jdaflob J David

Por fin el mundo sabrá la verdadera historia del transbordador espacial Súper Seis. David ha dedicado meses a recorrer el mundo en busca de los testimonios que aquí se ofrecen. Una bomba cambio su destino y lo sumergió en el mundo oculto tejido por una red gubernamental que trata de ocultar la VERDAD. ¿Un accidente? ¿Sabotaje? ¿Que fue lo que ocurrió aquel fatídico día de 1993?


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NOTAS DEL AUTOR - IMPORTANTE LEER

“Mira a las estrellas y habrás desaparecido.”

 

The Fight Club

Chuck Palahniuk

 

 

 

 

Notas del Autor

 

25 de febrero de 1995, la Habana Cuba.

 

1


Amigo lector mi nombre es David Cruz Doe, tengo 32 años y radicaba en San Antonio Texas. Soy nacido en México concretamente en Nuevo León Monterrey el 2 de octubre de 1962. Soy hijo de David Cruz Méndez, empresario en la manufactura de maquinaria de imprenta y figura de la cual viene mi gran interés a la vocación de periodista, mi madre se llamaba Lisa Doe, hija de un acaudalado empresario ganadero, nacida en San Antonio, conoció a mi padre a los 19 años en un evento de beneficencia comunitaria organizado por su padre.

Estudié periodismo en la universidad de San Antonio, me gradué en 1986 con reconocimiento al aprovechamiento y obtuve mi primer trabajo en enero del 87 en el “Daily American News” gracias al subdirector que después de haber sido cliente de mi padre durante 10 años, se había convertido en su amigo de borracheras. Mi primer trabajo importante fue en febrero de ese año, el periódico me encomendó cubrir la sesión del consejo de seguridad de la ONU que emitía la resolución del cese al fuego entre Iraq e Irán, a partir de ese momento comenzó mi carrera periodística como corresponsal de guerra y corresponsal especial ante la ONU.

 

En los siguientes 8 años di la vuelta al mundo escribiendo y fotografiando los hechos bélicos y políticos más importantes del momento, la cuarta guerra de las ciudades (marzo del 87), el acuerdo Gorbachov-Reagan (diciembre del 87), el retiro de las tropas Soviéticas de Afganistán en el 88, la masacre en China de la Plaza de Tiananmen (junio del 89), la caída del muro de Berlín (noviembre del 89), la invasión de Kuwait (agosto del 90), Guerra del Golfo Pérsico (91), Guerra civil de Yugoslavia (junio del 91), Acuerdos de Chapultepec (febrero del 92), Guerra de Bosnia (92), acuerdo de desarme nuclear START ll (93), creación por parte de la ONU de Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia (febrero del 93) y finalmente la masacre de Markale en Bosnia.

 

2


El sábado 5 de febrero de 1994 me encontraba en Bosnia cubriendo lo que más tarde se llamó “el asedio de Sarajevo”, llevaba 3 días instalado en un cuarto en la zona centro de la ciudad, un edificio viejo acondicionado como hotel para periodistas internacionales, analistas y altos mandos de la ONU, compartía cuarto con un corresponsal chino y su camarógrafo, que llevaban estacionados ahí dos semanas. El edificio estaba situado en medio de la zona asegurada por los ejércitos de paz, que comprendía un radio de 8 calles a la redonda, estábamos completamente seguros, pero también encerrados, los cascos azules había limitado el tránsito únicamente a la zona que controlaban a causa de los ataques indiscriminados de los francotiradores contra la población. La mañana del 5, durante el desayuno que tomábamos en el lobby del hotel improvisado se anunció la abertura de paso hacia la ciudad por parte de los ejércitos de paz, eximiéndose de responsabilidad alguna en caso de que alguien se viera envuelto en algún combate entre las numerosas facciones. Nos facilitaron datos de las zonas a cuales podíamos ir y cuales debíamos evitar, además de anunciarnos que posiblemente se abriría pronto el dialogo entre los croatas, musulmanes y serbios de Bosnia.

 

El objetivo principal del reportaje era el análisis del impacto de la guerra al pueblo musulmán en Bosnia, el incesante asedio de bombas, morteros y francotiradores a las zonas de un pueblo sin nación. Partí del hotel a las 11:00 am después de declinar la oferta de mis compañeros de cuarto de visitar el barrio Serbio de la ciudad, según un casco azul de origen colombiano, el barrio musulmán quedaba a unas cuantas calles de la orilla de seguridad establecida por la ONU, así que decidí emprender el camino a pie para poder tomar fotografías con calma, a las 11:45 me encontraba en la mezquita más grande de la ciudad, ahora en ruinas por los bombardeos, cerca de las 12:00 pm crucé la avenida con dirección al mercado Markale, tome unas fotos de la fachada principal y me dispuse a entrar. Un sonido intenso seguido por una luz cegadora me martillaron el cuerpo, sentí una ráfaga de dolor en la pierna izquierda y la espalda baja del mismo lado, golpee bruscamente el piso y entre el dolor, los gritos y la conmoción todo se oscureció en mi cabeza.

