tema de adultos.

—Está bien.

—Solo para satisfacer tu curiosidad y qué dejes de hacer preguntas, voy a responderte. Se fue a casa de su madre, tu abuela. Al parecer tu padre todavía no es capaz de cortarse el cordón umbilical.

—¿Qué es un cordón umbilical?

—¿Vas a hacer preguntas toda la noche?

—No tengo mucho sueño.

—Pues deberías, en nueve horas tendré que despertarte para llevarte a la escuela.

—No me gusta la escuela.

—Aiden...

—Te amo mami, nunca te vayas, por favor.

—Yo también te amo mi príncipe, pero con eso no evitarás que te lleve a la escuela mañana.

—Valía la pena intentarlo.

—Sí, no fue un muy buen intento. Ahora, cierra esos pequeños ojos y descansa, que mami también tendrá un día muy largo por la mañana.

—Ma...

—Dios mío Aiden, solo duérmete de una vez. Es muy tarde y tú ni siquiera deberías estar despierto. Duerme.

—Es que no puedo. Tengo miedo.

—¿De qué? Estoy aquí, contigo, nada malo te sucederá si estás conmigo.

—Tengo miedo de la pesadilla que tuve.

—Si escucho sobre tu pesadilla, ¿te dormirás de una vez?

—Tal vez...

—Habla entonces, pero es lo último y a dormir, ¿está bien?

—Sí, mamá.

—Entonces...

—En mi pesadilla hacía mucho calor, tanto que sentía que me quemaba. Me dolía el cuerpo entero, sentía que me iba a derretir. Y...tú y papá gritaban y Jess lloraba, pero yo no era capaz de hacer nada, tenía tanto miedo, no sabía que hacer para ayudarlos...no sabía como salvarte mami. No sabía como salvarlos a todos.

—Oh, mi pequeño, no llores. Está bien a veces tener pesadillas.

—¿En serio?

—Por supuesto, yo también las tuve en su momento y, ¿sabes qué?

—¿Qué?

—Me ayudaron a limpiar mi mente de todo lo malo que había en ella, me hicieron entender que hay cosas a las que está bien a veces tenerles miedo.

—Sí, supongo que sí.

—Bien, entonces no te preocupes si vuelves a soñar con eso, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

—Mami, está aquí príncipe. Mientras yo esté aquí, nadie será capaz de tocarte un pelo.

—Te amo mamá.

—Y yo a ti, mi príncipe.


********

—Mami...mami despierta.

—Aiden, ¿qué pasa?, son las tres de la mañana que...

—Mami huele a quemado, algo se está quemando.

—Aiden, eso no es cierto, vuelve a dormir que tengo que...

—Jess no deja de llorar y alguien está subiendo las escaleras.

—¿Cómo qué alguien está subiendo?

—Sí, un señor y una señora. Los ví cuando estaban en la sala, se estaban riendo de algo. Estaban con papá.

—Mierda, digo...

—Mami, tengo mucho calor, esto se parece mucho a mi pesadilla.

—Bien, necesito que te metas en ese armario y no salgas hasta que yo te lo diga, ¿entendido?

—Pero...

—Yo iré a buscar a tu hermana, haz lo que te ordené, Aiden.

—¿Vas a volver? Porque si no, yo...

—¡Dios mío, cariño! Solo haz lo que te pedí, por favor. Yo volveré en unos minutos, toma el teléfono que está en el buró y llama a los bomberos. Si sientes a alguien aquí que no sea yo, quiero que permanezcas en silencio. Vuelvo en unos minutos.

*************

—¿Estás seguro que el niño no te vio?

—Por supuesto, el mocoso no supo ver que estábamos ahí, pero ya verás lo que le haré en cuanto lo encuentre. A él y a su hermosa madre.

—No te entusiasmes tanto, ya te dije que yo seré la primera en poner mis manos sobre ella. Haré que pague cada humillación que me causo. Puedes quedarte con los niños si quieres, Clark no menciono nada sobre ellos, es más, estoy segura que ni siquiera pensó en ellos.

—¡Ja! ¿Quién diría que un político que suele presumir tanto de su familia, nos ordenará deshacernos de ella?

—¿Puedes callarte? Juro que si llegan a atraparnos por tu culpa, no dudaré en hacer que te encierren primero.

