spencer Spencer Montgomery

Vamos por la vida buscando a alguien que nos complemente, buscando seguridad, amor y comprensión, nos vemos envueltos en amores efímeros y experiencias dolorosas las cuales nos hacen cuestionar nuestra existencia, o, simplemente, aprender a vivir con ellas. Allison y Sebastian, odio amor, atracción irreversiblemente magnética, sus caminos están destinados a cruzarse en el peor momento, pero, ¿Es la mejor forma para rescatar a alguien de su oscuridad, no lo creen? Una historia llena de atracción, dolor y lujuria dará inicio a una gran manifestación de sentimientos encontrados y no permitidos, para desenmascarar el pasado que hace tanto daño al presente como a la propia piel.


Erótico Sólo para mayores de 18.

#amor #infidelidad #drama #amor-a-primera-vista #sexo #sado
0
5.6mil VISITAS
En progreso - Nuevo capítulo Cada 15 días
tiempo de lectura
AA Compartir

Lunes

 

 

Hace frío, son las 03:00 am y no logro conciliar el sueño, debo dormir, hoy en la tarde debo volver a casa ¿Serán las ganas de volver a casa? - Me pregunté.

Como sea debo intentar dormir un poco, debo estar descansando, no quiero estar con bajas energías. – me dije.

Me siento en mi cama y pongo mis pies descalzos en el frío suelo. Un corrientazo recorrer mi cuerpo, busco mis pantuflas y me dirijo camino al baño, levanto la tapa del sanitario y empiezo la liberación de líquidos acumulados, termino, bajo la tapa, me lavo y regreso a mi cama, soy de tierra caliente y estoy en una ciudad que no es la mía, una ciudad muy fría lejos de casa.

Ésta tortura terminará pronto, una vez en mi cama me meto dentro de mí bolsa para dormir y encima dos cobijas más, al parecer las ganas de ir al baño eran el factor que no me dejaba dormir, pero para asegurarme me puse mis audífonos y le di Play a mi playlist de Spotify, me relajé y caí en un profundo sueño.

Alrededor de las 09:00 Am me despertó mi amigo Samuel, avisándome que pronto llegaría la hora en que debería partir, miro mi celular y confirmo la hora, y es cierto ¡Mierda! No tengo suficiente tiempo para preparar mis cosas, debo estar en la terminal a la 01:30 para volver a Cali, mi bella ciudad, aquí en Bogotá la movilidad es un caos, debo salir con tiempo de anticipación.

Me levanté de un salto, corrí hacia la ducha y el agua tibia empezó a recorrer todo mi cuerpo, desde mi cabeza, pasando por mis hombros, recorriendo mi pecho, mi abdomen. Me siento muy cómodo, no quiero terminar la ducha pero debo hacerlo, me percato de que no traje mi toalla así que no me queda más remedio que salir desnudo hasta mi habitación, abrí la puerta con cautela, me percato de que no hay muros en la costa y rápidamente salgo desnudo con mis manos cubriendo mi pene, entro en mi habitación y cierro la puerta rápidamente con seguro, sin percatarme que Catalina, la hermana de Samuel estaba ayudándome a alistar mi equipaje, me dí la vuelta y surgió un momento de incomodidad.

Catalina se empieza a reír a carcajadas, le digo que guarde silencio que nos pueden ver y mal interpretar, ella hace caso omiso y sigue con sus carcajadas.

-          ¡Catalina! Guarda silencio por favor y sal de la habitación, ¿No ves que estoy desnudo?

-          Tranquilo muchacho, no es la gran cosa, digo tu cosa, o Debería decir “¿Cosita?” Esto no es un “Gran” problema.

-          Parece que te diviertes, tu sarcasmo es bastante evidente, ahora sal que me voy a vestir para irme.

-          Samuel fue al parqueadero para traer el carro, pero antes irá al supermercado a comprarte algo para el viaje, así que no hay tanto afán.

-          Está bien entonces, pero quiero que salgas, por favor.

 

Catalina tiene 20 años, cabello rubio natural liso y bastante largo, ojos color miel, de piel blanca, labios gruesos, grandes senos y un culo moderado.

En mi caso, me llamo Sebastián Castro, tengo 24 años, cabello largo, ojos claros, gran estatura, y un pronunciado cuerpo.

No puedo negar que la situación en la que nos encontramos me pone la mente a millón, verla con su pijama corta a media nalgas color rosa y su blusa del mismo color más arriba del ombligo me ponían a millón, con ganas de follármela, pero es la hermana de mi amigo, él me abrió las puertas de su casa, y por respeto, no quisiera hacer nada con su hermana.

Catalina se levanta mientras su mirada no pierde de vista a la mía, no cedo ante su presión, en cambio trato de doblegar su mirada intensificando la mía, se acerca hacia a mí lentamente, su piel blanca es un manjar, su ombligo a la vista me deleita.

Con mis manos estoy cubriendo mi pene, que poco a poco se va poniendo duro, me está delatando y no quiero ceder ante el deseo, Catalina pone su mano sobre mi pecho mientras se acerca más y más a mí, reacciono y me percato de sus intenciones así que con mi mano derecha quito su mano de sobre mí. Le abro la puerta y me mira diciendo:

-          Cobarde, no pensé que fueras tan miedoso, Ya me voy, sólo recogeré mi celular y me iré.

-          ¿Dónde está tu celular? Y no soy cobarde, solo eres la hermanita de mi amigo.

-          Está a un lado de tu maleta, y como digas nenita.

-          Ve por él y sal, Ya he perdido mucho tiempo aquí contigo.

Malhumorada me mira, se da la vuelta y va en busca de su teléfono, se agacha y deja su culo expuesto a mí, sus intenciones son claras, quiere follar, su short a media nalga hace que mis manos no puedan cubrir más mi pene, así que cierro la puerta y la agarro por sus caderas, deslizó mi mano hasta sus grandes senos y los empiezo a tocar, su aroma es bastante agradable, mi pene está jodidamente duro, quiero fóllarmela, deseo hacerlo.

Catalina se levanta y su espalda está contra mi pecho, me acerco a su oído y le susurro:

-          ¿Qué quieres? – dispuesto a follármela sin compasión.

-          Enséñame que puedes hacer.

