Dicen que en alguna parte del mundo existe nuestro igual, nuestro reflejo inverso. Me imagino como será. Contrario a mi, tal vez ella tenga lo que comúnmente llaman suerte. Yo nunca la he tenido. La vida no ha sido nada buena conmigo, pero ni hablar. Quejarme no servirá de mucho. No sé si me gustaría conocerla, es decir, a ella, a mi reflejo inverso. ¿Me juzgaría? ¿Me repudiaría? ¿O ,simplemente, sentiría una profunda pena por mi?
Mejor ni imaginármelo.
Pecadora.
Furcia.
Prostituta barata.
Adjetivos calificativos que lanzan sobre mi desconocidos que nada saben por lo que he pasado. Hacer tripas corazón, ahogar palabras hirientes, ignorar miradas juiciosas con una actitud altiva y arrogante (e incluso burlona) son mis mecanismos de defensa que me sacan a flote y hacen de mi vida algo soportable.
03:33 pm marca el reloj.
El cliente es impuntual.
Oigo el timbre de mi celular.
Me ha cancelado.
Debo regresar. Ningún taxi y la pila del celular se ha acabado. Los tacones me matan y apenas he avanzado un poco por el mismo parque que solía frecuentar cuando era una niña. ¿Cómo es que esa tierna niña acabo siendo una p... ? Me pregunto a mi misma mientras apenas puedo andar.
Pecadora. Eso es lo que soy, eso es lo que dicen de mi.
Si ella, mi reflejo inverso al otro lado del mundo, me viera ¿qué pensaría de mi? ¿Sentiría pena de un miserable reflejo de ella misma?
Camino y apago mis pensamientos, pecadora es lo que soy.
Gracias por leer!
Podemos mantener a Inkspired gratis al mostrar publicidad a nuestras visitas. Por favor, apóyanos poniendo en “lista blanca” o desactivando tu AdBlocker (bloqueador de publicidad).
Después de hacerlo, por favor recarga el sitio web para continuar utilizando Inkspired normalmente.