 

Desperté el 7 de febrero en un hospital improvisado de la Cruz Roja en lo que parecía ser una escuela, tenía la pierna izquierda completamente inmovilizada y con una sensación horrible, como dormida por falta de circulación, me hormigueaba desde la punta de los dedos hasta la ingle, también tenía una faja en la parte baja de la espalda. La enfermera en turno me explico que mi costado izquierdo, desde la pantorrilla hasta la espalda, había recibido una ráfaga de esquirlas metálicas que aunque me habían causado una gran pérdida de sangre, no habían puesto en riesgo mi vida, el mayor daño lo causó una que penetró en mi espalda impactando en la vértebra L4 de la columna, provocando un ligero desliz que era el causante de la constante molestia en la pierna. Me explico que la molestia iría disminuyendo con el paso de los días y que no dejaría secuelas, además de recalcar muchas veces la suerte que había tenido.

 

Más tarde cuando pude hablar con el médico en turno, me enteré de que lo que presencié fue un ataque por parte de alguna facción, croata o serbia hacia la comunidad musulmana, me informo que habían comunicado a mi embajada la situación y que está a su vez se había comunicado con el periódico, que emprendería el regreso a Texas en cuanto tuviera una mejor condición de salud.

Regrese a Texas el 28 de febrero tras culminar mi estancia en el hospital, llegue y permanecí en vacaciones forzada con una serie de entrevistas, discusiones e inconvenientes que no vale la pena mencionar.

 

El 11 de abril, después de casi dos meses de vacaciones forzadas y una gran cantidad de llamadas insistentes de mi parte al periódico, por fin volví al trabajo, ese fin de semana, según el calendario planeado meses atrás, tendría como misión trasladarme al sur de Somalia, de nuevo como corresponsal adherido a la ONU para escribir sobre la creciente hambruna que la guerra civil había llevado. Howard Stephen Carter, el viejo amigo ebrio de mi padre que ahora fungía como director del Daily American News, se negó rotundamente, no pude convencerlo de ir, me cambio la encomienda del reportaje somalí, por el reportaje del lanzamiento al espacio de un transbordador de la reciente creada Agencia Internacional de Investigación Espacial Conjunta (AIIEC), que lanzaría una misión a la órbita terrestre para la reparación e investigación de un satélite militar de carácter internacional, que había colisionado con un objeto no identificado. Era eso o nada, así que acepté a regañadientes el reportaje.

 

Es en este punto, es donde comenzó la serie de sucesos que conllevaron a la presente recopilación de entrevistas y datos que recaude a lo largo de estos meses, cabe mencionar que gran parte de estos nombres y datos de localización de ellos fueron aportados directa e indirectamente por el Teniente Coronel José Manuel Castillo, un oficial español con el que entable amistad en mi estancia en Cabo Cielo, oficial de rango dentro del aparato internacional, estaba a cargo de la seguridad de comunicaciones. Tuve oportunidad de entrevistarlo antes del lanzamiento, me explico la misión y el procedimiento de rutina y fue él, quien meses después me contactó para suministrarme parte del informe que había podido filtrar acerca de lo sucedido en el periodo que comprende del 18 de abril al 8 de mayo.

 

3


El viernes 15 de abril, partí hacia Cancún, México, llegue la mañana del 16 e inmediatamente me dirigí al puerto comercial, punto de salida donde íbamos a ser recogidos las decenas de periodistas internacionales enviados desde todo el mundo, el destino final era la isla Cabo Cielo, situada entre la costa de Cancún y la costa cubana de las Tumbas.

El traslado lo realizamos en ferri, viajando toda la noche del 16 y parte de la madrugada del 17 para arribar a la isla a las 7:00 am. El domingo 17 estaba programado para conferencias de prensa, visita a las instalaciones y entrevistas generales. Sería el primer lanzamiento de la AIIEC y el preludio era muy importante ante los ojos de la comunidad internacional.

 

Cabo Cielo fue una isla virgen de territorio mexicano que había sido elegida por su posición estratégica para facilitar el despegue de transbordadores espaciales, había sido rentada y acondicionada por la Agencia Internacional de Investigación Espacial Conjunta, dicha organización se formó por iniciativa del congreso norteamericano en 1993 y con la intención principal de darle solución al conflicto de la basura espacial, con miras a futuro de lanzar misiones espaciales de investigación conjunta entre varios países. Los países iniciales fueron claro los Estados Unidos, la Federación Rusa –intentando reciclar los programas espaciales y el personal de la antigua URSS-, China que estaba floreciendo con gran rapidez en el campo y se dio invitación general para cualquier nación que quisiera incursionar en el proyecto junto con su personal, a cambio de que aportará cierta cantidad de fondos, algo así como la ONU del espacio.

 

En la isla de 8 000 m2 había una pista de aterrizaje, 4 naves a manera de talleres y hangares, dos torres de comunicaciones, 1 centro médico, 1 plataforma de lanzamiento y 6 edificios de la administración. Había según nos dijeron 650 personas en operación para el funcionamiento de la plataforma, personal que provenía de diferentes países, Canadá, Estados Unidos, México, Argentina, Rusia, China, Corea del Sur, Francia, Alemania e infinidad mas de naciones participantes.