No doy respuesta y empiezo a morder suavemente el pómulo de su oreja derecha, al parecer un corrientazo recorrió su cuerpo, mis ambas manos se posaron sobre su abdomen en busca de sus pechos, su delgada blusa hacia fácil el trabajo, me encuentro con sus pechos y empiezo a darles suaves masajes, mi boca busca su cuello, pequeños mordiscos activan a Catalina y hace que su sexo se humedezca, me percato del tiempo, saco mi mano derecha y tomo su cara para que su boca se encuentre con la mía, nos besamos, mi lengua entra y sale de su boca, su excitación es evidente. Su respiración arrítmica y la merced de su cuerpo a mi deseo me permiten proseguir, le señalo la cama, seguimos en la misma posición, con mis manos tomo las de ella y las pongo en el borde de la cama, para que se sostenga, su cuerpo queda inclinado hacia adelante, dejándome todo su suculento culo a mi merced, sin pensarlo más con mis manos bajo su short y bragas púrpuras, pasó mis dedos por su vagina y noto lo mojada que Catalina está, agarro mi pene y lo pongo en la entrada de su sexo, me agarro de sus caderas y la penetro salvajemente, un gemido descargador nació de lo más profundo de su ser, su vagina se amolda perfectamente con mi pene, cada penetrada mía hace que Catalina pierda el aliento, sus gemidos faltos de poder hacen que las piernas de Catalina empiecen a temblar, me detengo y le indico que de acueste en mi cama, le quito la blusa y empiezo a besar sus pechos, a morderlos suavemente, a succionarlos, me pongo encima de ella y le introduzco mi duro pene, sus piernas me abrazan y empiezo a embestirla con fuerza, cada vez más salvajemente, sus manos desesperadas buscan liberarse entre las sábanas, a cada embestida el interior de Catalina se hace cada vez más y más caliente.

 

El cuerpo de Catalina se retuerce de placer, me acerco a su oído y le susurro:

-          ¿Quién tiene un pequeño problema? Quizá deba detenerme ¿Cierto?

-          No, no pares, fue una broma. – difícilmente pudo responderme entre gemidos sin alientos.

-          No me gustan ese tipo de bromas. – le respondo, dándole salvajes embestidas.

Catalina irrumpe en un orgasmo placentero, saco mi pene de dentro de ella, Catalina está perdida en los deleites de su placer, en medio de su orgasmo, una vez vuelta en sí, me pregunta que, si me había corrido, le respondo que no, con mi pene entre mis manos.

Se levanta de la cama, se arrodilla frente a mí, y con sus manos empiezan a frotar mi pene de arriba abajo, se siente muy bien, cierro mis ojos y Catalina lleva mi pena hasta su boca, su lengua de siente muy bien cuando se encuentra con mi pene, una sensación, un cosquilleo se concentra en la punta de mi pene, con mis manos agarro su cabeza, en busca de agilizar el movimiento, Catalina se traga todo mi pene y yo me corro a chorros en su boca, con su boca succiona hasta la última gota de mí esperma, se lo traga y sigue saboreando mi pene con su lengua, le digo que se detenga, que se vista y me ayude a organizar mis cosas, después de ese orgasmo mañanero mi cuerpo quedó relajado.

Catalina comienza a llevarse su ropa y a vestirse, ministras yo voy al baño y limpio bien mi pene, regreso a mi habitación y me visto, zapatos deportivos negros, jean oscuro, camisa, y mi saco rojo estilo clásico, ah y no puede faltar un buen perfume.

Son alrededor de las 11:30 am y no he ni siquiera desayunado, mi equipaje está listo, Catalina se marcha y me deja solo en mi habitación, se está duchando, y cantando alegremente mientras lo hace, agarro mi celular, abro mi Instagram y empiezo a ver videos sobre Daniela RB, me gustan sus covers, y tiene bonitas fotos, el tiempo pasa y ya son Las 12:00 del medio día, Samuel llega a casa y me dice que había un tráfico brutal, le digo que está bien, me indica montar mi equipaje en su carro, obedezco sin objeción y lo hago, me subo a su carro y él también, lo enciende y empieza a dar marcha, una cuadra más adelante recibe una llamada de Catalina, está muy enojada por haberla dejado sola en casa, le obliga a volver por ella, así que damos marcha y las ansias se van apoderando de mi, el afán de llegar tarde y perder mi autobús me hace estar ansioso, llegamos a casa y Catalina entra al carro, con su mano empieza a sobar mi cabeza, algo que me relaja un poco, seguimos conversando hasta llegar a la terminal, son la 01:00 de la tarde, estoy a tiempo, saco mi equipaje del carro y me dirijo al lobby de la empresa, hay un retraso de media hora, Ya el viaje no está programado a la 01:30 PM sino a las 02:00, sin embargo dejo mi equipaje  y me relajo, Catalina y Samuel llegan minutos más tarde y Samuel nos invita a comer algo, ninguno de nosotros habíamos desayunado así que, almorzamos tamales para los tres.

Hablando y entre risas el tiempo pasó muy rápido, la mirada de Catalina no perdía la oportunidad de encontrarse con la mía, a decir verdad, me hubiera gustado haber estado más tiempo con ella, los 12 días que estuve de visita en casa de Samuel, quizá nos hubiéramos llevado muy bien y hubiéramos follado más – Pensé.

Ya es tarde para eso, luego habrá mucho más tiempo, además pienso volver – dije para mí.

Caminado los 3 llegamos hasta la puerta de embarque del autobús, me despido con un caluroso abrazo con Samuel y con Catalina un abrazo fuerte acompañado de un beso a medio labio, afortunadamente Samuel no sé percató del tal, me doy la vuelta e ingreso al autobús, miro mi ticket y veo que mi asiento es el número 4, ¡Qué bien! Exclamo, me gusta ir al lado de la ventanilla, tomo asiento y saco mis audífonos, le pongo play a mí teléfono y sincronizo mi alma con las melodías de mi playlist; veo una a una las personas entrando al autobús, y el asiento al lado mío, aún está vacío, me pregunto: ¿Será hombre? O ¿Será mujer? Ojalá sea una bella mujer – respondo para mí en mi mente.

El bus está por emprender marcha y aquel asiento sigue vacío, no está mal – pienso.

 

El autobús emprende marcha, Catalina y Samuel ya han regresado a casa, enciendo los datos y veo que un número desconocido me ha escrito, abro el chat y lo que veo me hace estremecer, mi genio se descompone, es una foto mía en dónde estoy desnudo, es el número de Catalina, sin pensar le escribo:

-          ¿Qué mierda haces? – Respondo con enojo.

-          Es un lindo recuerdo, no te enojes.

-          No me hagas tal cosa, ¿Quieres chantajearme?

-          No me mal entiendas, es sólo un recuerdo.

-          Para quedar en igualdad, ¿Qué te parece si me mandas una foto tuya?

-          Claro, ¿Por qué no?

-          Esa es una actitud positiva, además me la merezco.

Segundos después Catalina me envía una foto de su bella sonrisa, ¡Que dientes tan bonitos! – pienso.

-          No quiero una foto así, quiero una como la que me tomaste.

-          Eres muy exigente, pero, ¿Quieres ver mi cuerpo? ¿Me quieres desnuda? ¿Te vas a masturbar con ella?

-          Que te pasa, es cierto que estás exquisita, pero solo quiero algo que me permita estar tranquilo, una foto igual, para saber que no publicarás la mía.

