marco-medina1541718256 Marco Medina

Esta es la historia de dos chicos que se conocieron por casualidad, se enamorar por la verdad, y terminaron amando se más.


LGBT+ Todo público.

#magic #magia #bl #boyxboy #gay #love
1
5.2mil VISITAS
Completado
tiempo de lectura
AA Compartir

Capitulo único.


Los hechizos de amor verdadero si existen, solo debes esperar a la persona correcta con la que darla, si lo intentas mucho con desesperación puede que nunca funcione, pero nunca hay que perder la fé, por que algún día la encontraras.




Esto empezó hace mucho tiempo, cuando vivía con mi padre y mi madre.

Hijo, baja a desayunar-Exclamó mi madre despertándome de un susto. Está bien, está bien-Le grite con desgano y bostezando.

Bajé tras unos minutos para vestirme completamente, no me vestí con uniforme, ya que estábamos en vacaciones así que solo una remera, pantalones y zapatos.

Salí de mi habitación y me encontré con una madre sonriente y un padre sentado leyendo el diario como le hace todos los días.

Después de tomar desayuno me fui a la terraza y pude divisar ¿Una persona volando? No puede ser así, me frote los ojos y seguía viendo lo mismo, cuando de pronto siendo que algo impacta contra mi estómago.

¡Auch! -Exclame junto con la otra persona.

Este hombre tenía unos ojos verdes penetrantes y un cabello rubio muy bien peinado, si que era muy bonito.

Lo siento-Comento el misterioso hombre que choco conmigo.

No es nada-Le dije yo con una sonrisa en los labios.

Estaba buscando la academia de magos que hay por aquí cerca.

¿Una academia de magos aquí? Eso no podría ser, eh vivido aquí durante años, no creo que existe algo así.

Lo siento, pero no hay nada por aquí-Le comenté.

No puede ser así, está allí-Dijo apuntando unas torres que se podían divisar a los lejos-Bueno, debo irme, adiós y lo siento mucho.

Tomo su escoba para partir rumbo a la academia, pero sin pensarlo mi cuerpo se movió solo y lo detuve mirándolo a sus ojos, sus hermosos ojos, duro unos segundos, pero para mí, fueron años los cuales no olvidare.

Oye, ¿Cuándo podré volver a verte? -Pregunte entusiasmado.

No lo creo-Exclamo con cierta tristeza- Lo siento- Comento antes de que mi visión se volviera negra y sentí que me desmayaba.

¡Espera! -Salte de mi cama y vi como mi mente sudaba, ¿Habrá sido un sueño?

Me levante hacia la terraza e intente divisar el punto que me había señalado el chico, ¿De verdad fue un sueño?

Hijo, ¿pasa algo? -Pregunto mi madre preocupada

No es nada -Dije haciéndome el tonto, pero con una sonrisa en la cara.

Okey, bueno, si pasa algo me dices-Exclamo retirándose de la habitación con una sonrisa en la cara.

El día paso normalmente, ya llego la hora de dormir, me puse el pijama y me recosté en la cama pensando en lo que paso en la mañana. Intente quedarme dormido, pero sentí que alguien me miraba, me hice el idiota, eh intente dormir, pero no pude, así que me di vuelta y vi una sombra escapar por mi ventana.

¡Hey! -Grite, me levante y me dirigí a la ventana viendo como alguien escapaba.

Estaba asustado así que entre a la cama, me tape completo y me puse en posición fetal intentado quedarme dormido, lo cual pude realizar.

Esto fue pasando durante varios días, así que decidí saber quién era, Una noche puse unas almohadas en la cama simulando ser yo. En unos instantes apareció algo por la ventana y se acercó a lo que fingía ser yo.

Si tan solo supieras quien soy podrías estar conmigo -Y este no pudo terminar ya que sonó un estruendo fuera de mi habitación, mis padres se acercaban y este se escondió justo donde yo estaba, en el closet, este se sorprendió, pero no pudo hacer nada, ya que mis padres entraron, echaron un vistazo y se marcharon.

¡¿Quién eres?¡-Le dije gritando.

No te puedo decir, lo siento-intento escapar, como le hizo la otra vez, pero esta vez no lo iba a dejar, esta vez estaría conmigo.

Lo tome entre mis brazos dejando su espalda contra mi pecho, no lo deje escapar

¿Que haces? -Me susurro fuertemente.

No te dejare ir, quiero saber quién eres, y quiero saberlo ahora, ¿Eras tú el de la escoba? -Pregunte

Sí, era yo, lamentablemente me tengo que ir, pero antes- Me tomo de la nuca y junto nuestros labios en un profundo beso, cuando nos separamos había un pequeño hilo de saliva entre nuestros labios-Obliviate-Dijo sacando una varita de su bolsillo eh intentando apuntarme.