 

Fue a la 5 pm (UTC -5) cuando el Teniente Coronel José Manuel Castillo -personaje al que le realice una entrevista de poca importancia horas antes y que se convirtió posteriormente en mi informante-, abrió la conferencia de prensa que fue transmitida por televisión internacional. La misión básicamente tenía como objetivos: 1) Recuperar un satélite de comunicaciones militares de gran valor estratégico para la ONU que había salido de órbita tras colisionar con lo que se presumía había sido algún tipo de basura espacial y 2) legitimar a la organización mediante una primera misión de colaboración internacional con gran propaganda. Para dichos objetivos, en la misión IEI-1 (investigación espacial internacional – uno) se lanzaría un transbordador construido siguiendo la línea del norteamericano “Endeavour” bautizado con el nombre de SUPER SEIS UNO NUEVE. Con la intención de que esté interceptara al satélite antes de que abandonara por completo la órbita, lo evaluaría y de ser posible lo pondría en órbita de nuevo, para luego regresar en un plazo máximo de 12 días (29 de abril).

A las 6 pm se presentó a la tripulación: El Comandante de misión Astronauta Matthew Livingston Bailey de origen norteamericano, el Piloto Astronauta Antonio Cayo Matías de origen mexicano, el Astronauta Especialista de Misión 1 Bruno Kretschmann Kanies de origen alemán, la Astronauta Especialista de Misión 2 Dasha Vavrova Popov de origen ruso y el Astronauta Especialista de Misión 3 Tai Rio Jian de origen chino. Después de la presentación y una ronda de preguntas sobre sus vidas y opinión, la conferencia y el día concluyeron sin nada más relevante.

 

4


Lunes 18 de abril.

A las 7 de la mañana fuimos avisados de una conferencia de prensa de emergencia, programada a las 8:30. El Teniente Coronel José Manuel Castillo anunció a las 8:45 am que el Astronauta Especialista de Misión 3 Tai Rio Jian había amanecido con una grave infección estomacal y que le sería imposible seguir formando parte de la misión. Era imposible reemplazarlo a estas alturas así que por ende la misión se lanzaría con solo dos especialistas de misión, esto es 4 tripulantes. Fue, más que una conferencia, un anuncio, al terminar de hablar, Castillo se retiró sin dar cabida a pregunta alguna.

 

A las 10:30 de la mañana mientras el SUPER SEIS UNO NUEVE era revisado por última vez, en la plataforma de lanzamiento se realizó la ceremonia de despedida de los astronautas. A las 11:15 a algunos periodistas, yo entre ellos, se nos permitió subir al puente de abordaje del transbordador para presenciar y fotografiar lo que sería el primer abordaje, de la primera misión de la AIIEC. Los 4 astronautas posaron para las fotografías, se despidieron ante las cámaras y abordaron el colosal transbordador a las 11:25 de la mañana.

Nosotros fuimos trasladados a la pequeña meseta del lado oeste de la isla, que suministraba un mirador natural perfecto para observar el lanzamiento. A las 11:45 nos instalamos en el mirador para esperar el conteo regresivo, era una mañana ligeramente nublada, y una densa niebla había cubierto la parte baja de la isla (como una alfombra de nieve).

A las 11:59 sonaron las sirenas y comenzaron a chillar los altavoces y ahí estaba, el majestuoso transbordador de dos millones de kilos, sujeto a la panza y a los enormes cohetes, en medio de una cama de niebla que le daba un aire místico, -45 segundos-, al principio, cuando fui enviado hacia este destino, me había disgustado mucho, no era lo mío, no me parecía emocionante, -30 segundos-, pero ahora, con la espectacular vista que ofrecía, se me ponía la carne de gallina, -20 segundos-, pude ver como se encendían los motores entre la niebla, -10, 9, 8, 7 , 6, 5, 4, 3, 2- y salió disparado, por 90 segundos voló hacia el cielo en medio de dos columnas de humo blanco y los rugidos impresionantes de las dos enormes bocas de los cohetes.

 

5


Hasta este punto llega mi intervención directa en los acontecimientos que sucedieron en el intervalo del 18 de abril al 8 de mayo de 1994. Los testimonios que he estado recopilando a lo largo de los 6 meses después del 15 de septiembre, corresponden como ya dije a la lista de personas que me fue entregada por el Teniente Coronel José Manuel Castillo quien me busco en Texas en diversas ocasiones, y que solo tuve la oportunidad de ver el 15 de septiembre, antes de su desaparición repentina.

También debo mencionar que si estás ante esta versión del escrito es porque no tuve oportunidad de completar mi investigación o me paso algo, la última actualización de estos escritos la hice hoy, 25 de febrero de 1995 y la deje en custodia de una persona muy cercana a mí que por motivos de seguridad no revelaré, ni mencionaré aquí, con las explícitas instrucciones de distribuir esto a la prensa de todo el mundo, si por alguna  razón desaparezco, me detienen, o fallezco.

30 de Octubre de 2018 a las 00:19 0 Reporte Insertar Seguir historia
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