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Shrek Love


Tara es una chica normal, va a la preparatoria, tiene amigos, nada fuera de lo comun. Pero todo cambia cuando conoce a Finneas. El da vuelta su mundo. Y hace que ella se vuelva LOCA por el. * * * Por favor, si leen la historia dejen alguna reseña, sea bueno o malo, o incluso si no la terminan de leer poruq les aburrio escriban que le aburrio, se agradece, asi puedo seguir mejorando :)


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LA FIESTA

Era insoportable aquella música. El volumen a más no poder. Con aquellas letras melosas y pegadizas, un ritmo básico y repetitivo, y las voces de todos dentro cantandolas a todo pulmón. No pensaba entrar a la fiesta, pero debía hacerlo. Era la fiesta de cumpleaños de Evan, mi mejor amigo desde hace dos años. Últimamente no hablábamos tanto como antes. No se porque, solo sucedió. Probablemente porque nos encontrábamos en epoca de examenes, y era nuestro ultimo año. Evan se sentía muy presionado por sus padres, su padre había ido a Harvard y su madre a Princeton. Pero no lo presionaban porque querían que el fuera como ellos, sino porque sabían que Evan podía dar mucho más. Y era cierto, por eso le dejaron hacer esta fiesta. Dijeron que se lo merecía, pero que luego de esto no decayera. Evan se aprovechó de sus padres haciendo la fiesta más grande de todo el año se podría decir. Pero sus padres, sabiendo como son los jóvenes de hoy en dia, no le permitieron hacer la fiesta en su verdadera casa. La fiesta fue en la casa de invitados, pero que no te suene pequeña ni precaria por solo ser de invitados. Era el doble de mi casa o quizá un poco más. Con cuatro cuartos, tres baños, un lujoso living, una heladera con doble puerta la cual debía de estar llena de cerveza en aquel momento, y obviamente, unos parlantes con Bluetooth extremadamente caros que lograban que la música llegará a cada rincón de la casa, y al patio y al parking, que se encontraba ocupado por unos cuantos autos, camionetas, vans, motos. Y detrás de toda aquella montonera de vehículos, me encontraba yo. Parada solitariamente contemplando la colosal casa, con todas las ventanas iluminadas, luces navideñas decorando toda la casa y un cartel en la entrada que decía ¨Feliz cumpleaños a mi¨, ese era el tonto humor de el.

Podría haber ido con Alex y Holly, pero las conozco demasiado bien como para saber que estaban muy emocionadas por esa fiesta y no podrían esperar ni un segundo. A Alex le encantaba todo tipo de reunión social en la que pudiera presumirse a sí misma. Se la pasaba de fiesta en fiesta en los fines de semana, y entre semana, de vez en cuando. Le encantaba arreglarse su pelo lacio para salir, tiñendolo de alocados colores cada mes. Nadie entendia como era posible que ella tuviera aun asi el pelo suave y sedoso. En cambio, Holly, era más tranquila en cuanto a fiestas. Si la invitaban a una, ella iría. Pero no era de buscarlas por su cuenta.Tenía un estilo más simple y monótono que el de Alex. Prefería pequeñas reuniones con amigos y pizza, o juntarse a ver una película luego de clases. Pero la razón por la que estaba emocionada por la fiesta era que, hacía una semana, nos había revelado que le gustaba Evan. Pero yo siempre lo había sospechado. Y por último estaba yo. En el año solo asistía a aquellas fiestas a las que me veía obligada a ir, ya sea por la presión social o mi misma madre, como en este caso. Dijo que era una falta de respeto faltar a su fiesta de cumpleaños, cuando el había venido a la mia. Aunque lo mío ni siquiera fue una fiesta, solo invite a casa a mis más cercanos amigos, Alex, Holly y Evan, y nos quedamos charlando hasta tarde. Y para ser justos, Evan sabe mi opinión respecto a las fiestas. El mismo me dijo que si no me encontraba bien, podría ir en la mañana siguiente, su verdadero cumpleaños, y ponernos al dia. Pero a mi madre no le pareció aceptable. Me obligo a vestirme, maquillarme y hasta ella misma me llevó. Es obvio que ama a Evan. Siempre hace bromas sobre la linda pareja que haríamos.