Me corrí de ahí y no me llego esas como partículas de un color verde, este quedo impactado y huyo sin decir ninguna palabra.

Pasaron unos días de ese encuentro y ya comenzaron las clases.

Señor Sam, ¿Por que no está prestando atención a la clase, quiere reprobar? -Dijo la profesora asustándome.

No profesora, lo siento-Le comenté rápidamente con el pulso acelerado.

Está bien-Dijo la profesora para seguir haciendo la clase.

La clase continuo normalmente, yo intentando prestar atención y la profesora hablando sobre cosas que me costaban, no podía sacar de mi cabeza ese beso, cada vez que pensaba me tocaba los labios intentando sentirlos nuevamente, pero no podía.

Llego la hora de irme a casa, cuando llegue y entre a mi pieza me encontré con una carta que decía:

"Hola Sam, espero que estés bien y que hayas intentado olvidarme, si no es así, puedes tomarte esta poción y ve a ese lugar el cuál te comente la primera vez que nos vimos.

Esta poción solo se pude tomar 1 vez, y creo que sabrás donde la debes ocupar.

En el camino atravesaras una barrera y veras a personas volando con escobas, intenta que nadie te vea, y si lo hacen, procura decir que eres un mago, si no, tendrás un buen castigo, estaré esperándote hasta las 12, estaré en la torre más alta que hay ahí.

Si en verdad quieres luchar por mí, ven sí no, olvídame, pero recuerda, te estaré esperando.

Firma Jayce.

Quede anonadado tras leer esto, pero no sabía que hacer, ¿La magia existe? ¿El de verdad me quiere? ¿Qué pasa conmigo? Son muchas preguntas, pero pocas respuestas.

No sabía que hacer, así que decidí ir, debía darle un final a esto, él debía decirme por que entraba en mi habitación.

Espera hasta la misma noche de ese día y escape de mi casa, me dirigí hacia a donde apunto aquella vez que nosotros nos vimos.

Estaba cansado, preocupado y desilusionado, no sabía que hacer, no sabía que hacer, ¿Este me habrá engañado? No creo, el me lo pidió e incluso me dejo una poción, lo cual es muy raro, que pasa si es veneno, no me puedo confiar de un extraño, me puede engañar, ¡puedo morir! No sé que hacer, pero tampoco debo estar dándole vueltas al tema, si él me quiere de verdad, no me daría algo que me mate.

Antes de que pudiera terminar de pensar eso, comencé atravesar algo como viscoso el cual no podía tocar, pero sí sentir.

Ahí pude ver muchas torres, quede anonado, no sabía que hacer, vi mi reloj y ya son las 11:45, queda muy poco tiempo, en unos segundos logre divisar la torre más alta de ese lugar, no sabía que hacer, ¿Cómo cree que llegare ahí? ¿Volando? ¡Espera, la poción! Sí, como se me pudo haber olvidado, por favor que haga algo.

Por favor, no quiero morir- Decía medio sollozando de miedo antes de beber esa rara poción.

Antes de que pudiera decir algo, sentí que mis músculos se tensaban, este se hacía medio invisible, pero yo podía verlo perfectamente, se podría decir que era transparente, ¡Entonces, es una poción de invisibilidad! Pude deducir perfectamente por mi transparencia.

Tras ver mi invisibilidad salí corriendo inmediatamente hacia aquella torre, ¡No había puerta! Como él quiere qué entre ahí, ¿volando?

Entre por la puerta principal de esta academia, no sabía que hacer, como quiere que me dirija ahí.

Estaba caminando por unos pasillos los cuales tenían cierta temática medieval, subí unas escaleras y pude ver a ese chico, a ese chico que no puedo sacar de mi cabeza, que está en cada uno de mis pensamientos y que quiero que este conmigo el resto de mi vida.

Pero, no lo vi solo, estaba con otro chico, los vi muy juntos, solo tuve una opción imaginarme que eran novios y la única junto a esta fue ponerme llorar descontroladamente, no sabía que hacer, no sabía a donde ir, así que fui a la dirección contraria de él, pude ver que él giraba su vista, pero al parecer no vio nada, porque no corrió detrás de mí.

Entre en una habitación, que aparentemente estaba vacía, Estaba anonadado, con muchos pensamientos en mi cabeza ¿Serán novios? ¿Habré malinterpretado todo? Y si fuera así ¿Por qué me dejo esa carta en mi habitación? Tomé esta misma y me sentí como lagrimas con mucha más potencia resbalan de mis ojos, unas lágrimas acidas de ira, impotencia y desilusión.