—Como si...oye, ¿no estaba un bebé llorando hace unos minutos?

—Joder, ya se dieron cuenta que estamos aquí, hay que ser rápidos el fuego está empezando a consumirlo todo.

—¿Por quién vamos primero? Yo digo que primero por la hermosa mujer y...

—¡Shhh! ¡Escucho algo!

—Yo no escucho nada.

—¿Eso es...música? Suena como jodida música de opera, ¿qué diablos?

—¿Clark menciono algo sobre música de opera?

—Jodidamente no, está intentando distraernos.

—Maldito niño, pero ya verá...

—No te adelantes, ve por los cuartos de arriba y yo iré por este pasillo, llévate la calibre veinte por si la necesitas. Yo me llevaré el revolver.

***********

—Ya, ya mi niña, debes dejar de llorar. No llores más, yo estoy aquí, pero no llores más. Te daré el chupón para que no llames la atención. Sí, así, tranquila.

—Mami...

—¡Aiden! ¡Te dije que te quedarás donde te indique!

—Tenía calor, tengo mucho miedo mami, esas personas estaban en el pasillo cuando pude entrar y...

—¿Te vieron? ¿Ellos te vieron entrar?

—No...estaban discutiendo algo sobre papá, no alcance a escuchar mucho.

—Escúchame bien, Aiden, esas personas son peligrosas si llegan a vernos no dudarán en lastimarnos. Así que por favor mantente en silencio mientras encuentro la manera de salir de aquí. ¿Pudiste llamar a la policía?

—No...la llamada no entraba. Yo...

—¿Hay alguien aquí?

—Ma...

—Shh...

—Solo quiero decirte que no importa cuanto te escondas, yo voy a encontrarte y haré que ese precioso hijo tuyo vea todo lo planeo hacerte. Voy a disfrutarte tanto que a tu esposo no le quedarán dudas de como cumplí con el encargo que nos encomendó.

—¿Que estás haciendo? ¡Imbécil! ¡Están en el piso de arriba, acabo de oír como algo se cayó! ¡Están intentando escapar! ¡Corre!

—Aiden...

—¿Mami?

—Necesito que dejes de llorar, no me ayudas si lloras. Necesito que seas un niño valiente.

—Pero, tengo miedo...

—Yo sé que tienes miedo mi cielo, pero no podemos quedarnos en la tienda de muñecas de tu hermana todo el tiempo. Tenemos que salir. Tienen que salir. Vamos a hacer lo siguiente, ¿de acuerdo?

—De acuerdo, mami.

—Bien, primero quiero que tomes a tu hermana con mucho cuidado...

—Mami la puerta está rodeada de fuego.

—Escúchame. No van a salir por la puerta, voy a armar una especie de cuerda con las sabanas y ustedes bajarán por la ventana. Saldrás de aquí con tu hermana y pedirás ayuda a los vecinos, ¿entendiste?

—Tengo...

—Deja de decir que tienes miedo, Aiden Brandon Clark, yo no críe a un hijo miedoso, ni mucho menos a uno que no sería capaz de vencer su miedo con tal de ayudar a su familia.

—Lo siento mami...

—No lo sientas, ayúdame. Toma a tu hermana con cuidado mientras yo intento hacer la cuerda para que ustedes bajen. Mantenla tranquila, o llorará y llamará la atención.

—Bien...

—¿¡Dónde jodidos están!?

—Sarah, vámonos de una vez, casi no podemos respirar bien, es imposible que puedan salir, todas las entradas están tapadas y...

—¡Me vale un reverendo pepino tu opinión! ¿Qué no eras tú el más ansioso por encontrarla? ¿Por encontrar a esa zorra?

—Pues sí, pero es peligroso que nos mantengamos aquí, el fuego está consumiendo todo, si no salimos de aquí ahora, no podremos hacerlo más tarde. Tú estás haciendo todo esto por ese hombre, porqué te enamoraste, ¿no es así?

—Deja de hablar tonterías y ayúdame a deshacerme de la escoría.

—Yo me voy, ya cumplí con lo que se me pago. No me meteré más en tus mierdas. Tú...

—Tienes razón, Patrick, ya cumpliste con lo que se te pagó, ahora me toca a mí.