Apago los datos de mi LG G6 para relajarme parte del viaje escuchando música. Cierro mis ojos y empiezo a ver mi vida como una película a través de la música que escucho.

Antes de salir de Bogotá hay una última parada, un último terminal, dentro de mí, quería viajar solo, así es mucho más cómodo, el autobús se detiene y uno a uno veo a los pasajeros subirse y pasar por el lado del asiento vacío. Me alegro – Exhalo, el chofer auxiliar da la bienvenida a los nuevos pasajeros, anunciando una parada en Ibagué y posteriormente en Cali, me pongo nuevamente mis audífonos, y otro saco para repeler el frio del aire acondicionado del autobús, y cuando este está a punto de dar marcha, se detiene, dentro de mi digo: ¿En serio? ¿Qué pasa que no nos vamos? ¡YA ME QUIERO IR! ¡QUIERO ESTAR EN CASA! Se abre la puerta delantera, se encienden las luces y veo que se sube una mujer, su piel es muy blanca, sus mejillas rojas quemadas por el frio de la oscura tarde, sus ojos oscuros adornados con líneas negras, un gorrito color uva que cubre su cabeza, una chaqueta negra que la protegía del frio, veo que sostiene el ticket en su mano en busca de su lugar, le pregunto:

-          ¿Qué numero tienes?

-          Tengo el número 3 – Me responde con cierta desconfianza y un gesto de altivez.

-          Desafortunadamente tu asiento está al lado del mío. – Le respondo sin mirarla a la cara.

La bella dama que con su otra mano sostiene su morral, lo pone debajo de su asiento, al lado de mi morral, son de la misma marca, mismo color, solo varia el diseño de éste.

Toma asiento rápidamente, debido a la insistencia del chofer, me pongo mis audífonos, no pienso entablar una conversación, por ahora solo quiero dormir para cuando abra mis ojos, éste en mi bella ciudad.

Cierro mis ojos y me relajo, estoy al borde de caer en un profundo sueño, cuando de repente, si, la joven dama sentada al lado mío, empieza a incomodarme con su codo derecho, no quiero entrar en discusiones, así que me corro un poco más hacia la ventana, pero ¡JODER! Ya no es su codo sino su rodilla también, abro mis ojos y veo sus piernas sobre su asiento, el mal genio va aflorando de dentro de mí, me quito los audífonos y la miro muy secamente, tratando de que entienda a través de mi mirada que me está incomodando sin necesidad de usar mis palabras, la miro fijamente por unos 10 segundos hasta que ella se percata, me mira, sus ojos sostienen la mirada, se quita sus audífonos, el mal genio que en mi está aflorando, crece más y más así que frunzo mi ceño en señal de desagrado, y así duramos unos 5 o 6 segundos más hasta que, aquella muchacha abre su boca y dice:

-          ¿Qué tanto me miras? ¿Te gusté o algo? Si es así, deberías decírmelo. – He ahí el sarcasmo en su máxima expresión.

Pensaba en no abrir mi boca, no quería entrar en discusiones, pero vaya, que mujer más sarcástica, en cuestión de segundos hacia hervir mi sangre; mi mirada aún no se aparta de la suya, la ira que estaba sintiendo se reflejaba en mis ojos, cuando me dispongo a volver a mi lugar, escucho nuevamente palabras que salen de su boca:

-          Si no te gusta estar cerca de mi deberías sentarte en otro lado. – Con burla en sus palabras y apartando su mirada de la mía.

Sus palabras irrumpieron en mi tranquilidad, no pude guardar silencio y abriendo mi boca le respondo:

-          Quien debería estar en otro lugar, deberías ser ¡Tu! Éste tormentoso viaje iba a estar más o menos agradable, hasta que te sentaste a mi lado, ¿podrías simplemente respetar los malditos límites de tu asiento? Si es así, no habrá más problemas hasta que lleguemos a nuestros destinos, ¿No crees? – Regreso a mi lugar y me pongo nuevamente mis audífonos a la espera de que se me pase el mal genio.

Aquella muchacha no dice nada, parece ser que mi mensaje le ha quedado claro. Me tranquiliza saber de que por fin ha entendido mi mensaje, vuelvo a lo mío, miro la hora en mi celular, son las 02:55 Pm, lo meto a mi bolsillo y me dispongo a dormir, al cabo de unas 2 horas de despierto debido a la incómoda pose que tenía mi cuello, me siento derecho y empiezo a mover mi cuello de un lado a otro, lo giro hacia mi derecha y veo a la misma muchacha con sus pies aun sobre nuestro asiento, la miro y suspiro, moviendo mi cabeza de lado a lado, miro la hora en mi celular y son las 05:04 Pm, un poco animado, activo el Wifi del autobús, abro mi GPS y la amarga sorpresa, es que debido al tráfico, a la tanta cantidad de circulación de automóviles, las principales vías están congestionadas, apenas estamos saliendo de Bogotá.

La desesperación vuelve a mí, haciéndome recordar lo vivido durante éste día, repentinamente, al acordarme de Catalina y en la forma en que follamos ésta mañana mi actitud cambia, agarro mi celular y abro mi chat con ella, veo que me ha enviado 3 fotos de ella totalmente desnuda, en la primera foto puedo apreciar sus rosados pechos y parte de su sexo, en la segunda puedo ver la totalidad de su culo y su vagina en todo su esplendor, y por último, no podía faltar una tierna foto, enseñando su cara y parte de sus pechos.

Me digno a responderle escribiéndole: Me gustaría repetir, deberías visitarme alguna vez en Cali. Cierro el chat porque veo que no está en línea, y me quedo recordando la manera en que con su boca succionaba mi duro pene, y como me corría en su delicada boca.

Un nuevo mensaje me saca de mi viaje en el tiempo, es Catalina diciéndome, que nunca antes nadie la había follado de tal manera como yo lo había hecho, y que prontamente me estaría visitando para repetir tal faena.

Empezamos una conversación extremadamente sexual, Catalina sigue enviándome fotos y cortos videos de su suculento cuerpo, enfocándose en sus grandes pechos y su bello culo, pasa de ropa interior a otros motivos, una diferente en cada foto y video, preguntándome cual me gusta más.

¡Éste! Le respondo, volviéndole a enviar el video corto, son unas bragas blancas, un poco delgadas a media nalga con encaje, la hacían ver muy sexy, su brasier del mismo color bastante transparente.

Ella ve mi mensaje y me dice que esa será la ropa interior con la que me hará disfrutar de los placeres de la sensualidad, sus palabras lograron ponerme duro, mi pene quiere acción, quiere embestir a Catalina de manera salvaje.

Estoy tan concentrado en mi conversación con Catalina, que no me había percatado que la muchacha del lado había estado al tanto de mi conversación, giro mi cara por inercia hacia la derecha y veo sus ojos enfocados en mi chat, se da cuenta de que la estoy mirando y me mira a los ojos.