Sentí que alguien ingresaba a la habitación, pero con solo la impotencia que tenía me cegaba, yo solo necesitaba un abrazo, así que, sin pensarlo dos veces, lo hice, lo abracé como nadie en la vida, necesitaba apoyo y uno de esos que solo tu mejor amigo te puede dar, pero no está aquí conmigo.

Este se sorprendió, cuando termino no creo que haya visto nada, pero el si lo hizo me miro de pies a cabeza, y este no hizo nada malo, solo me abrazo nuevamente y deje que unas lágrimas cayeran de mis rojas mejillas.

Sam, al fin puedo verte – Dijo susurrándome en el oído, haciéndome tener una corriente eléctrica que recorrió todo mi cuerpo en un segundo.

¡Vete! -Le dije gritando- ¡No te quiero ver, vete con esa otra!¡No sé porque me enviaste esa carta si tenías a otro a tu lado! -Terminé de decir sacando toda esa ira que tenía acumulaba dentro de mí, por fin pude sacarlo, pero el solo mantenía una sonrisa y de repente se rio, se rio de mí, de mis sentimientos.

Nunca te cambié, desde el primer día que vi esos ojos que iluminaran mi camino, lo que espero que sea por el resto de mis días-Dijo acercándose a mi lentamente.

¿Quién era esa persona que estaba contigo mientras bajabas las escaleras? -Le dije un poco calmado.

Era mi hermano, a ti no te cambiaría por nada del mundo- Dijo antes de posicionar sus labios sobre los míos, sus labios eran una cerradura que solo los míos abren y abrirán el resto de la vida, o eso creí yo.

Antes de irme nuevamente me dio otra poción, pero esta para tele transportarme nuevamente aquí.

¿Por qué no me diste una de estas para venir más pronto? -Le comenté un poco enojado, perdí mucho tiempo, sufrí, pero son recuerdos que llevara el viento en algún momento.

Porque no sabía cómo hacer una de estas-Me comento con cierto tono de risa.

¿Señor Jayce, está ahí? -Dijo alguien detrás de la puerta.

Quedé impactado, me metí inmediatamente en el closet.

Permiso Señor Jayce, ya es hora de irse a dormir, además, le traigo esto, se lo dejare en el closet- Dijo muy calmadamente, por lo que oí.

Tranquila Señora Misae, yo la dejo ahí, usted no se preocupe-Exclamo mi Jayce.

Okey, está bien, muchas gracias- Estaba por cerrar la puerta cuando dijo- Sera mejor que lo escondas mejor, te quiero y estimo mucho, pero esto es malo, y sabes las consecuencias de esto-Termino de decir eso y se retiró de la habitación.

Ya han pasado unos días que eh estado entrando a su habitación, son los mejores días que eh pasado en mi vida, pero como dicen lo bueno, no es para siempre.

¿Como que tengo que hacer un entrenamiento para que sigamos estando juntos? -Le dije asustado.

Así es, alguien le comento a mi padre lo que hemos tenido nosotros, me dijo que no pasaba nada y que solamente, debías convertirte en un mago de verdad-Dijo abrazándome- Lo siento, pero si quieres olvidarme, puedes hacerlo.

¡No quiero hacerlo! Yo te amo, podre ser muy apresurado, pero quiero pasar cada día de mi vida contigo, yo, sí are esto por ti -Le dije con una sonrisa falsa en los labios, pero, are lo imposible para estar junto a él.

Toma-Me entrega una lista con hechizos, sus funciones y una varita-Estos son hechizos, son todos los que existen, sé que no te los aprenderás todos, pero, de alguna manera tache los más importantes y que creo que aparecerán en la prueba, debes practicar con la varita, no siempre te saldrán bien los hechizos, pero ruega que sí.

No sabía que hacer, ese día me fui a mi casa sin despedirme de Jayce, tomé esa lista, la varita y empecé a practicar.

Perros y gatos, algo hermoso y crucial, quiero que esto se mueva a mi propia voluntad-Dije apuntando hacia un pequeño lápiz, con algo hay que empezar. Seguía apuntando el lápiz, tenía miedo que no pasara nada, pero me atreví y pude divisar este pequeño lápiz, flotar.

¡Lo logre, lo logre! -Dije muy emocionado y gritando.

Bien, bien ahora uno más complejo-Dije preparando mi varita nuevamente apuntando hacia un mueble que tenía roto.

Tesoro mío, tesoro de amor, quiero que estés como nuevo, sin ningún rasguño. -Terminé de decir esto, pero vi lo contrario a un mueble reparado, si no, lo vi explotar.

Haber, haber, hay un hechizo para eso. -Dije mientras ojeaba la lista-¡Aquí está! Aquaeructo.