Mami...ella lo...

—Shhh...no escuches, mi niño, ya pasará. Cierra tus ojos.

—Nos vemos en el próximo encargo, Pat.

*******

—¿Ya se fue?

—Creo que está en el piso de arriba, mami. Mami, no puedo respirar bien, me duele la garganta. Tengo calor.

—Aguanta un poco más, príncipe. Ya casi termino de armar la cuerda.

—¿Crees que vuelva a bajar? Escucho como grita, pero no entiendo porque lo hace.

—Ya está. Ahora, trata de salir con cuidado de la tienda y ponte de pie, intenta aguantar la respiración, yo amarraré esto a tu cintura.

—Jess también parece que no puede respirar bien.

—Escucha, Aiden, debes seguir el plan como lo acordamos. Debes ser valiente si quieres que todos salgamos de aquí.

—Mami, estás pálida y también estás sudando mucho. Tus manos tiemblan.

—Aiden, necesito que te concentres, enfócate en lo que yo te digo ahora. Ayúdame a abrir la ventana, por favor.

—Quema mami, quema.

—Aguanta un poco más...

—Ma...

—Listo, ahora apoya tu peso en el borde y tu pie en uno de los ladrillos del muro, ¿lo hiciste?

—sí...

—Bien, ahora toma a Jess con mucho cuidado, no la vayas a dejar caer.

—¿Tú no vendrás con nosotros?

—Lo haré luego, príncipe. No olvides lo mucho que te amo, ¿de acuerdo?

—De acuerdo. Te amo, mami.

—Y yo a ti, mi príncipe. Ahora te bajaré con cuidado y tu debes correr con los vecinos en cuanto toques el piso.

***********

—Bien, Ría, ahora estás sola, por fortuna mis niños ya están a salvo. Aunque hablar sola tampoco es que me ayude mucho.

—¿Ría? ¿Estás ahí? Se qué estas ahí, maldita perra. ¿Piensas que puedes esconderte de mí? Voy a disfrutar tanto cuando te despedace frente a tus hijos, ese será mi festín. Pagarás por cada humillación que tu perfecta familia le causó a la mía.

—Podrás lastimarme a mí, pero a ellos nunca serás capaz de tocarles un pelo...zorra.

—Puedo sentir el asqueroso aroma de tu perfume. No dudes que encontraré la forma de lastimarte. ¡Vamos! ¡Ya destruí tu casa! No tienes como escapar, de una u otra manera las dos quedaremos atrapadas con las cenizas de tu mugroso hogar.

—Eso si primero me encuentras...

—A este punto ya debes saber quién es el causante de todo esto, ¿no?

—Zorra...

—Si no lo sabes entonces te lo diré yo. Fue Jason Clark, sí, tu amado esposo es el causante de que ahora tú y tus horribles hijos vayan a morir carbonizados. El fue el que armo todo este plan para deshacerse de ti. Obviamente no incluía a los niños en el paquete, pero siempre hay uno que otro inconveniente. En este caso el inconveniente fueron tus hijos. Debiste dejar que tu cuñada se los llevará cuando lo sugirió, ahora, no quiero decir que ella estaba al tanto de los planes de Clark, pero pudo ser el boleto para salvar a tus hijos. Lástima que no sepas tomar buenas decisiones.

—Lo hago, créeme que lo hago.

—¿No vas a hablar? ¿Ver la muerte en tus hijos, te quito el habla? También es una tristeza que haya cortado el teléfono, hubiera querido saber que piensa el padre del año cuando sepa que sus hijos a este punto ya son carbón.

Mis hijos van a vivir más que tú, perra.

—Hablar en susurros tampoco te ayudará. ¿Sabes? aunque Clark nunca lo menciono, yo sí estuve en tu boda. Sí, ese día estuve cerca de matarte. Iba a atravesarte con un cuchillo cuando estabas por salir, pero él me detuvo. Qué según sus palabras, te amaba, menudo imbécil. Es triste que su amor le durará tan poco, tanto que ahora nos encontremos en está situación. Si el hubiera decidido huir conmigo nada de esto estaría pasando. Todo esto es tu culpa. Todo lo malo que ha pasado en mi vida es tu culpa. Tú, Clark, tus hijos, todos y cada uno han colaborado a hacer de ella una miseria.