Me comencé a acercar con paso corto a la entrada. Hacia todo lo posible por demorar mi entrada a aquel infierno. Eran las once, podría quedarme unas dos horas, y luego llamar a mi madre inventando alguna excusa tonta como que habían llamado a la policía. El camino de pedregullo estaba tapado de latas de cerveza, y unos globos rojos desinflados. Al acercarme mas, senti como si la casa fuera a explotar. Como si no pudiera resistir tantas personas dentro, y la música presiona y presiona para vomitar todo de una vez. Subí los dos pequeños escalones para alcanzar la puerta, la cual estaba abierta. No me habia dado cuenta hasta aquel momento. Al acercarme, Steven Pidergotti salió totalmente borracho, tambaleándose, apoyándose en una chica a quien no reconocí. Como me repugnaba Steven. En cada fiesta tomaba más que en la anterior, luego vomitaba y se iba diciendo alguna frase estupida. El creía que era gracioso, pero era algo sin sentido y asqueroso. Probablemente se estuviera yendo a su auto, tendría sexo con aquella chica, luego se dormiría una siesta en el asiento trasero de su Lamborghini, mientras aquella chica presumía que lo había hecho con el “gran” Steven Pidergotti. Luego el volvería a la fiesta para seguir tomando,ligando chicas y haciéndose el machito. No sabia porque Evan lo había invitado.

Mientras cruzaba el umbral de la puerta, comencé a buscar con la mirada automáticamente alguna cara conocida. No veía a ninguno de los tres. Seguí caminando un poco más, adentrandome en inmenso living plagado de desconocidos. Mis ojos comenzaron a moverse como locos. Iban desde el sillón de terciopelo hacia la mesa de bebidas, de allí a la cocina, de la heladera repleta de bebidas alcohólicas hasta la barra. No reconocía a nadie. Estaba sola. Me había equivocado, tal vez si debería haber ido con Alex y Holly. Era una tonta. Me encontraba petrificada en medio de la enorme sala. No quería parecer una rara. Todas las miradas estaban sobre mi, pero en realidad no. Nadie me estaba prestando atención. Se concentraban en sus propios amigos, todos juntos divirtiéndose y bailando. Lo único que se me ocurrió fue ir hacia la mesa de bebidas. Sobre ella había tres botellas de Coca Cola, de dos litros cada una. También había packs de latas de energizantes. Un asco. Preferi servirme un vaso de Coca Cola y quedarme allí, recostarme en una pared y llamar a Alex, porque siempre tenía el teléfono junto a ella.

Al agarrar la botella de plástico me asquee de lo pegoteada que estaba.Pero debía servirme, ya la había agarrado. Busque algún vaso limpio, y termine sirviendome en el único vaso que parecía meramente vacío. Me aleje un poco de la mesa, nuevos invitados se acercaban a ella para beber algo. Me fui hasta un ancho pasillo contiguo al living, que según recordaba de las pocas veces que me había quedado en esa casa, daba hacia dos cuartos, los más pequeños de la casa. Ya alli, saque mi celular y disque el número de Alex. Como necesitaba oír su voz, o de quien fuera que me pudiera salvar de la locura. Al otro lado del celular, se escuchaba otra música, más suave. Pero igual de mala. Alex tardo un poco en hablar.

-Por fin! Ya llegaste?

-Si, si, donde estan? Las estuve buscando, pero no las veo- pregunte desesperada por escuchar su respuesta.

Alex demoro en contestar, se podía escuchar las risas al otro lado.

-Estamos en...en un cuarto- se sacó el celular de su boca y escuche que gritaba para que se le escuchara sobre la música “Evan, donde estamos? Y Evan le respondió algo que no entendí- En el cuarto de arriba con la puerta rosa-Evan le gritó algo- Roja, perdón, roja!- acto seguido corto.

Era claro que estaba borracha.No disfrutaba mucho cuando Alex tomaba de más, se ponia más cariñosa y era gracioso verla intentar hacer ciertas cosas, pero lo malo era que dejaba de razonar. Una vez se había besuqueado con el chico de la pizza, en una fiesta hace un año. Y el no era nada atractivo. Estaba segura que también era mucho menor que ella. Les sacaron fotos en el acto, y poco tiempo después toda la escuela sabía de ello. Nadie la molestaba, no le prestaron importancia. Excepto por Steven Pidergotti, claramente. Quien la molesto casi medio año con eso. Alex nos hizo jurar que nunca más la dejaríamos hacer algo así. La verdad, me parecía una idea descabellada dejar inmensa responsabilidad en nuestras manos. Seria mas facil si ella dejara de tomar. Pero una fiesta sin alcohola para Alex, no es una fiesta.