Vaya momento más incómodo, con sorpresa y los ojos bien abiertos sostengo la mirada, oculto mi celular de aquella chica y vuelvo mi cabeza al frente, abro Netflix y continuo con la serie que me estoy viendo, después de unos 20 minutos, siendo las 06:48 Pm, la chica del lado, pone su celular sobre encima del mío, veo que me muestra una mujer en ropa interior, su cuerpo es exquisito, es magnífico, su cabello es muy negro y bastante largo, su cintura es delgada, sus senos son grandes y su culo, lo es inmensamente más, su piel blanca contrasta perfectamente con su ropa interior negra, definitivamente una diosa, aparto su celular de mí y le pregunto:

-          ¿Qué haces? ¿Para qué me muestras esa imagen? – Con cierta intriga.

-          ¿No te parece más linda que esa tal Catalina con la que hablas? Vi que hablaban del buen sexo que habían tenido ésta mañana. – Entre susurros me responde.

-          En primer lugar ¿Por qué lees mis conversaciones? Eres bastante irrespetuosa ¿Sabes? La de la foto está bastante guapa ¿La conoces?

-          Mi celular se descargó y mientras cargaba vi que estabas entretenido con tu chat así que me acerqué y empecé a leer, la chicha de la foto se llama Alison, y la conozco muy bien, ¿quieres su número para que chateen un rato? Ella vive en Cali, al igual que tú.

-          Eres una mujer muy extraña, parece como si estuvieras loca, y no quiero su número, deberías a aprender a no molestar a las personas, sigue en tus asuntos.

-          Vale está bien, pero antes ¿Me harías un favor? – Extrañamente me pregunta con dulzura en su vos, tomando una posición tierna.

-          Si así consigo que me dejes de molestar, dime, quiero terminar rápido contigo. – Con sorpresa le respondo.

-          Quiero enviar un mensaje de texto a mi amiga, para que me recoja en la terminal, y como ves, mi celular está descargado, quiero hacerlo antes de que se me olvide, ¿Me lo prestas 2 minutos?

-          No puedo creer que una persona tan arrogante como tú, actúe de ésta manera, no quiero que leas mis conversaciones, no te demores. – con afán le entrego mi celular y sin quitar mis ojos de sobre ella.

-          Tu tranquilo, no me demoro.

Le entrego mi celular, sin despegar mis ojos de ella, veo que empieza a agregar un nuevo contacto llamado Alison, se me hace raro ver que se llame igual que la chica que me mostro hace un rato atrás, no digo nada y sigo a la espera de que mande su mensaje, abre el chat, actualiza la lista de contactos y busca a “Alison” una vez lo encuentra, abre el chat e inicia una conversación escribiendo:

-          Hola guapa, soy yo, alguien que desea jugar contigo, no pierdas el tiempo y escríbeme.

Viendo tal saludo trato de quitarle mi celular antes de que envíe el mensaje, pero es demasiado tarde, el mensaje ha sido enviado, con cara malévola aquella chica me entrega mi celular agradeciéndome.

-          Por favor, no me molestes más, déjame disfrutar de mi viaje tranquilo, te lo agradezco.

Me mira y sin decir nada, enciende su celular y se pone sus audífonos dejándome con las palabras en la boca, que mujer tan desagradable, pienso para mí, vaya la suerte mía que me toco viajar con una loca como esta. Tomo aire y me dispongo a seguir hablando con Catalina, solo que esta me ha dejado un mensaje, que debe salir y regresa en la noche, me mandó unos besos y se marchó.

Sin el pan ni el vino, no me queda más remedio que continuar viendo la serie de hace un rato, pasando unos 14 minutos termino el episodio 4 de la temporada 1 de por Isa, vaya serie para ser tan buena, me siento identificado en cierta manera con el personaje principal, abro el episodio 5 y me meto en la trama, me envuelve y me hago uno con el protagonista, la armonía que en mi hay en aquel momento se desquebraja por la inoportuna llegada de un mensaje de un número desconocido.

¿Quién podrá ser? Cuando inmediatamente recuerdo que momentos antes la chica del lado envió un mensaje a “Alison” su supuesta amiga. Abro el chat y leo lo siguiente.

 

-          Me gusta lo de “Hola Guapa”

-          Lo siento, tu amiga me pidió prestado mi celular y te envió un mensaje, ¿Quieres hablar con ella?

-          Ya hablé con ella, ahora hablo contigo ¿Quieres jugar?

-          ¿Eres algún tipo de maniática loca como tu amiga?

-          Si estas tratando de decirle guapa, si, entonces sí. ¿Quieres jugar?

-          ¿Qué clase de juego es? Ten cuidado, no estoy dispuesto a perder ante nadie.

-          El juego es básicamente que, antes de que llegue el siguiente lunes, te vas a enamorar de mí.

-          De que hablas, ni siquiera te conozco.

-          Pero lo harás, ¿Quieres jugar?

-          ¿Y qué pasa si no me he enamorado de ti? ¿Quién gana y quién pierde?

 

-          Pierde el que se enamore, mi juego es tu juego, las mismas reglas aplican para mí, si me enamoro de ti, seré yo la que pierda, entonces ¿qué dices? ¿Empezamos?

-          A ver, déjame ver si te entendí, ¿el objetivo del juego es no enamorarse uno del otro? Y ¿el que se enamore pierde?

-          Sí, es muy sencillo ¿No te parece?

-          Básicamente, el dilema es que aún no nos conocemos.

-          ¿aceptas jugar o no?

-          Si, acepto.

-          Entonces, que empiece nuestro desgarrador juego.

“Alison” se desconecta, no sé de qué manera podría enamorarme de alguien a quien no conozco y nunca he visto, no creo que la misma

“Alison” de la foto sea la misma “Alison” con la que empecé un juego que no sé en como terminará.

Me inclino hacia la chica del lado y veo que sostiene su celular apagado con ambas manos, y su mirada perdida en él.

-          ¿Qué te pasa? – Le pregunto con intriga.

-          ¿No me dijiste que no te molestara? ¿Por qué haces tú lo mismo? – Responde sin mirarme.

-          Eres una mal educada, ¿Por qué eres tan grosera, orgullosa y arrogante? – Con desagrado le respondo sin dejar de verla a la cara.

-          Porque me da la gana de ser así, ¿Qué hablaste con “Alison”?

-          Si continúas con esa actitud de mierda, es mejor que le preguntes tu a ella.

-          ¿Vas a jugar con ella? Te advierto que ella es muy buena destrozando corazones. – soltando un gesto de seguridad.

-          Si sabes de lo que hablé con ella ¿para qué me preguntas? Ni tu ni tu amiga, saben quién soy, ni mi manera de ser, no sé cómo se supone me enamoraré de alguien a quien no conozco, sin embargo, a pesar de ser terrorífico, también se me hace interesante.

