zg Zaida Guerra

Sinopsis ¿Qué harías cuándo tú razón te dice que está mal, pero tú cuerpo por primera vez quiere hacer lo que desea en verdad? Ese es el gran dilema en el que se encuentra Emily Ross, al haber tenido un momento extraño pero excitante con su mejor amiga Emma West en el pasado. Haciéndola huir sin nada más por decirse.... Pero por cosas del destino, Emma compra la empresa donde trabaja Emily, haciéndolas encontrarse nuevamente y embarcarlas en una pasión, perdición y delirio.... ¿Te atreverías a dejarte llevar por tú cuerpo y no por la razón?


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Capítulo 1

Entro en su habitación sin tocar, porque sé que está en ella, su madre me lo dijo al déjame entrar en su casa.

—¿Se puede saber por qué no contestas ni mis llamadas, ni mis mensajes? —Le pregunto con toda la molestia que tengo.

Emma se levanta de la silla, de su pequeño escritorio de un salto al verme parada en la entrada de su habitación.

Emily, ¿qué haces aquí?. —Me pregunta con cierta sorpresa en su voz.

Entro y cierro la puerta tras de mí.

Vine por una explicación Emma, así que hazlo. —Le pido.

Ella toma una gran distancia de mí, es como si no quisiera estar cerca de mí. Y eso me molesta mucho.

Emily debes irte. —Responde al acostarse en su cama y fingir que está dormida.

Me acerco a su cama y me detengo en ella al inclinarme para que me dé una explicación, dejando muy poco espacio entre nuestros rostros.

No me iré, hasta que me des una explicación. —Le aseguro.

Emma abre los ojos de golpe y se sorprende por lo cerca que estoy de su rostro, y no entiendo porque lo hace. Siempre hemos hecho esto, nos conocemos desde hace mucho tiempo, y es por eso que somos las mejores amigas.

Emily vete. —Dice con cierta dificultad en su voz.

¿Por qué hace esto? No la entiendo, pero no pienso darme por vencida.

No Emma, no me iré —acerco mi rostro un poco más, y ella se sorprende mas—. ¿Hice algo o dije algo que te incomodara?. —Le pregunto.

Emily. —Me responde en un susurro.

Y no sé porque ese susurro, hace que mi cuerpo tiemble. Y de repente empiezo a sentir que el aire me falta, y que cierto cosquilleo empieza a girar en mi estómago. Emma se levanta de golpe y se baja de la cama dejando otra vez una gran distancia entre las dos.

Emily vete, no lo pienso volver a repetir. —Me advierte en tono frió.

Ella está usando un tono frío, pues yo también puedo hacerlo.

No pienso —me voy acercando y ella se sorprende—. Irme hasta que me des —la acorralo en la pared y estamos muy cerca una de la otra—. Una explicación.

Trago en seco, por el efecto tan extraño que me está causando, estar cerca de ella.

<< Que extraño >>

Emily vete... por favor. —Me suplica en susurro.

La miro indagando en su mirada, para ver si encuentro alguna duda de lo que me está pidiendo, y me sorprendo al ver lo que encuentro: Deseo.

Eso es imposible, ella no puede estar sintiendo deseo por mí somos amigas, siempre lo hemos sido.

Pero eso no cambia lo que ella te dijo: que es lesbiana.

Eso es imposible.

Emma somos amigas ¿por qué me haces esto? —Le pregunto, rogando porque lo que estoy pensando no sea cierto.

Para... protegerte. —Me responde con la voz entrecortada por mi cercanía.

Y no sé porque también empiezo a respirar entrecortadamente.

¿Protegerme de qué?

Emma deja de mirarme a los ojos, y mira mis labios.

De esto.

Y sin más su labios están sobre los míos.

Me quedo inerte por lo que está ocurriendo, Emma me está besando, y no sé porque demonios mi cuerpo no la rechaza. Emma coloca su mano en mi cintura, para acercarme más, y la otra en la nuca para sobrellevar el beso. El beso empieza a subir de intensidad, a tal punto de hacerme desear mucho más.

Pero qué demonios te está pasando.

Emma detiene el beso alejándome, y yo doy dos pasos atrás.

Emily lo siento, yo...

Pero no la dejo terminar, al salir corriendo de su habitación sin mirar atrás...

—Emily nos esperan en la sal de juntas. —Me avisa Chloe pasando por mi escritorio.

Es cierto, por estar pensando en ese recuerdo con mi ex mejor amiga, había olvidado que hoy nos presenta a la nueva dueña de esta empresa y mi jefa.

Me dirijo hacia la sala de juntas, al llegar me encuentro con todos los que trabajan en esta empresa, a la espera de ver quien es la nueva dueña. Se escuchan voces y pasos y todos los que estamos en la sala guardamos silencio, los dueños anteriores entrar.

—Buenos tardes, como ya sabrán hemos vendido la empresa. —Comenta con cierta nostalgia la señora Verónica—. Para nosotros fue un honor tenerlos como empleados y esperamos a que este nuevo dueño sienta esa misma dicha al trabajar con todos ustedes...

La señora Verónica se detiene, debió costarle mucho tomar esa difícil decisión, recuerdo que ella siempre me decía lo importante que era está empresa para ella y su esposo.

—Sin más que decirles, les presento a la nueva dueña Emma West. —Nos la presenta el señor Roberto.

Y en ese instante mi mundo se detiene por completo....

9 de Abril de 2019 a las 13:41 0 Reporte Insertar Seguir historia
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