L
Lucía Camiloni


1) adj. que se hace ocultamente o a escondidas. Nunca va a llegar a quien la tenga que leer, nunca.


Romance Romance adulto joven Todo público.

#letter #love #impossible #kissme
Cuento corto
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No mienten, y yo tampoco

Una catástrofe natural de las más apasionantes y abrazantes, eso sos. Especialista en dejarme emocionalmente devastada: el recuerdo, el presente inquietante y el futuro más que incierto... la única persona que podía plantearme tantas dudas.

Correr por horas hasta escapar de la realidad, correr por horas hasta encontrarte.

Perderme entre los árboles de algún bosque, lejos.

Perderme con la seguridad de que solo yo pueda encontrarme, o perderme y que me encuentres.

Perderme mirando tus ojos.

Que me abraces tan fuerte hasta convertirnos en una.

No vernos, que me mires y me deshaga.

Sentirme tan vulnerable, que te pongas a mi lado y seamos las dos personas más fuertes del mundo.

Quisiera escapar de mi realidad, en dónde ya no puedo mirarte como lo hago porque me hace sentir nada más que frágil.

Quisiera escapar, de mi, de vos... de vos.

No quiero encontrarte pero quiero que me encuentres...

Necesito sentirme una criaturita entre tus brazos, que me tengas y me hables de nuevo despacito al oído, haciéndome estremecer, dándome toda la seguridad que podés, diciéndome que todo va a estar bien aunque ninguna lo sienta.

Te necesito, cerca, muy cerca. Pero quisiera escapar y volver a perderte, o perderme.

Es que por perseguirte me perdí, y llevo tanto tiempo perdida que ya no recuerdo lo que era antes de esto, antes de vos.

¿Y qué más da el pasado? Si ya me pasaste...

No logro distinguir qué es peor: que me haya enamorado, que no pueda ser, que me aterre enfrentarte o que no vaya a ser otra vez, que no me dejes ser parte de tu vida de todos modos, que estemos tan lejos, no lo sé. Quizás lo peor esté entre que te necesite tanto y en que no pueda tenerte. ¿Quién sabe? Quizás al final lo peor seas vos.

Antes de que me dijeras que era imposible, yo ya lo sabía. Que me alejaba sólo si querías. ¿Y no es lo que pasó? Creo que me quería advertir a mí misma, que quería cuidarme de vos y de tu despreocupación, tu maldita despreocupación.

Aunque en realidad no sé muy bien qué nos pasó, borré algún momento tan significativo que le resté importancia. Vos siempre igual, pero yo... eternamente la misma.

Quiero saber porqué, pero puede que a la respuesta me la haya dado sola, aquel día de ideas "descabelladas", aquella noche que no me creíste y repetiste imposibles, que fueron imposibles.

Me desvelé buscando razones o justificativos pero resulta que no encontré nada. Ahí me dí cuenta de que había perdido tanto tiempo que los días habían desaparecido, entonces de pronto choqué con todas las inseguridades y las ganas de desaparecer de tu vida y que desaparezcas de la mía.

De bien quiero volverme invisible, sentirme, cuando en realidad lo que lográs es que me crea invencible, y vaya que ahí a eso lo siento.

Sentirme súper poderosa pero vacía, una constante.

Sentirte tan cerca pero tan lejos, otra.

Sentirte tanto, quererte tanto, necesitarte tanto.

A veces paso por estas rachas en donde solamente quiero perderte, y duele. Porque sos vos, porque somos o porque fuimos, pero duele quererlo aún queriéndote.

Lo que pasa es que justo esta vez no sé qué decir, y no es que me dejaste sin palabras porque de hecho a eso nunca lo vas a lograr, o tendrías que esforzarte mucho y no es tu estilo, pero también podría escribir tanto hasta inventar una historia con personajes y diálogos. El problema es que nada de lo que escriba podría alguna vez superar el peso que, aunque no lo sepa con certeza, voy a sacarme cuando pueda mirarte y atravesarte.

¿Por qué no me libero? ¿Por qué no nos fusionamos y quedamos en una?

Todo, absolutamente todo se volvió incómodo, menos estar a tu lado, pero tampoco lo estamos.

Quiero que ese tiempo que nos quejamos que perdemos, se detenga como cada vez que nos vemos. ¿Pero qué? No puedo.

Dar vueltas, llegar a nada buscándola, seguir dando vueltas porque sí.

Arrebataste lo que habías empoderado, te fuiste, también me rompiste.

Igual te siento, te siento. Suelto más suspiros y tengo más espasmos de los que puedo contar y me gustaría admitir, por tu mero recuerdo, porque tu sonrisa se aparece cada vez que pestañeo, bonita, esa que no te gusta pero que a mí me encanta.

Nunca enumeré razones porque nunca hizo falta y cualquiera era insignificante cuando te miraba. Es que, joder, que te miro y ahí está, no hay más razones, desde siempre y hasta siempre. Podría darte todas, pero aún así me quedaría con la única. Tu mirada, tus ojos y su brillo, la curiosidad que escapa, la intensidad y los matices, tu mirada. Lo veo todo y no veo nada. Volvió a pasar, tengo una terrible tendencia a meterme en lugares oscuros, donde la puerta para entrar se cierra para desaparecer una vez que ya estoy adentro.

Sé que siento eso porque me presiona tanto el pecho que a veces parece que voy a explotar. No hay razones para creer que es verdad o para intentar que sea mentira. Ya no encuentro razones que no se reduzcan a vos.

Es impresionante, de igual manera movilizante, mirar hacia atrás y contemplar lo que lograste; pero lo es aún más, y hasta devastador, no ver nada. Por eso lo sentimos tan vacío, porque no hay nada, nada de lo que en realidad queríamos

Te extraño, cada día. Cada vez que abro los ojos y el recuerdo de que nos alejamos me golpea, cuando los cierro y sueño con vos porque no soporto sólo verte ahí; cuando escucho una canción que lleva tu nombre, si hasta te convertiste en mi banda sonora. Te extraño, de un tiempo a esta parte lo único que hago además de intentar ser, es extrañarte. Cada maldito segundo, porque ya son malditos.

Y te quiero, pero no sé si acá o allá, no sé si a mi lado o a su lado.

Todos tenemos a alguien a quién aferrarnos, en definitiva, todos tenemos a alguien que nos hace querer ser mejor y nos hace olvidar que pasa y se nos va; y por ahí, entre tanta persona, hay alguien que cuando piensa y busca, te encuentra a vos.

Una vez más sentí como mi vida ya no me pertenecía, como tenías tanto poder que me daba por vencida con solo tu mirada. Casi cuatro años después, ¿de qué sirve negarlo? ¿de qué sirve intentar convencerme de que no? ¿de qué sirve convertir razones para amarte en razones para olvidarte?

Cielo, siempre fuimos más de lo que vos te permitiste admitir, y quizás me falle a mi misma solo por no fallarte a vos...

18 de Abril de 2019 a las 22:28 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Fin

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