-          Para escucharlo de tu boca, quiero saber qué opinas de su juego, en cuanto a si se han visto alguna vez ¿Cómo saberlo? ¿Cierto? Te deseo buena suerte, y te advierto, “Alison nunca ha perdido un juego en su vida”.

-          Ustedes dos son muy raras, ¿Cómo te llamas?

-          ¿Puedes decirme dolores?

-          Hasta tu nombre es feo. – Entre risas exclamo.

-          Dije que podías llamarme “dolores” mas no es mi nombre real.

-          Está bien dolores, que tengas un buen viaje, espero no tener que hablar contigo nunca más. – En son de broma le dije.

Una vez más me ha ignorado, poniéndose sus audífonos y viendo videos en su celular, me gustaría desquitarme con ella, que sienta quizá un poco de lo que hace sentir a los demás.

Indignado hago lo mismo, retomo mi serie, pero la intriga de no saber más sobre este “juego” me hacen abrir mi chat con “Alison” y escribirle:

-                   ¿Cuándo será nuestro primer encuentro?

Su foto de perfil ha desaparecido, tanto como si me hubiera eliminado de su lista de amigos, a decir verdad, me ha dejado muy intrigado, tanto que quisiera hablar con “dolores” para preguntarle un poco más a fondo sobre quien es “Alison”, pero me rehúso a ser humillado nuevamente, pongo mi celular sobre mis piernas y me quedo pensando con mi mirada perdida, en sobre como la vida me ha elegido a mí para jugar con una desconocida, si “dolores” hubiese perdido el autobús, quizá yo podría estar muy cómodo en éste tormentoso viaje, pero heme aquí, intrigado y sin respuestas.

Decidí pensar que se trataba de una simple broma, no quería pensar en aquello todo el viaje, así que, abro mi mochila y saco mi botella de agua, la abro y doy un gran sorbo, me refresca y me recompone, cierro la botella y cuando me dispongo a guardarla “dolores” toma mi mano, la miro con asombro y ella me ve con su mirada perdida, me pide un sorbo muy amablemente y le entrego mi botella, me quedo mirándola atónito, pensando que ¿Cómo es posible que actúe tan dulcemente un momento y al otro tenga una personalidad de mierda?

De alguna manera se me hace atractiva su personalidad, me inquieta, pero no es la gran cosa, perdido entre mis pensamientos, me percato de que se ha bebido toda mi agua.

Doy un profundo suspiro, y con ganas de explotar me contengo, no puedo creer lo sínica que es, me quedo sorprendido de tal comportamiento.

-          ¿Eres así de sínica con todo el mundo?

-          Solo con los que me dicen que soy arrogante, fastidiosa y orgullosa. – entregándome la botella vacía y con gesto malévolo.

-          No abuses de la paciencia de los demás.

Me mira y nuevamente ignorándome se pone sus malditos audífonos, no puedo creer lo sínica que es, vaya mujer más loca y diabólica.

Enojado abro el chat con Catalina, veo que está escribiendo algo, así que lo cierro con prontitud, no quiero que vea que estoy a punto de escribirle, son las 08:45 Pm, finalmente me llega su respuesta:

-                   ¡Sebastián! Ya estoy en casa, ¿Qué tal el viaje?

Espero unos largos segundos y le respondo:

-          Ha estado muy largo, ya tengo un poco de hambre, estoy esperando la parada de Ibagué para bajarme y comer algo, ¿Cómo te fue? ¿Qué hacías?

-          Salí a verme con un amigo, con José. ¿Te acuerdas de él?

-          ¿José? ¿Ese moreno alto? ¿El que te visitó la noche anterior?

-          Si, el mismo.

-          Parecen muy amigos, te digo que tengas cuidado, no me gusta compartir. – Le escribo en broma, sin alguna intención de llegar a más. No ando en busca de compromisos.

-          De hecho, él era mi novio hasta ésta tarde, después de follar contigo, me di cuenta de que al único que quiero dentro de mi es a ti.

-          ¿Tu novio? Cuando follamos, ¿Tenias novio? Eso no lo sabía, bueno, igual lo que está hecho, hecho esta, ¿Por qué terminaron?

-          La verdad, yo lo quiero mucho, pero él no es lo suficientemente bueno en la cama, de los 12 meses que hemos estado saliendo juntos, solo me ha hecho correr unas 8 veces, siempre termina antes que yo, y francamente estaba aburrida.

-          Ya veo, entonces ¿Te desahogaste conmigo?

-          No lo digas de tal manera, solo se dio la oportunidad, y me gustó.

-          Por mí no está mal, si quieres sexo sin compromiso, puedes venir a mí, esa forma en que te metiste mi pene a tu boca me volvió loco, deberías estar dándome una buena mamada ahora mismo.

-          Sabes que eso me encantaría, sentir tu duro pene, entrando y saliendo de mí, fue una de las sensaciones más deleitantes que he sentido, el salvajismo en cada embestida y el brutal orgasmo que me diste, me hizo dar de cuenta, que la polla que más deseo ahora mismo es la tuya.

-          Si sigues hablándome de tal manera, me voy a poner duro y no estás aquí para calmar mis deseos. Te pregunto algo.

-          Pronto nos veremos, te visitare, claro, dime que pregunta tienes.

-          ¿Si ya habías terminado con José, para qué se vieron?

-          Pensé en que quizá, podríamos arreglar las cosas, me invitó a comer algo y luego tuvimos sexo, pero no fue algo nuevo, me di cuenta de que él no era para mí.

-          Eres insaciable, me gusta, tendré que castigarte cuando nos veamos, te dije que no me gustaba compartir.

-          Eso de un castigo, me suena tentador, ¿Cómo lo harás?

-          Sólo esp…

Cuando iba a envirarle el mensaje a Catalina, una notificación de “Alison” llega a mi teléfono, abro su chat, leo lo que dice el mensaje, giro mi cabeza para ver que hace “dolores” y veo que sigue viendo videos en su teléfono.

Miro detenidamente el mensaje de “Alison” que dice:

-          Soy muy celosa, no hables con ninguna “zorra”

-          ¿Por qué dices eso? Yo hablo con quién yo quiera.

Lee mi mensaje y se desconecta dejándome hablando solo nuevamente, que mal educadas son, “Alison” y “Dolores” que groseras.

Ignorando su mensaje retomo el chat con Catalina.

-          Sólo espera para ver en qué manera te voy a follar cuando nos veamos.

Bloqueo mi celular, suspiro y me levanto para ir al baño, paso por un lado de mi compañera de viaje, camino con cuidado por el tambaleante autobús y descargo mi estrés en el baño del autobús, me lavo las manos y regreso a mi asiento, me quedo de pie frente a mi lugar y veo que “dolores” está en mi lugar, ¿Por qué coños me toco viajar con una desadaptada como ella?

