La soledad nunca habia sido un problema para ella, incluso la preferia muchas veces. Disfrutaba de su propia compañía y su predecible rutina. No tenía novio a pesar de ser una mujer atractiva pues no confiaba en nadie que no fuera ella misma. Ella había llegado al pueblo una tarde de lluvía unos meses atrás, la gente decía que llegó sola, se le veía cansada y traía poco equipaje, llevaba puesto un vestido tan blanco que la hacía parecer un ángel recién caído del cielo.
Fue el tema de conversación entre toda la gente del pueblo por casi un mes pero poco a poco la fueron olvidando, además muchos jóvenes intentaron acercarse a ella, conquistarla, pero ella nunca respondió más que con un "Buenos días" o "Buenas tardes", y así al igual que los demás, los muchachos también perdieron el interés en ella. Ella no hablaba con nadie, salía muy poco practicamente salía solo a hacer las compras y en ocasiones se le veía dando un paseo por el campo.
Vivía al final de la carretera, en una casa grande pero demasiado antigua y un poco descuidada. La casa años atrás había pertenecido a la familia Lombardi, era un lugar bellisimo, el más hermoso del pueblo, casi como un castillo. Los Lombardi a pesar de ser adinerados, invitaban a su casa a toda la gente del pueblo sin hacer ningun tipo de distinción entre plebeyos, clase media o alta. Todos disfrutaron allí de las mejores fiestas, llevaban sus mejores galas y compartían de generosas cenas y alegres bailes pero cuando la guerra llegó al país muchos se vieron obligados a migrar hacia Norteamerica con la esperanza de una mejor vida, tristemente entre ellos los Lombardi y nunca más se vio a nadie en su casa, hasta ahora....
- ¿Será ella una Lombardi?- se preguntaba la gente, aunque nunca nadie se atrevió a preguntarselo directamente, y como éste muchos otros rumores se dijeron respecto a ella. Los niños por ejemplo decían que era una bruja e incluso algunos aseguraban ser testigos de su magia, otros mal intencionados dijeron que era una espia, una invasora, una meretriz o incluso una bastarda de los Lombardi aunque nadie sabía la verdad.
Ella conocía los rumores pero jamás le molestaron, siempre sonreía amablemente a aquellos de miradas curiosas, no trabajaba en el pueblo y dedicaba sus tardes a arreglar el enorme jardin de la casa... la gente la veía pero nadie se le acercaba y así sola sembró rosas, girasoles y orquideas además de un pequeño huerto con tomates, zanahorias, y algunas frutas. Poco a poco la casa volvía a tomar vida.
Era una mujer bastante avanzada a su época, no esperaba a casarse ni le temía a vivir sola, era una mujer de armas tomar, pues no se le veía incómoda a la hora de usar herramientas o de ensuciarse las manos para las labores de "reparación" que usualmente eran tarea de los varones. Era estudiosa, pues era común verla con un libro y llevaba con ella un cuadernillo de apuntes ¿Sería una inventora?. Era simplemente fascinante.
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