arles-aburto1543848067 Arles Aburto

Esta historia narra el suceso que vivió un médico durante su adolescencia, y que lo olvidó hasta que fue un adulto.


Acción Todo público.

#SheMightLoveMe
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Una pequeña anécdota para el recuerdo

Oscurecía y el miedo se apoderaba del mozuelo, temía que no llegase la invitada a quien con ruegos y súplicas pudo convencer para que asistiera y le deleite con su canto y presencia. Y es que era tanto el miedo y la desesperación al ver que no llegaba que rasgó su traje; el saco blanco y la corbata roja fueron a parar al suelo, sobre el mismo en el que noches atrás el mismo chico caminaba, saltaba de alegría por el anuncio que al fin pudo escuchar: ´´Serás rico, rico y afortunado´´.

El médico no entendía el porqué del retraso, habían pasado más de tres horas del tiempo en el que ambos acordaron su cita, le parecía una injuria y una falta de honor el desplante y la apariencia con la que estaba esperando: ¿Y si llega y me ve así?, ¿Y si me pide…?, ni pensarlo. Corrió a la entrada de la sala, la cual estaba conectada a su habitación por un largo pasillo, la habitación tenía una puerta sólida de roble que protegía la entrada y el pase del viento. Aunque el pasillo era escasamente de unos treinta metros, tuvo la sensación de que cada vez que avanzaba el camino se estiraba con cada paso, le afectó terriblemente y empezó a gatear por los mareos que, en ese momento, le hicieron disfrutar.

                ¡Qué un ángel me lleve!, ¿Marcela puedes venir?

                 (Con entusiasmo) ¡Voy doc.!

Marcela era la hija adoptiva del muchacho, era pequeña como un bonsái, pero era tan inteligente que, a su edad, ya sabía hablar tres idiomas; vestía de manera formal y elegante desde que el mozuelo la adoptó aquella tarde tediosa en el puerto de Gabar, donde los cruceros llegan para conocer la estatua y la flama de la honestidad, la dulzura y la verdad. La encontró durmiendo dentro de una caja de mandarinas, con una frazada y una nota escrita en inglés que decía:

                I´m Marcela and I´m looking for a new opportunity, Don´t you?

Y en vez de reportarla, la llevó consigo en su viaje durante esa oportunidad, a lugares como Brasil y Alaska.

Marcela le llamaba ´´daddy´´ o ´´doc.´´, y en sus tiempos libres ´´papá´´, su principal función en la casa era ayudarle en las cosas y para que no se desmorone por falta de una voz aconsejadora (uno de los primeros hombres que recibe consejos de una niña de 6 años).

                What do you need doc?

                Please Spanish, tráeme una cartulina

                What else?

                Y las crayolas

                Ya, ¿qué más?

                And some sheets of paper

                Ok, and?

                Her pics

                Is it all?

                Not yet, también tráeme el desfibrilador

                ¿Eso es todo?

                Sem, obrigado

Lo que sucedió en ese momento fue una anécdota para el recuerdo, Marcela entrelazó sus brazos alrededor de la cintura de su padre tendido en el suelo de cansancio he intentó levantarlo, lo cual le dio motivación a su padre para que siga su camino; en los ojos del chico se pudo ver ese sentimiento paternal que nunca había tenido, empezó a sentir lo que realmente era ser padre.

 

***

 

Llegó a abrir la puerta, ahora estaba en otro mundo, en su mundo en el que rondaban, volaba su imaginación, sus ideas y las metas que tuvo; veía a su alrededor las poesías, los ´´sí´´ y los ´´no´´ que la vida cruelmente otorga a la gente incorrecta. Alzó la mirada, y corrió al ropero para revolotear las cosas, mientras recordaba una situación de mucho gusto para él. Era cuando tenía quince años y llegó a soltar la frase: ´´Empieza a sembrar algo, para luego no cosechar un sin embargo´´. Y allí es cuando intentó y lo logró, escoger a la afortunada.

                Al fin las sandalias, ¿Tienes todo Marcela?

                (A la distancia), Give me some extra minutes please.

Entró a la bañera, ´´You don´t know how much it hurts Lucho, no sabes cuanto puede dañarme´´-dijo él. Su encuentro fue frustrado y todo por algo tan inusual como es un retraso, esto le impidió llegar al punto máximo de conseguir el elixir de la vida, pero así es el destino.

Salió de la bañera vistiendo una bata de seda proveniente de China, rápidamente sacó sus prendas de dormir más finas y caras que poseía para acostarse y dejar de pensar en aquellos momentos en los que podía decirse que era feliz. Llamó a Marcela: ´´Hey dear, ¿ya estás lista?, a lo que no recibió respuesta alguna, ´´ ¿Marcela estás ahí? ´´

                Ya voy, I´m going

Ella llegó a la cama de su padre, bajo la luz fluorescente de su dormitorio, entró sin necesidad de abrir la puerta pesada de roble, miró a su padre fijamente a los ojos, ojos los cuales hubiese gustado tener en algún momento, con la montura roja y esos ojos…

                Aquí está todo, ya me voy a dormir… ¡espera!, antes quiero que me cuentes algo.

                Hija mía, ya ve a dormir, ¿ok?

                Ok, Boa noite

                Boa noite menina

Ni bien terminó de pronunciar esa última palabra, las luces de toda la casa empezaron a parpadear, el miedo rondaba por los cuartos de la casa donde él había vivido, donde su familia había pasado los mejores y peores momentos juntos; un estruendo suena en la sala y el chico inmediatamente corre hacía el lugar, mientras que Marcela se frotaba los ojos por el escándalo de su padre.

                Es tiempo de que todo cambie, dijo él.

Ya en la sala y con la sangre en los pies, se arrodilló frente a la ropa que se había arrebatado minutos antes, Marcela llegaba con las cosas en los brazos y ni bien llegó, saltó hacía atrás arrojando las cosas a los pies de su papá; atemorizada, escapó lejos de ahí, ¿Qué tipo de ´´amor´´ es este?

El hombre cayó echado con el semblante arriba, el ritmo cardiaco le aumentó repentinamente, mientras un espectro surgía a través de sus lentes, los rojos que tanto le gustaban.

                ´´Es increíble que los sigas conservando, y que hayas olvidado nuestra cita, es hora de irnos´´.

Diciendo eso, le abrazó y le agarró la mano, levantándolo se fueron caminando hacía la puerta de madera, pasaron por las habitaciones donde fueron felices, visitaron su antiguo colegio y con esto, viajaron a donde nadie sabe; mientras que su cuerpo tendido al lado de los lentes rojos y el desfibrilador, yacía inerte, sin expresión alguna.

3 de Diciembre de 2018 a las 14:51 0 Reporte Insertar Seguir historia
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