-          ¿Puedes moverte? Quiero sentarme en mi maldita silla. – Sosteniéndome fuertemente del asiento, ya que el autobús está en marcha y hay muchas curvas.

-          Deberías ponerte en mi lugar, siéntate en mi asiento para que me entiendas.

-          ¿De qué hablas? Muévete rápido.

-          Siéntate a mi lado por favor. – Sus ojos son jodidamente bellos, el tono de su voz es muy tierno.

Me quedo de pie en silencio, mirándola muy malhumorado, a la espera de incomodarla un poco, ella me mira también sin cambiar sus bellos gestos, me agarra con una de sus manos, y me obliga a sentarme a su lado, es realmente hermosa cuando actúa de esa manera, me suelta y me queda mirando, ésta es mi oportunidad de cobrar venganza, me acomodo en su asiento, agarro mis audífonos y me los pongo, miro mi celular y “Dolores” me mira a mí, se siente un alivio al cobrar venganza.

Mi música se detiene, “Dolores” ha pausado mi música, y me ha quitado mis audífonos para que no la ignore.

-          Eres bastante atrevida, no quiero que te sobre pases. ¿Qué te pasa? ¿Qué quieres?

-          No me sobre paso, tu aceptaste esto, y ¿Qué quiero? Quiero que pierdas tu juego con la bella “Alison”

-          ¡Espera! ¿Cuál es tu papel en este juego?

-          Quiero que “Alison” gane.

-          Deberías meterte en tus asuntos, ese juego ficticio no es de tu incumbencia.

Me mira, y se da vuelta, me ha ignorado nuevamente, no puedo creer como esto pasa una y otra vez, prometo que me vengaré.

Son alrededor de las 10:30 Pm, el bus hace una parada en Ibagué, todos están ansiosos de bajarse del autobús, espero a que todos bajen para bajar yo también, no quiero dejar mis cosas sin vigilancia.

Una vez el autobús está vacío, me dispongo a salir, pero “Dolores” aún está a mi lado.

-          ¿No piensas salir?

-          Lo pensaré, sal tu si quieres.

Me aterra la manera en que se comporta, es simplemente muy grosera en su esencia misma.

Ignoro sus palabras y la tomo de su mano, la empujo hacia mí, no se lo esperaba, mi acción causo en ella una respuesta de desconcierto y asombro, atónita y desconcertada hace lo que le digo, aún estoy prendido de su mano, salimos del autobús, y de una forma muy grosera se suelta de mí, y se marcha en dirección al baño, desaparece de mi vista. No debería preocuparme por una persona tan grosera, espero que éste viaje termine pronto, es una persona muy tóxica y eso me arruina mi buena vibra y paz interior, no me importa, ella verá qué coño hace, suspiro y libero mis hombros de la carga, voy al restaurante y pido un tamal para cenar, antes de salir del autobús, el conductor anuncio una parada de 40 minutos, así que aún tenía bastante tiempo, la mayoría de los pasajeros estaban comiendo algo.

Levanto mi vista en busca de “Dolores” pero no logro verla, termino rápidamente mi cena y voy en busca de ella, ésta está sola en la sala de espera, esperando a que el bus emprenda marcha, resistiéndome, voy a ella, a la defensiva, a la espera de una mala contestación.

-                   ¿Por qué estás sola?

-                   Me gusta estarlo, ¿No es evidente?

-          Que grosera, ¿no piensas bajar la guardia? Después de este viaje no nos volveremos a ver, ¿Puedes ser un poco más amable?

-          No, no puedo, además no te pedí que me buscaras. – Responde mirando al frio suelo.

-          Usted es una persona tóxica, me largo de aquí. – Con ira le respondo mientras me doy vuelta para abandonar el lugar.

Mi marcha se ve detenida, es “Dolores” que me sostiene con su mano.

-          ¿Qué quieres? Suéltame.

-          No te lo pedí, pero te lo agradezco, ven, siéntate, aún quedan 20 minutos, ¿Ya cenaste verdad?

-          Para que me invitas a estar a tu lado, si te vas a comportar de una manera muy altanera, no te entiendo. ¿Te sientes bien…

Rápidamente, se levanta y me besa con pasión, me ha tomado por sorpresa, sus labios juegan con los míos, y mi lengua busca la suya, me abraza y yo la abrazo a ella, nos besamos como si nos hubiéramos conocido toda una vida, cedo ante el beso, cierro mis ojos y “Dolores” cede también.

Nos separamos uno del otro y estoy atónito, “Dolores” esta sonrojada y su mirada huye de la mía, toma asiento y con su mano, me empuja hacia ella, para que me siente a su lado.

-          “Alison” se va a enojar contigo.

-          ¿” Alison”? ¿Por qué se enojaría conmigo? – Intrigado le pregunto insistente.

-          Ella dijo que no te quería compartir, ella es celosa.

-          En primer lugar, no se quien sea esa loca, segundo lugar ¿Por qué me besaste?

-          Fue un impulso, “Alison” se enojará si le dices loca. – Su gesto ha cambiado, se nota mucho más alegre.

-          No me importa lo que “Alison” diga, ella no está aquí, ¿Ya cenaste?

-          Ella podría darse cuenta, ya veras, no, no he cenado.

-          ¿Por qué no comes algo? ¿No traes dinero?

-          Exacto, no llevo ni un solo peso encima.

-          Ven, vamos a comer algo, te invito.

-          No quiero, no me gusta que tengan lastima de mí, por eso prefiero estar sola. – Responde escondiendo su rostro.

Me levanto y la dejo sola, camino con prisa hacia la cafetería y compro dos jugos en botella, uno sabor a mora y otro sabor a piña naranja, más un sándwich de jamón con pollo, una vez comprado todo, me dirijo al autobús, a esperar a que inicie el viaje, la mayoría de las personas están regresando, hago la fila para entrar y me siento en mi querido asiento a esperar a que el autobús emprenda marcha; ya han pasado los 40 minutos y “Dolores” no ha llegado, el chofer espera con afán su regreso, se acerca a mí y me pregunta por ella, le digo que no la conozco, él me dice que me ha visto hablando con ella y como nos besábamos, no tuve otra opción que salir e ir en busca de ella, no puedo creer los inconvenientes que me ha causado durante éste viaje, lo mejor sería dejarla tirada en éste lugar, caminando y caminando no la veo en ningún lado, un mensaje llega a mi celular, lo abro y es “Alison” diciendo que el autobús se va a marchar sin mí.

-          Si no te das prisa, el autobús te dejará tirado, no te preocupes por lo que estás buscando, sólo date prisa y regresa.

-          ¿Está tu amiga en el autobús?