Seguí caminando por el pasillo con el vaso en mi mano. Esquivando a las diferentes personas que me cruzaba. Reconoci varias caras. Pero nadie con quien pudiera parar y hablar un poco para no sentirme tan sola. Estaba Aaron Sallow, un chico del club de teatro, Jenna Edevane, la hija de la profesora de Historia, incluso estaba Kurt Bock, uno de los graduados del año pasado. Con Evan siempre nos burlabamos de el en sus partidos de basketball. Parecía perdido en la cancha. Nunca entendimos cómo había entrado al equipo. Cerca de la escalera reconocí a Katie Beaufoy, la chica que se sentaba delante de mí en la clase. Hablábamos de vez en cuando. Estaba sola, parecía esperar a alguien. Tenía una lata de RedBull en la boca cuando la vi. La sacó de su cara y me sonrió. Le respondí con una sonrisa lo más amigable que pude. No era muy buena sonriendo.Me acerque a ella pensando en que decirle, pero no se me ocurría nada.

-Hola, ¿viste a Dan?

-No, pero creo que vi su auto afuera- le conteste.

El auto de Dan Samuels era muy llamativo. Su hermano tenía un taller de autos, y juntos habían arreglado un viejo auto destrozado. Le habían puesto neumáticos runflat, vidrios templados, un turbo, bocinas extremadamente potentes, y por si todo eso fuera poco, lo habían pintado de un verde neón que brillaba en la oscuridad. También le había pegado calcomanías en las puertas. Era algo excéntrico. Y cómodo. Había viajado una vez en el hacia poco, cuando se ofrecio a llevarnos a Alex, Holly y a mi hasta la heladería cercana a el liceo.

-Es que me dijo que nos veríamos en la fiesta-dijo tomando otro sorbo de su bebida energética.

-Ustedes, están...juntos?- le pregunté intentando no sonar muy entrometida. Pero es que la verdad los había visto saliendo otras veces. Y se veían como una linda pareja.

-Algo así, pero yo no diría juntos- respondió bajando la mirada.

Luego hubo un extraño e incómodo silencio, mientras yo tomaba el valor suficiente para decirle que me tenía que ir.

-Perdon, pero me tengo que ir. Me están esperando arriba- le dije mientras comenzaba a subir el primer escalón.

-Si, adios, y si ves a Dan, avisale que estoy aquí!- me gritó para que se escuchara sobre la retumbante música, ya que yo ya me encontraba en los últimos escalones.

-Lo haré!- le prometí dándome la vuelta, buscando el cuarto de la puerta roja, y dejando atrás a Katie.

No tardé en encontrar la puerta, era la primera a la derecha. Toque la puerta antes de entrar, por si acaso, para advertir mi entrada. Abrí la puerta despacio y vi al otro lado, dentro de la habitación, a Evan, Alex y Holly. También había otro chico, Kyle, era uno de los mejores amigos de Evan, uno de sus vecinos.

-Feliz cumpleaños- felicite a Evan, acercandome para abrazarlo.

-Pensábamos que nunca vendrías- dijo mientras se acercaba a mi para recibir el abrazo

-Tengo una cerveza especialmente guardada para ti, Tara- me dijo Alex levantando la mano, mostrándome la botella.

Me dirije a la mesa ratona, frente a la que estaban sentados todos. Deje en ella mi vaso con Coca. Y le quite de la mano la cerveza.

-¿Quieres jugar? Estábamos jugando a verdad o reto- me pregunto Holly sonriendo.

Lo medite por un momento. No tenía buenas experiencias jugando a ello. Siempre terminaba haciendo algo vergonzoso. Pero supuse que al estar con mis amigos, no me harían hacer algo incomodo si no quería, a pesar de que Evan se tomará todos los juegos muy enserios.

-Bueno, juego- le respondí mientras me sentaba en el sillón frente a la mesita.

Los otros jugadores se acercaron a la mesa.

-¿Donde quedo la botella?- preguntó Evan buscándola con la mirada.

Por un momento se paro y la busco debajo de los almohadones, bajo la mesa, detrás del ropero, mientras el resto seguíamos sentados.

-No importa- dije mientras tomaba a corridas el último trago de mi cerveza- yo tengo una botella.- y la puse sobre la mesa.

-Bueno, eso servirá- dijo Evan entre risas, sentándose entre Holly y yo. Vi como Holly se sonrojaba y mostraba una pequeña sonrisa.

-Kyle, te tocaba a ti,¿no?- preguntó Alex, mirándolo fijamente.

