Erick y Max iban huyendo de forma desesperada por la parte trasera del campus de arqueología, los 4 matones que los perseguían tenían una misión simple, matarlos.
Ambos estudiantes se habían metido en una serie de problemas con un conocido prestamista dispuesto a darles el dinero suficiente para pagar sus estudios, cosa que ambos estudiantes no hicieron gastando el dinero en apuestas y mujeres y claro evitando el pago a dicho prestamista, lo cual era plan original, ya que sus padres eran de clase alta, el objetivo original era sentir adrenalina, sentirse vivos.
La vida irresponsable de ambos los había llenado de problemas simples a lo largo de sus vidas, problemas que sus padres solucionaban gracias al dinero.
Pero, este problema no se podía solucionar, no se podía escapar de la muerte para ir donde Papi a pedir dinero, simplemente se habían metido con el tipo equivocado.
Corrían y traspasaron el cerco de seguridad internándose en el terreno que la universidad intentaba comprar hace años sin mayores avances.
La zona era rica en arqueología y su propietario era un misterioso acaudalado de la zona.
Era una zona rica en arqueología etrusca, pero mucho más antigua, se dice que incluso el antiguo culto a la muerte de la diosa Leith estaba aún en pañales cuando estas ciclópeas ruinas religiosas ya eran antiguas, cosas que a ambos jóvenes no les importaba en absoluto ya que la mismísima muerte saltaba la cerca y corría tras ellos.
Erick iba más adelante abriéndose paso entre la maleza mientras que Max corría exhausto tras el tropezando una y otra vez en los matorrales y raíces que crecían sobre las antiguas ruinas.
El camino se volvía cada vez más tormentoso, las piedras empezaron a aumentar de tamaño y se fueron convirtiendo en pilares, luego arcos y estructuras más complejas, de pronto boom, un disparo, y luego otro, los matones se cansaban y habían decidido empezar su tarea a larga distancia.
Ambos muchachos se miraron con terror y decidieron seguir huyendo, gastando sus últimas fuerzas en dirección a lo que parecía un extraño portal formado por dos grandes rocas negras con forma de menhires.
Entraron presurosos y encontraron un templo muy similar al estilo griego, en sus muros habían grabados sumamente complejos que al parecer mostraban escenas sumamente antiguas donde algo con una forma incierta devoraba lentamente a un bebe, boom, otro disparo.
Ambos jóvenes corrieron hacia la entrada del ciclópeo templo y en su interior no encontraron nada, peor que nada, encontraron un lugar inmenso, sin salida.
Se dieron cuenta de esto y estallaron en desesperación al ver la forma de 2 grandes sombras que se cernían en la entrada del templo.
Erick fue el primero en arrodillarse y suplicar por su vida, llorando de forma desesperada y patética como el niño rico que era, Max solo se giró, y entre sus sollozos comenzó a orinarse en los pantalones.
Ambos matones los miraban, sudorosos y sonrientes mientras cargaban sus armas, los muchachos desesperados rogaban por sus vidas de forma desesperada e inútil.
Max fue el primero en rogar frente a los matones, incluso se dispuso a ofrecerles dinero, que su familia les pagaría lo que quisieran, dijo que podían hacer un nuevo trato
Fue entonces, cuando el ambiente se puso sumamente frío, y la atmósfera adquirió un tono aun más oscuro, como si algo desconocido hiciera presencia absorbiendo la poca luz que entraba por el oscuro templo, y de pronto se escuchóuna voz antigua que retumbaba por las frías paredes de roca
TRAAAATOOO? ME GUUUSTAN LOS TRATOS
La mirada del joven quedo paralizada al igual que su cuerpo y pudo notar que sus verdugos estaban en la misma situación, no podía mirar atrás ya que lo único que podía mover eran sus ojos, pero supuso que su amigo estaba en la misma condición
De pronto, vio como los ojos de sus verdugos miraban hacia atrás de una forma desesperada, su piel se puso pálida y comenzaron a sudar, un temor extraño y antiguo se apoderóde él, un temor oscuro, un temor a lo desconocido
Sabia que algo se aproximaba desde la parte trasera del templo, algo que incluso le hizo agradecer el estar paralizado para no mirarlo
TRAAAATOOO, nuevamente se escuchó
NUEVOS SACRIFICIOS, LA MADRE QUIERE MÁS, ¿HACEMOS EL TRAAATO?
Estaba aterrado, no sabia que pasaba, no sabia que era esa oscura voz similar a la de una mujer, pero con una profundidad tan lúgubre e indescriptible que casi lo hacía pensar que era el mismísimo templo el que hablaba
Entonces la mano del matón empezó a moverse, su mano tomo posición con el arma y apunto directamente hacia la cabeza de Max
El movimiento era completamente involuntario, se dio cuenta de eso ya que la mirada de terror del matón era indescriptible, algo estaba forzando su mano, pero su instinto le decía que la pregunta de aquella oscura voz no iba dirigida hacia los matones, sino que dirigida hacia el mismo.
¿HACEMOS EL TRAAATO?
Max desesperado, viendo como el dedo del matón se dirigía hacia el gatillo del arma cerro los ojos y opto por la única decisión lógica que su instinto de supervivencia podía tomar ante una situación como esa
SI hacemos el trato, grito en su mente
Entonces, todo se volvió oscuro, sus ojos se cerraron, la bruma del sueño se apoderóde él mientras que se escuchaba a lo lejos sonidos que parecían alaridos, y desgarros de dolor y sufrimiento.
Abrió sus ojos lentamente, pudo ver como la luz de la mañana entraba por la puerta del templo, se sentía húmedo, sus dedos tocaron las baldosas de piedra y sintió algo húmedo y viscoso, no era agua.
Se levantócon un sentimiento mezclado de alivio, temor, paz y desesperanza, miro hacia el fondo del templo y con la luz de la mañana vio la enorme estatua de la diosa sin nombre, la diosa de piedra, la diosa pétrea, rígida, silenciosa, con la mirada fija en un mundo que una vez fue de ella, un mundo que le ofrecía en tiempos oscuros sus aborrecibles ofrendas.
Entonces Max, miro a su diosa, se girópor completo y se dispuso a salir por el gran portal de piedra mientras veía a su alrededor un templo bañado en sangre, viseras, y trozos de carne desgarrada.
Estaba solo, pero sabia lo que tenia que hacer, tenia un propósito, y mientras caminaba miro aquel oscuro grabado donde una criatura sin forma clara devoraba lo que parecía ser niños a modo de ofrenda, miro al suelo y luego al sol, estaba vivo y ahora debía buscar nuevas ofrendas, la madre tiene hambre, la madre quiere más ofrendas, y Max ya había hecho un trato.
Gracias por leer!
Podemos mantener a Inkspired gratis al mostrar publicidad a nuestras visitas. Por favor, apóyanos poniendo en “lista blanca” o desactivando tu AdBlocker (bloqueador de publicidad).
Después de hacerlo, por favor recarga el sitio web para continuar utilizando Inkspired normalmente.