¡MIERDA! ¡Joder con estas tías! Ambas me dejan hablando solo, mi sangre está hirviendo, quiero que éste maldito viaje termine pronto, regreso corriendo a donde está el autobús, y veo que está emprendiendo marcha, el chofer me ha visto y me hace señas de que me espera fuera del terminal, la loca de “Dolores” está sentada en mi asiento, empiezo a correr detrás del autobús, y a la cuadra se detiene, abre la puerta en ingreso a él, estoy muy agitado, tengo sed, me siento en el asiento de mi compañera, tomo aire, y con toda la ira del mundo le digo:

-          ¿Por qué coños me haces esto? ¿Acaso soy responsable de ti? Pudiste haberle dicho al chofer que me esperara, al final esto ha sido solo tu maldita culpa, nos conocemos solo unas horas y ya has arruinado gran parte de mi viaje, ¿podrías dejarme en paz? – Me desahogo con mucha ira.

-          No te enojes, no te dije que me buscaras, no te dije que te preocuparas por mí, ¿Por qué me buscas? ¿No te dije que prefería estar sola? – Responde airada, lo noto en su tono de voz y en la forma en que me mira.

-          Si no hubiera ido a buscarte ¿Quién más lo hubiera hecho? – Desde lo más profundo de mi ser doy mi respuesta.

-          Déjame en paz.

-          Tu déjame en paz a mí, todo lo que ha pasado ha sido tu culpa, en todo caso, te compré un sándwich y un jugo de mora, cómelos cuando quieras.

No es difícil de adivinar su siguiente acción, ignorarme y dejarme hablando solo, me agarra del saco con su mano derecha mientras que con su izquierda oculta su rostro, puedo percibir que me excedí con mis palabras, me mira con los ojitos aguados tratando de ocultar su sensibilidad, me mira y me mira, y yo la miro a ella, guardamos silencio, ella agarra el sándwich le da un mordisco y posteriormente agarra mi jugo de piña naranja, lo destapa y lo empieza a beber, dentro de mí, sufro porque el jugo que ella bebe es el mío, y su sabor me gusta mucho, pero, prefiero no decir nada para no agrandar la situación, la veo y sonrío, se ve bastante linda cuando come, termina de comer y por educación al menos un gracias está bien, lo que me sorprende aún más que las veces anteriores, es que, como si nada, me ignora, y vuelve a ver su maldita serie en su celular, y para cortar la comunicación conmigo se pone sus malditos audífonos.

No soy del tipo de hombre que suele tener paciencia con las mujeres de este tipo, siempre soy claro, muy franco a la hora de ir en busca de lo que quiero, pero ¿Cómo es posible que una desconocida como ella, me haya hecho hacer tantas cosas en unas cuantas horas?

Me sorprende, un hombre como yo, que siempre mantiene todo bajo control, acostumbrado a dominar en vez de ser dominado, me encuentre accediendo a los caprichos de una desconocida.

A medida que avanzo en el tiempo, me pregunto ¿Será esto una coincidencia? ¿Es el karma que viene en busca de saldar deudas? No dejo de pensar en lo que hoy me ha sucedido, maldita sea, mi cabeza va a explotar, en unas cuantas horas “Dolores” ésta desconocida me ha hecho salir de mi comodidad, estoy cabreado, no he podido controlar la situación, ¿Quién es? La intriga me carcome, pero mi orgullo de alfa no me deja retroceder, ¿Seré tonto al dejar pasar esta oportunidad? ¿Sera esto bueno para mí? ¿Me divertiré? Muchas dudas se levantaron en mi mente a raíz de mi desbordante mal genio, me relajo, siempre suelo volver en mí y tomar control de mí mismo.

Miro “Dolores” tiene sus audífonos puestos, ha dejado de ver videos y ahora escucha música.

De Ibagué a Cali, son aproximadamente 6 horas con buen tráfico, así que aún me quedaban 6 horas de karma.

Abro mi mochila y saco una manta, para repeler el frio del aire acondicionado que hay en el autobús, me la pongo encima abro mi chat para seguir hablando con Catalina, pero joder, son las 11: 45 Pm, prefiero no molestarla, así que le envío un mensaje de buenas noches.

-          La noche es fría, espero sueñes conmigo, pero no vayas a mojar tus sabanas en el proceso.

-          Abro el chat de “Alison” y leo una y otra vez lo poco que hemos hablado, empieza a escribir, y cierro su chat para que no se entere de que intriga.

-          ¿Qué tal el viaje?

Espero unos segundos y respondo.

-          Entre lo común, pero tu amiga me ha sacado de mis casillas, es una loca, pero ciertamente me intriga, ¿Cómo es su nombre?

-          Pregúntale a ella, ella te lo dirá, suena a que has tenido una buena aventura.

-          Nada de eso, hoy me ha estresado en gran manera la loca de tu amiga.

-          ¿Sabes? No deberías decirle loca, si se entera podría enojarse.

-          No se dará cuenta, además es cierto, parezco su niñero.

-          Lo importante es lo que pasara de aquí en adelante, no te olvides que estamos jugando, ya casi termina el primer día y creo llevar la delantera.

-          ¿Cómo dices eso? Si no te he visto, ni te conozco.

-          Simple corazonada, ¿Debería llamarte “Cariño” o “Cielo”? No me decido, quizá deba decirte “My all” Si, perfecto, ¡me gusta!

-          Tu también estas como loca, seguiré tu juego, llámame como quieras, ¿Qué obtiene la persona que pierda?

-          El que pierda, lo perderá todo, perderá su corazón y la capacidad de ser feliz con otra persona.

-          Que dramática, ¿Mi corazón? ¿Para qué lo quiero?, tómalo si quieres, pero te aseguro que no harás nada con él.

Ha leído el mensaje y se ha desconectado, bloqueo mi teléfono, inclino mi cabeza hacia atrás, miro al techo, cierro mis ojos y doy un gran suspiro, giro mi cabeza y veo que “Dolores” se encoje por el frio que hay dentro del autobús, mi caballerosidad me obliga a cubrirla y protegerla del frio, no debería hacerlo, pero de alguna manera, no puedo simplemente ignorarla, este viaje terminara pronto.

Le pongo parte de mi manta, “Dolores” se endereza en su asiento, me mira en silencio, sonríe y me quita la manta en totalidad. - ¿es enserio? Grito en mi cabeza, ¿Hasta dónde puede llegar su maldito egoísmo? -. Se ha cubierto en totalidad, me resigno a que he perdido mi manta, así que me cubro más con mi saco, pero para mi sorpresa, “Dolores” se acomoda con sus pies hacia la ventana y su espalda apoyada contra mi regazo, ¡VAYA! Esta tía no deja de sorprenderme, está llena de sorpresas, tengo frio, así que cedo a su locura, levanto mi brazo derecho y lo paso por entre su cuello, abrazándola, esta sensación se siente agradable, es cálida en cierta forma, su rostro se anida en mi pecho, su cabello huele increíble, para mayor efecto, con sus tibias manos sostiene mi mano derecha. - Qué raro ha sido este día, me enoja, pero pensando profundamente, siento que me agrada. – Con mi mano izquierda le pongo play a mi playlist, me pongo mis audífonos, abro mi chat con “Alison”, veo que no está en lidera desde hace un rato, decido enviarle un mensaje.