—¡Policía! ¿¡Hay alguien aquí!? ¿¡Señora Clark!?

—¿Llamaste a la policía? ¡Maldita Zorra! ¡Sal de una vez! No podrás aguantar mucho más el aire, vas a morir aquí, conmigo. ¡Qué salgas, te digo!

—Yo no me escondía, solo esperaba el momento adecuado. Si tu vida fue tan miserable como dices, no fue mi culpa. Fue porque fuiste una maldita perra que no supo encontrar la felicidad en ella.

—Oye, tú...

—Espero y en el infierno al menos sepas ser feliz.

—¿Qué estás...

—Nadie toca a mi familia y espera salir impune, tu fuiste la que debió escuchar las advertencias, debiste escuchar a Clark cuando te dijo que estaba loca y sí, estoy loca, pero loca de amor por mis hijos.

—Espera, no...por favor.

—Vamos a morir las dos, pero tu morirás sabiendo que te enamoraste de un imbécil que te estafo, ¿realmente creíste que el te amaría?, eres demasiado estúpida si pensaste que alguna vez lo hizo. Solo te manipulo, te dijo palabras dulces para que hicieras lo que el te pedía. Eres solo una pobre estúpida más que cayó en sus juegos. No me duele quitarte el aire cuando tu pensabas quitárselo a mis hijos, es más, tengo la satisfacción de que ni aún con los arañazos que estás dejando en mis brazos podrás quitarme de encima. Ellos están bien, están tan bien que crecerán rodeados de amor. Me importa un jodido mundo si piensas que arruine tus planes, tu vida, o toda la miseria de existencia que hayas tenido en el mundo, porque es exactamente lo que hice. Ahora sé feliz en el infierno, perra.

—¿¡Ría!? ¿¡Estás ahí, mi amor!?

—No soy tu amor...

***********

—¿Aiden? ¿Estás escuchándome, hijo? ¿Conoces a las personas que le hicieron esto a tu casa? Aiden, esto es importante, debemos averiguar quién le hizo esto a tu madre. Si no eres capaz de hablar, nosotros...

—Fue Clark.

—¿Te refieres a tu padre? Hijo esa es una acusación muy seria, tu debes...

Yo los escuché, ella le hablaba a un sujeto acerca de como padre les había ordenado deshacerse de nosotros. Él...

—¿Él qué hijo?

—Él solía pelear mucho con mamá últimamente, a veces la amenazaba y decía que quemaría toda la casa con tal de deshacerse de ella.

—Coronel Michaels, el señor Clark dice que está listo para dar su declaración.

—Apuesto a que sí. Dígale al hombre que voy en unos minutos, primero quiero terminar de interrogar a mi pequeño amigo, y oficial...

—Dígame, mi coronel.

—Mantenga vigilado al hombre, no queremos que se escape antes de poder escuchar lo que tiene para decir. Y apuesto a que tiene mucho para decir.

—Como ordene mi coronel.

—¿Algo más que tengas para decirnos, amigo?

—No...

—Tu madre fue muy valiente a pesar de que debe haber tenido mucho miedo, debes sentirte muy orgulloso de ella. Descansa por ahora, creo que todo lo que has pasado ha sido más que suficiente para ti.

—Coronel...

—¿Sí, amigo?

—¿Va a encerrarlo?

—Eso no es algo que puedo asegurarte, pero sí puedo prometerte una algo.

—¿Qué cosa?

—Qué no dejaré que el vuelva a intentar lastimarlos, él no se acercará más ni a ti ni a tu...

—Hermana.

—Sí, eso. Hablamos luego, hijo. Te deseo una buena vida, ten por seguro que cumpliré mi promesa.









17 de Junio de 2019 a las 14:41 2 Reporte Insertar Seguir historia
6
Fin

Conoce al autor

Aussie Blue Escritora, 19 años, amante de las fresas. Me dijeron que nunca podría ser lo que deseaba, callé y esperé que el tiempo les demostrará lo contrario.

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Nathaly L. Nathaly L.
buena
November 27, 2019, 18:51
ana hoy ana hoy
Muy bien escrito! Y buena descripción en tu biografía.
August 22, 2019, 03:57
~