La noche. Seguir historia

“Hay cosas en la vida que parecen que fueran una casualidad, pero más bien son sucesos, acciones, acontecimientos o como quieras llamarlos, pero independientemente deben pasar”.

Muchas veces solía salir a caminar en las noches para despejar un poco mi mente, disfrutaba el tener esos pocos minutos para mí, para pensar en mis cosas y nada más. Recuerdo que en una de esas noches de caminata había una luna llena muy grande, la cual iluminaba todo a mí alrededor, era espectacular. Recuerdo que ese día camine más de lo habitual, la verdad no supe porque lo hice, lo único que me importaba era distraerme de un día lleno de trabajo. Aquella noche recuerdo que pase por el parque que estaba cerca de casa, y recuerdo muy bien ver a mi esposa, ella solía pasar por ahí cuando venia del trabajo, pero en esta ocasión se encontraba parada en una esquina, parecía que tenía miedo, eso me alarmo y me movilizo rápidamente hacia ella, cuando estuve cerca de ella, al principio no me reconoció porque parecía que iba a gritar, pero al escuchar mi voz se tranquilizó y me empezó a comentar lo que le sucedía.

Me comento que minutos antes de que yo apareciera, un hombre empezó a seguirla y tenía miedo de que le fuese a hurtar sus pertenecías, pero apenas aparecí, el hombre había desaparecido. La tranquilice y le dije que no iba a suceder nada, le dije que nos fuéramos de ahí, que estaríamos mejor en casa. Cuando nos disponíamos a salir del parque, un hombre se interpuso en nuestro camino y nos pidió todas nuestras pertenencias, le dije que por favor nos dejara en paz, porque no llevábamos nada de valor, pero el hombre sin mediar palabra le quiso arrebatar el bolso a mi esposa, pero en el forcejeo, él le propino una apuñalada a ella, ella se derrumbó, pero aun así, no soltaba el bolso, en el dictamen forense se decía que le habían propinado 10 puñaladas y creo que ella soporto las 10 puñaladas antes de que soltara el bolso. Yo ante esa escena quede estupefacto, pero de un momento a otro fue como si algo dentro de mí se hubiera encendido, era como si hubieran creado un pequeña chispa y que esa pequeña chispa muy pronto se convertiría en un gran incendio. Poco pudo avanzar aquel cobarde antes de que yo pudiera alcanzarlo y empezarlo a golpear por lo que había hecho, era tanta mi ira que sin pensarlo, cogí la misma arma que había utilizado para apuñalar a mi esposa y lo empecé a cuchillar.

La verdad no recuerdo mucho de aquellos momentos, solo recuerdo que lo acuchillaba una y otra vez, creo que estaba como en un tipo de trance por todo lo que había pasado, creo que los que me detuvieron fueron las autoridades cuando llegaron a la escena del crimen.

Lo único que puedo decirles es que lo que hice fue llevado por la ira y la impotencia de saber que no pude proteger a mi esposa.

Aquel hombre llegado a este punto de la historia, lloraba desconsolado, mientras un grupo de personas lo observaba. Una de las mujeres presentes le dijo que se tranquilizara y que no se preocupara, que todo iba a estar bien, lo único que le sugirió fue que se tomara una pastilla para que se tranquilizara.

El hombre accedió y poco a poco se fue quedando dormido, mientras eso las personas que estaban con él fueron saliendo, cuando se hallaron en el pasillo una de las personas pregunto:

¿Y que opinan de este caso?

Todos empezaron a dar sus puntos de vista, viendo los pros y los contras.

Mientras el grupo avanzaban por el pasillo, una de las mujeres se acercó a su profesor y le pregunto sobre la veracidad de la historia que acababan de escuchar, a lo cual él respondió:

-el señor Guillermo sufre de esquizofrenia, el asesino a sangre fría a un indigente, exactamente en un parque cerca de su casa, lo asesino sin motivo alguno, cuando las autoridades llegaron al lugar de los hechos, se encontraron con una escena espeluznante, había descuartizado parte del cuerpo del indigente. Los oficiales lo detuvieron y mientras lo trasladaban les decía que salvaran a su esposa, que ella estaba muriendo desangrada por unas puñaladas que le había propinado un presunto ladrón. Los oficiales le parecía raro que dijera eso, ya que solo en la escena estaba él y el ingente, nadie más. Después de pasar por juicio, fue declarado como enfermo mental y fue trasladado así acá, a este hospital psiquiátrico.

¿Y saben que es lo peor de esta historia?

Todos estaban en silencio, esperando la respuesta.

-lo peor de todo esto es que hace unos 3 meses antes, él había asesinado a su esposa casi de la misma manera que con el indigente, solo que con su esposa si logro descuartizarla por completo y enterarla en el patio de su casa, acto seguido se fue de la noche a la mañana de su casa, la familia de su esposa empezó a buscarlos a ambos, ya que se creía que les había pasado algo a ellos, hasta que apareció en el parque esa noche, sabrá a cuanta más gente asesino mientras andaba fuera.

Todos los que escuchaban la historia quedaron en profundo silencio, el cual fue interrumpido por su profesor el cual dijo:

-Bueno, vamos rápido porque tenemos que ver a más pacientes.