-                   ¿Sigues ahí?

Inmediatamente el celular de “Dolores” vibra, me percato de ello, pero no saco ninguna conclusión, envío un nuevo mensaje, uno tras otro, y el celular de “Dolores” no para de vibrar.

Libero mi mano de entre las suyas, me enderezo en mi asiento, y obligo a “Dolores” a hacer lo mismo, levanto su rostro suavemente, pero esta me manotea, bruscamente, la miro con asombro y ella me mira con como si nada.

-          ” Alison”, ¿eres tú? ¿Has estado jugando conmigo todo este tiempo?

-          Pensé que eras más listo, por un momento pensé que estabas siguiendo mi juego. – La expresión en su cara es como la de un poema, su cara sollozante de risa, y su risa burlona, se saca de quicios.

-          Maldita sea, ¿Cuántas veces más piensas burlarte de mí? ¿Con cuantas personas haces esto? ¿Te sientes bien? Eres una mal criada. – me acerco a su cara hablando con un tono airado.

-          No me culpes a mí, por tu mala deducción, de igual manera, decidiste jugar conmigo. – Acerca su rostro al mío sínicamente besa mi nariz con sus labios.

Mi enojo se quiere disipar, pero no puedo dejar que simplemente se burle de mí.

-          ¿Por qué simplemente no me dijiste que estabas en el autobús?

-          Te lo digo nuevamente, pensé que eras más listo. – se da la vuelta, apoya sus pies contra la ventana y recuesta su torso hacia mi como hace un rato, busca mi mano derecha y la abraza como si fuera un peluche.

Mi asombro es infinito esta noche, nunca me he topado con locas de este calibre, me relajo y dejo que el momento fluya, me pongo mis audífonos nuevamente, me acomodo en una posición cómoda y la abrazo suavemente, cubriéndola con mis manos, está en un acto de cinismo, me quita uno de mis audífonos y se lo pone, agarra mi móvil y sin desbloquearlo empieza a cambiar las canciones hasta toparse con una que conoce y que le gusta, ya no me sorprendo por su acción, más bien me ha sacado una fatídica sonrisa, se detiene, es una canción de “Sofía Eller”  Titulada: Segundas partes entre suicidas, la escuchamos una vez, dos veces, hasta tres veces, veo que le gusta mucho, se levanta, queda de rodillas sobre el asiento, frente a mí, me mira, acerca su cara a la mía, a tal punto de que las puntas de muestras narices quedan unida, nuestras miradas se entrelazan una a una, reproduce nuevamente la canción desde el inicio, acerca su boca a mi oído, pasa sus brazos por mi cuello, y empieza a cantar en susurros al son de la melodía, sostengo su cuerpo con mis manos, siento mi corazón acelerarse, que sensación más extraña.

Dejando la canción a medias, vuelve al frente de mi rostro, sus oscuros ojos brillan por el brillo de sus lágrimas. No entiendo que sucede con ella, me confunde, pero decido no preguntar, no me gustaría abrir alguna herida, pero también pienso que solamente quiere jugar conmigo, guardo silencio y continuo con su juego, sin liberar mi cuello por completo, con una de sus manos sostiene mi rostro, estoy consciente de todo lo que sucede, así que decido actuar, al final soy un jugador al igual que ella, me acerco a sus labios y les doy un suave mordisco, Alison me corresponde y nos besamos lentamente, su boca arde, su respiración es profunda y lenta, sus movimientos son lentos pero certeros, me dejo llevar por el momento y empiezo a deslizar mis manos por su cuerpo hasta detenerme en su trasero, es bastante grande, cuando decido apretarlo con mi mano, Alison toma mi mano y las pone sobre mis piernas sin dejar que nuestro segundo beso finalice. – Al menos tiene principios. – Pienso para mí.

Termino el beso con una breve mordida en su labio superior, me separo de esta y veo a Alison aun con sus ojos cerrados, como alguien a la espera de un maravilloso beso, la abrazo, esta se sienta, y se recuesta hacia mí.

-          No creas que soy como Catalina, la zorra de tu amiga, no soy tan fácil, ni mucho menos de ese tipo de mujeres.

-          Tus palabras no concuerdan con lo que haces, ya casi es media noche, pronto será martes y restaran 6 días mas, para que te enamores de mí. – Le susurro al oído.

-          No te preocupes por el tiempo, ni por saber quien ganara, relajare y no temas, “Guapo”.

-          Ninguna de las anteriores, “No habrá ninguna voz que en esta tierra que haga que mi corazón tiemble”, así que, te deseo el peor de los ánimos, me compadeceré de ti, mi “Guapa”

-          Como digas.

-          Tengo dos preguntas para ti, la primera es. La chica de la foto que me mostraste hace un rato, ¿Eres tú? La otra es ¿Cuántas veces has hecho esto? Es decir ¿Con cuántos hombres más has iniciado este juego?

-          No estoy obligada a responder ¿Verdad? Creo que deberías estar más pendiente en tus propios asuntos, eso de chismosear les queda mejor a las mujeres, pero lo haré. La de la foto, efectivamente soy yo, y no, esta es mi primera vez haciendo esto.

-          Que grosera eres, no dejo de sorprenderme, la próxima vez que me respondas de esa manera, puedes irte a la mierda con tus maletas y todo. Tienes un cuerpo bastante bonito ¿Tienes novio o algo?

-          Que sensible eres, compórtate como un varón, no tengo novio, de hecho, odio a los hombres, por tu amabilidad quería fastidiarte un poco. – Responde cambiando una a una las canciones de mi playlist.

-          Eh, acaso ¿Tenemos una feminista? No tengo nada que ver con tu “odio” hacia los hombres, pero me intriga, dime ¿Qué ha sucedido contigo?

-          No lo soy, pero las mujeres tienen las mismas capacidades que los hombres, y quizá, tal vez, muchas más, y con respecto a mi “odio” hacia los hombres, tuve una mala experiencia con los de tu raza.

-          Está bien, si quieren igualdad de género, por mi está bien, no me afecta en lo absoluto, y no soy un perro para que me clasifiques dentro de una raza. ¿Qué te ha pasado?

-          Te lo dije anteriormente, deja el chisme para las mujeres, en un supuesto “varón” se ve un poco mal, ¿No crees?

-          Te hare pagar por cada ofensa que me haces, te acordaras de mi por siempre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

27 de Noviembre de 2018 a las 02:42 0 Reporte Insertar Seguir historia
1
Continuará… Nuevo capítulo Cada 15 días.

Conoce al autor

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~