Era una tarde en una ciudad que a veces resulta mágica, había quedado con una amiga de verla en un café a las 13 hrs, ese día ella no había podido reunirse más temprano, por lo cual accedí, todo estuvo tranquilo, recuerdo el sol iluminando las calles, iluminando incluso el lugar donde nos encontrabamos, yo salía en aquel momento con un jóven era de otro estado, así que me encontraba ansioso por decirle a mi amiga como iban las cosas con aquella persona, (parecía que por primera vez una relación estable podía florecer).
Al llegar al café al mismo tiempo nos dispusimos a sentarnos en una mesa alejada de la multitud, recuerdo platicabamos sobre las cosas que al fin parecían ir bien. Al lado de nosotros se encontraban dos muchachos, uno de ellos tenía algo que distraía mi atención... me dispuse a marcarle al chavo con el que solía salir, le presente a mi amiga por llamada (me sentía tonto al hacerlo, pero supongo me había emocionado por aquello que parecía iba por buen camino).
Al finalizar la llamada no pude evitar observar a aquella pareja que estaaba sentada a la mesa contigua, francamente me había llegado a imaginar un poco meloso y cariñoso con el chavo al que había marcado, comencé a anhelar una relación bonita, fuerte, y amable, para nada egoista (al parecer es lo único que existe en la actualidad). No sabía lo que me esperaba, pues aquel chavo que conocí en el café se convertiría en alguien importante con el tiempo...
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