Para esa noche se había teñido el pelo de “rose gold”. Le quedaba muy bien, mejor que su anterior color, un amarillo chillón. Solo lo había resistido una semana, al parecer.

-Si, al que le apunta la boca de la botella, escoge- dijo dirigiéndose a mí, como si nunca hubiera jugado.

Kyle hizo girar la botella con todas sus fuerzas, pasaron largos segundos antes de que se decidiera a parar. Los cinco la observábamos, expectantes, sin prestarle atención a la música o a las voces del otro lado de la puerta roja. La botella finalmente dio a parar en Alex. Ella levantó la mirada, sin miedo. Ya habiendo tomado unas cuantas cervezas, no le temía a nada. No pensaba. Solo actuaba.

- Verdad- dijo decidida Alex, con una sonrisa.

Kyle se quedó en silencio. Pensando en que preguntarle.

-Es verdad que tu primera vez fue con Sam?- me susurró Holly, entre dientes.

Y al escuchar esto, no pude evitar soltar una risita. Este era una broma recurrente entre nosotras. Todo había empezado en la fiesta de fin de año. Alex se habia propuesto hacerlo antes de que terminara el año, y esa era su ultima oportunidad. Tenia todo calculado, el lugar, el momento, la persona. Pero todo el plan se descarrilo cuando el chico con quien pensaba hacerlo no fue a la fiesta. Ya no recuerdo quien era. Y bueno, luego de tomar mucho mas de lo normal, sumida en la depresión por el catastrofico desastre, en un intento desesperado, convencio a Sam Gullert de que lo hiciera con ella. Quien era atractivo, y no tenia novia. Pero cuando estaban en la cama, ella desvistiendose, se le ocurrio la gran idea de salir del closet a Sam. Era gay. Al otro dia, Alex nos conto todo esto. El resto de personas pensaban que de verdad aquella habia sido su primera vez, y nadie sabia que Sam era gay. Con el tiempo, convertimos aquel suceso en una broma interna. Y nos pasabamos todo el tiempo riendo. Pero Alex no, Alex se lo tomaba como algo muy serio. Y aquel momento, en la fiesta de Evan, probablemente no fue uno de los mejores momentos para bromear con eso.

Al escuchar eso, Alex se puso seria, su sonrisa picara desaparecio. Kyle enarco una ceja, y dirigio su mirada hacia Holly.

-Que dijiste? Porque Alex se ve...algo asustada- dijo mientras sonreia como si todo fuera una gran broma, y el fuera el centro de ella.

- Nada, era una broma- dijo Holly, sacandole importancia

Kyle miro a Evan, intentando que el tambien presionara. Evan dudo.Aunque era obvio que tarde o temprano lo haria. Kyle tenía un extraño poder sobre el.

-Vamos Holly, puedes decirlo, todos somos amigos-  le dijo poniendo su cara de perrito mojado. Era algo que el hacia sin darse cuenta, probablemente, pero siempre conseguía lo que queria de esa forma.

-No...no puedo- dijo Holly, negando con la cabeza.

Evan siguio mirandola con insistencia, acercandose cada vez mas a ella. Alex tenia la mandibula apretada, tamborileaba con los dedos expectante.

-Dijo ”Es verdad que tu primera vez fue con Sam?”- Alex miro directo a Holly mientras decia esto. Penetrandola con la mirada

-Bueno, me parece una buena pregunta- dijo Kyle con su sonrisa tonta. Miro hacia todos, para comrobar si tenia nuestra aprobacion.

Todos nos quedamos en silencio. No quedaba nada mas por hacer. Alex parecia avergonzada, miro hacia el suelo, y asi se quedo mientras contaba la historia.

-Nunca tuve una primera vez, soy virgen

La confusion en la cara de Kyle era grnade, pero Evan habia quedado con la mandibula caida. El era su amigo, y nunca le habia contado la verdad.

-Eso dio un giro inesperado-bromeo Kyle. No recordaba que fuera tan tonto.

-Que?...Entoces que paso con...con Sam Gullert?- pregunto Evan, confundido.

Kyle solto una risita irritante.

-Detalles?- pregunto Kyle son su sonrisa inborrable.

Alex lo miro con total seriedad, mas de la que habia viso en ella nunca. Se mordio el labio antes de hablar, mientras asentia suavemente. Finalemnte solto un resoplido.

