francisco-rivera1553811071 Francisco Rivera

Los cambios generacionales y los recuerdos del pasado preparan los ajustes del presente...


Inspiracional No para niños menores de 13.
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La historia común 2

Ana Dorlan, a la edad de 28 años se había convertido en madre de una pequeña y vulnerable pero robusta niña.

Réplica de sí misma, había sido concebida fuera de todo enlace matrimonial establecido por cánones no escritos dentro de la sociedad urbana del entonces denominado Distrito Federal.

En 1980 la situación del país era sencillamente caótica: casi al inicio de ese año, la parálisis comercial de locatarios de la entonces populosa e importante central de abastos del barrio de la Merced, reveló su factor de transacciones de aprovisionamiento agrícola, destinado a la población residente, principalmente de amas de casa de colonias populares.

También quedó registrada en su memoria cívica e histórica la decisión presidencial que decretaba la realización del homenaje a la bandera nacional, los días lunes.

En ese documento se establecía la participación, tanto de las autoridades educativas del plantel, como del profesorado y la población escolar.

Esa disposición también imponía la obligación de llevar a cabo la entonación del himno nacional y la iza de bandera a toda asta, siempre y cuando se celebrase una conmemoración de fechas de natalicio de algún personaje, o bien, ante un acontecimiento de trascendencia; y para el caso contrario: a media asta si, sólo si, se conmemoraba la trascendencia de una fecha de fallecimiento o acontecimiento de luto nacional.

Por otra parte, y en cierta noche de mayo de ese año, Ana Dorlan, madre, escuchaba el noticiero radial que hacía énfasis en lo siguiente:


-"¿Quién habría de decir que hoy en México el país rebasa poco más de sesenta y seis millones de mexicanos?"-.

Reclinada sobre la cabecera de la cama donde yacía la pequeña Ana, ésta ya estiraba sin cesar sus piernas y brazos; ya emitía sus primeros sonidos guturales de felicidad.

En tanto, madre Dorlan la acariciaba y estimulaba sus reflejos neuromotores de modo incesante, en ese instante se preguntaba en qué forma la indefensa Ana estaría llamada a jugar un papel central en las decisiones futuras de una familia monoparental, cuyo centro del universo lo constituía madre e hija.

Le parecía revelador que la participación femenina en México, ya marcase un empiezo para ser testigo generacional de sucesos destacados, como el del nombramiento de Rosa Luz Alegría, primera mujer mexicana nombrada secretaria de la cartera de turismo.

Tal suceso representaba un grato acontecimiento bastante notorio dentro de un gobierno preferente e integrado por hombres cercanos al poder político, dentro del poder Ejecutivo mexicano.

Se reconocía así, hasta ese momento, a una persona del sexo opuesto, al fin, perteneciente por derecho propio al entonces gabinete presidencial del Licenciado José López Portillo.

Luego de otros instantes de esparcimiento, volvió a escuchar los siguientes mensajes publicitarios de rigor que daba su patrocinio a ese noticiero nocturno, dando paso a la sección deportiva que destacaba otro hito en la historia deportiva nacional al comunicar con gran énfasis, lo siguiente:


-"¡El pelotero mexicano, Fernando Valenzuela Aguamea, oriundo de Etchohuaquila, Sonora, debutará este próximo 15 de septiembre, en la gran carpa, con el equipo de los Dodgers de los Ángeles!"-


Tras ese comunicado, Madre Dorlan se cuestionaba interrogantes diversas como por ejemplo, si estaba en lo correcto de haber decidido ser madre dentro de esas reglas no escritas, a las que quizá, cualquier mujer, de cualquier clase social, podría dejar atrás sus falsos pudores e inconveniencias morales, sociales y religiosas, defendidos uno a uno a ultranza: desde las "buenas conciencias", hasta las propias instituciones de gobierno.

Ahora se preguntaba si una institución social como la familia se constituía en el primer escollo a salvar.

Lo habría de conocer en pocos días y ya una vez experimentado decidiría cerrar las puertas al sentimentalismo y al chantaje del núcleo familiar que la condenarán o la apoyarán.

Cuando esa oportunidad se presentó, el resultado fue adverso.

A partir de entonces, madre Dorlan establecería su punto y aparte decidiendo emprender la educación de su hija con valores humanos, sociales y culturales por encima de los tradicionales, no sólo de su familia, sino hasta de su propia comunidad de residencia...



30 de Abril de 2019 a las 03:15 1 Reporte Insertar Seguir historia
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Francisco Rivera Francisco Rivera
Ana Dorlan, madre, al cuidado de su hija de nombre homónimo, verá transformada su vida al sucederse acontecimientos de toda índole... Comentarios u opiniones se agradecerán hacerlos llegar al siguiente link: https://getinkspired.com/es/register/?ref=Francisco604141808 lo que me permitirá conocer sus impresiones y saber si gustan de esta historia, o quizás, si es necesario hacer ajustes para mejorarla. Gracias
September 21, 2019, 20:46
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