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Fray Luis de León es uno de los escritores más importantes de la segunda fase del Renacimiento español. Su obra forma parte de la literatura ascética de la segunda mitad del siglo XVI y está inspirada por el deseo del alma de alejarse de todo lo terrenal para poder alcanzar lo prometido por Dios, identificado con la paz y el conocimiento. Los temas morales y ascéticos dominan toda su obra. Como varón comprometido con su tiempo no dejó de lado los problemas del día a día, así que dentro del contexto de los problemas abordados por la Escuela de Salamanca, a la que pertenecía, Fray Luis intervino en la Polémica De auxiliis, junto con el jesuita Prudencio de Montemayor, defendiendo la libertad del hombre, lo que le costó la prohibición de enseñar dichas ideas. Antología poética de Fray Luis de Léon: -A Felipe Ruiz: ¿Cuándo será que pueda -A Francisco Salinas :El aire se serena -Al apartamiento: ¡Oh ya seguro puerto -En la prisión: Aquí la envidia y mentira -Al salir de la prisión: De nuevo, ¡oh Salamanca! -Imitación de diversos: Vuestra tirana exención -Noche serena: Cuando contemplo el cielo -Profecía del Tajo. Folgava el Rey Rodrigo -Oda a la vida retirada":¡Qué descansada vida -Cuando me paro a contemplar mi vida Publicado en 1570. Portada por @milinvisibles. Obra traída a la plataforma por @karlize.


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A Felipe Ruiz

¿Cuándo será que pueda
libre de esta prisión volar al cielo,
Felipe, y en la rueda
que huye más del suelo,
contemplar la verdad pura sin velo?

Allí a mi vida junto
en luz resplandeciente convertido,
veré distinto y junto
lo que es y lo que ha sido,
y su principio propio y escondido.

Entonces veré cómo
el divino poder echó el cimiento
tan a nivel y plomo,
do estable eterno asiento
posee el pesadísimo elemento.

Veré las inmortales
columnas do la tierra está fundada,
las lindes y señales
con que a la mar airada
la Providencia tiene aprisionada.

Por qué tiembla la tierra
pro qué las hondas mares se embravecen,
dó sale a mover guerra
el cierzo, y por qué crecen
las aguas del Océano y decrecen.

De dó manan las fuentes;
quién cebe y quién bastece de los ríos
las perpetuas corrientes,
de los helados fríos
veré las causas, y de los estíos.

Las soberanas aguas
del aire en la región quién las sostiene;
de los rayos las fraguas;
dó los tesoros tiene
de nieve Dios, y el trueno dónde viene.

¿No ves cuando acontece
turbarse el aire todo en el verano?
El día se ennegrece
sopla el gállego insano.
y sube hasta el cielo el polvo vano;

y entre las nubes mueve
su carro Dios ligero y reluciente,
horrible son conmueve,
relumbra fuego ardiente,
treme la tierra, humíllase la gente.

La lluvia baña el techo,
envían largos ríos los collados;
su trabajo deshecho,
los campos anegados
miran los labradores espantados.

Y de allí levantado
veré los movimientos celestiales,
así el arrebatado
como los naturales,
las causas de los hados, las señales.

Quién rige las estrellas
veré, y quién las enciende con hermosas
y eficaces centellas;
por qué están las dos osas,
de bañarse en el mar, siempre medrosas.

Veré este fuego eterno
fuente de vida y luz do se mantiene;
y por qué en el invierno
tan presuroso viene,
por qué en las noches largas se detiene.

Veré sin movimiento
en la más alta esfera las moradas
del gozo y del contento,
de oro y luz labradas
de espíritus dichosos habitadas.

14 de Abril de 2019 a las 19:56 0 Reporte Insertar Seguir historia
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