Una noche de octubre exactamente la del 31 de octubre de 1998. Me encontraba sentado en mi sillón favorito, frente a la chimenea. Mi esposa preparaba la cena y algunos dulces para darles a los niños que venían disfrazados a pedir dulces, como ya saben hoy es Halloween o noche de brujas como sea que le llamen. Ya el sol empezaba a ocultarse y la noche se avecinaba, las calles empezaban a llenarse de gente y niños disfrazados. Me levanté de mi silla y fui a prepararme para recibir a los niños, la noche parecía más oscura que las demás, un relámpago de pronto alumbro el cielo oscuro de aquella noche, recuerdo que le dije a los niños que estaban en mi puerta que estuvieran atentos a la lluvia, les entregue los dulces a cada uno de ellos y salieron corriendo felices a las demás casas, en la calle Jackson Street no se había visto en otros meses del año, el mayor movimiento de personas hasta hoy Halloween, los niños pasaban de un lado a otro en las calles con sus disfraces yendo de casa en casa pidiendo dulces, cerré la puerta y me fui directamente a dar un baño, tenía que estar preparado ya que nos íbamos a reunir para contar historias de terror, así que tenía que estar a las 8:30 en el parque cerca de la zona de juegos, todos los años nos reunimos allí mientras que los niños buscan dulces en las casas, ya eran alrededor de las 7:30 y debía apresurarme para no llegar tarde y además tenía que pasar por la tienda a comprar un disfraz, ya que habíamos quedados en que cada uno debía ir con un disfraz que no fuera tan infantil, cuando termine de bañarme me vestí, no me puse gran cosa ya que debía colocarme el disfraz,. me puse un pantalón roto que utilizaba para trabajar en el taller, una camisa negra con una manga rota y unos zapatos que compre una vez en una venta de garaje, mi esposa ya se había ido con los niños solo faltaba que cenara para irme, baje rápidamente a la cocina y en la mesa estaba lo que había preparado mi esposa, un plato de fideos con albóndigas y salsa de tomate, las albóndigas estaban colocadas a formas de ojos y las salsa formaba una boca con dientes, mire por un momento aquello y luego comí aquella delicia, saboreé cada mordisco que le di a aquellas albóndigas, al terminar lave el plato y lo deje en la platera que estaban junto al lado del refrigerador, saque un poco de jugo de naranja que había guardado allí y lo tome, este era el complemento exacto junto con las albóndigas para una buena cena, ya terminado de hacer todo aquello apague los bombillos del garaje y abrí la puerta para salir, cuando llegaron unos niños a pedir dulces, ya eran las 8:00 así que me apresure y le di los dulces y salí, las calles estaban colapsadas, corrí rápidamente a la tienda, llegue justo a tiempo ya casi iban a cerrar, entre rápidamente y me pase por el apartado para disfraces de adultos, allí no había ningún traje bueno , solo lo que había era un traje de Batman otro de superman , uno de pirata, y otro del asesino de scream. no sabía cuál de estos disfraces era el menos estúpido, ya no me quedaba tiempo para seguir discutiendo en cual elegir, así que agarre el del asesino, entre en el probador y me lo coloque, pague por aquel disfraz y salí de nuevo a las calles, el parque quedaba como a dos cuadras de donde yo estaba, así que me apresure y camine por las aceras , mientras hacía eso miraba las asombrosas decoraciones de las casas, las calabazas esculpidas de una forma excepcional.
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