Tras decir eso, mi varita era semejante a una pistola de agua, apunte al mueble y el incendio paro.

Ahora, a secarlo, haber Perfecto, bonito esto debe estar por eso quiero que se seque y no que no quede agua en ningún lugar. - Tras decir esas palabras no quedaba nada de agua ahí, estaba completamente seco. Seguí practicando hechizos durante días, algunos salían, otros no, muchas veces estuve por quemar la casa, pero gracias a Jayce, pude hacerlo.

Ya llego el día, llego el día en el que se decidirá si podre estar con él o no, esto va a determinar si nuestra relación sigue o no, no sé que are si pierdo esto, lo único que sé, es que no lo veré nuevamente.

Y ahora presentamos a el nuevo concursante para ser mago, ¡Sam! -Anunciaba el presentador con un gran entusiasmo, pero es lo que el sentía, está feliz porque le pagaran, pero uno, no puede estar feliz si de esto depende su vida.

Bien Sam, debes hacer el siguiente hechizo correctamente, acendio -Menciono el ministro de magia Alejo, pero tras decir esas palabras aparecí en una piscina, como tal estaba repleta de agua, pero esta era un verde.

Acendio-Dije firmemente apuntando el cielo haciéndome elevar estando sano y salvo.

Muy bien, muy bien -Menciono el director del Instituto el cual nadie sabe el nombre, pero como apodo es Keichi.

Bien, ahora di un maleficio imperdonable contra esta manzana-Dijo eso y apareció una manzana sobre una mesa delante mío.

Avada -Dije eso y no pasó nada-Avada Lo mismo que lo anterior, nada.

Bueno, todavía quedan 3 hechizos más-Dijo sonriéndome para levantarme el animó, cosa que no se podía lograr muy fácilmente- Bueno, Ahora debes protegerte de un hechizo cualquiera, ¿Okey? Creo que debes saber el siguiente hechizo.

Chispeo los dedos y apareció un mago a unos metros de distancia.

¡Protego!-Grite seguro, pero unos segundos después sentí como algo impactaba contra mi pecho y cegaba mi vista-¡Sam!

Fue lo ultimo que logre escuchar antes de que mi vista se cegara por completo.

En este vacío no siento nada, no veo, no toco, no pienso en lo malo, solo en él.

¡Sam!, despertaste-Pude escuchar mientras sentía que alguien se abalanzaba sobre mí.

Este solo se limpió las lágrimas y sentí la puerta, con lo que creí que se fue.

Ya pasaron unos minutos y nada, así que solo tenía una opción, salir de la habitación, me pare muy fácilmente, creo que debieron haber usado el hechizo Braquiam Emendo.

No debemos contarle que el fue eliminado de la prueba, no seria bueno para el -Escuche que comentaban mientras divise a Jayce sentado en una silla.

¡¿No pase la prueba?! -Le grite y salí corriendo de ese el lugar, me encontraba perdido, como aquella primera vez intente entrar a el castillo.

Pude encontrar la salida de una vez por toda y escapar de ahí, estaba a punto de cruzar las puertas cuando siento que me transporto a otro lugar mágicamente.

Señor Sam, le anunciamos que usted fue descalificado-Dijo eso y pude sentir unas lagrimas caer por mis mejillas sin mi consentimiento.

¡Sí es así, me voy con el!- Dijo una voz por el público, gire mi cabeza hacia este y pude divisar a Jayce dirigirse hacia a mi con los brazos abiertos para darme un fuerte abrazo, o eso es lo que creí.

Y ese lo que creí, se convirtió en realidad, unos segundos después sentí que el me abrazaba con sus calurosos brazos que rodeaban cada parte mi mí.

Me ire con el-Dijo firmemente antes de que un miembro del consejo de magia, Taquero, nos hiciera un hechizo.

Obliviate-Dijo apuntándonos a los dos mientras Jayce seguía abrazándome y dándome un beso, pero no uno normal, uno de amor verdadero.

Han pasado unos años tras eso, pero nunca nos afectó este hechizo.

Los hechizos de amor verdadero si existen, solo debes esperar a la persona correcta con la que darla, si lo intentas mucho con desesperación puede que nunca funcione, pero nunca hay que perder la fé, por que algún día la encontraras.

Que haces amor-Me dijo Jayce mientras me daba un beso.

Nada, solo recordaba todo lo que pasamos para llegar hasta aquí-Lo bese nuevamente y lo abrase sintiendo sus cálidos brazos rodeándome.

8 de Noviembre de 2018 a las 23:32 0 Reporte Insertar Seguir historia
0
Fin

Conoce al autor

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~

Historias relacionadas