-Estaba con Sam, en al cuarto, y el simplemente lo solto, me dijo que era gay. Y me pidio que no le contara a nadie. Solo le conte a ellas- dijo Alex, señalandonos con la mirada- pero ahora veo que fue una equivocación- dijo mas bien para ella que para nosotras.

Nos quedamos en silencio. Todos estaban pensando en las palabras de Alex. Traicion. Eso era lo que acababa de suceder, traicion de amistad. Pero a Kyle no le importaba nada, no eramos sus amigas. Solo lo veiamos en las fiestas y reuniones organizadas por Evan.

-Bueno, el show debe continuar- dijo Kyle tendiendole la botella a Alex, para que la girara.

Alex no dudo y la tomo. Se le veía decidida. Temia lo que estaba por pasar. Temia lo que pasaria si le tocaba a Holly, o a mi.

Alex hizo girar la botella, giro y giro, hasta que se detuvo. Con la boca apuntando a mi. Pude ver una sonrisa maliciosa en la cara de Alex.

-Verdad o reto?- me pregunto Alex.

Todas las miradas estaban posadas en mi. Mi mente intentaba decidir cual era la mejor opcion, con cual corria menos riesgos. Termine optando por verdad, no tenia nada que ocultar sobre mi.

-Verdad- dije temiendo lo que diria Alex. Al decir eso, los ojos de Alex brillaron. Que pregunta tendria planeada.

-Es verdad que a alguien de esta habitacion le gusta Evan? - me pregunto Alex desafiante.

A mi mente le tomo un tiempo comprender aquella pregunta. Y cuando lo hizo, la desesperacion lleno mi cuerpo. La rabia por gritarle a Alex. Como era capaz de hacer eso? Lo hacia por venganza. Aunque lo de Holly hubiera sido una broma. Mire a Holly con el rabillo del ojo. Vi como se mordia el labio inferior, y como apretaba sus puños, expectante a mi respuesta. Por suerte nadie la estaba mirando, sino se hubieran dado cuenta enseguida de cual era la respuesta.

Sabia que no podia responder, no podia. Yo no era asi. Holly nunca me lo perdonaria. Bueno, probablemente si, pero luego de mucho tiempo. Pero podia responder con un simple “si”, pero alli solo quedarian dos opciones, yo o Holly. Y Kyle obviamante insistiria para saber quien, y Holly, al ser muy sensible, terminaria llorando. Y si no respondia, me dirian que eso no se vale, y me obligarian a responder. Podria mentir, pero Alex lo diria, diria que solo digo patrañas, y apuesto a que terminaria ella misma revelando el secreto.

-Tara, estas bien?-pregunto Evan, inclinadose hacia mi.

Mi mente seguia procesando una respuesta. Estaba en un callejon sin salida. Me habia quedado sin opciones.

-Me estoy aburriendo, vas a responder o no?- prgunto Kyle recostandose hacia atras, y bostezando falsamente.

-No puedo responder- dije finalmente, simplemente no podia.

-Lo siento Tara, pero asi no es como esto funciona- dijo Evan soltando un resoplido- Alex respondio, y antes de que llegaras, todos lo hicieron.

-Vamos, de una vez, solo di si o no, no estan dificil- dijo Kyle impaciente.

-Ya dije que no puedo- dictamine alzando la voz.

-Entoces supongo que te vas a tener que ir- dijo Alex con una mueca de pena falsa-digo, si no vas a jugar, para que quedarte?- explico posando su mirada de uno en uno, esperando su aprobacion.

-Alex…-empezo Evan, para frenarla, pero Kyle lo interrumpio.

-Tiene razon, vete rapido y asi podemos seguir jugando- me dijo Kyle mirandome a los ojos.

Pense que Evan o quiza Holly debatirian sobre eso, se pararian y pelearian por mi. Pero no paso. Se quedaron los dos sentados, en silencio.

Me pare, y Holly me miro, movio la boca diciendo un “lo siento”. Si de verdad lo sintieras te pararias y le dirias algo a Alex. Pero yo la comprendia. Alex estaba siendo toda una perra. Era la primera vez que la veia asi. Sus fcetas de borracha siempre eran diferentes de esta, me preguntaba cuanto habria tomado.

Evan ni se dio la vuelta. Yo solo me acerque a la puerta. Y movi lentamante el pestillo, esperando oir a Alex diciendo algo, arrepentoda. Pero no sucedio. Yo ya me encontraba fuera de la habitación de la puerta roja.

1 de Enero de 2019 a las 00:21 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Continuará…

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