Bar Mitzvah (en hebreo בַּר מִצְוָה porque obviamente necesitaban saber eso) es el punto en que un joven varón es considerado responsable y alguien a quién se le puede aplicar la ley de Dios.
Los XV años es una fiesta tradicional en muchas culturas latinoaméricanas en dónde se presenta en sociedad a una señorita decente.
Elliot tendrá el primero.
Romina la segunda.
Cronológicamente, sería al revés.
Pero a pesar de las diferencias culturales, existen ciertos temas que trascienden: entre ellos, marcar puntos importantes que separan los niños de los adultos.
Y para darnos cuenta de ello, no falta ir más lejos que la fiesta de Romina.
Podría en un primer vistazo lucir como el escenario perfecto para Elliot; en medio de un baile de mascaras, danzando al ritmo de una pieza lenta con la chica que ha sido el objeto de todo su aprecio y deseo durante una eternidad (eternidad escala a los 14 años, por supuesto).
—No puedo creerlo —Elliot pensó, casi en lágrimas —. ¡Por fin estoy con ella!
La sensación de sus dedos unidos con los de él ya eran de por sí suficiente como para casi hacerlo salir de sí mismo; nadie tenía idea siquiera de cuánto había deseado estar tan cerca de Romina.
Parecía casi algo sacado de un libro de cuentos de hadas, y uno de los románticos, no de aquellos que Disney tuvo que alterar para no poner en celuloide unas hermanastras de la Cenicienta que se mutilan los pies para que estos quepan en calzado de cristal. Un momento mágico, con una iluminación que conjugaba muy bien los claroscuros, en una noche que hubiera sido el final perfecto para una gran historia de amor.
El problema es que los finales felices no nos cuentan todo, y no es que objete con la parte de "felices", sino aquella de "para siempre", porque todo cambia y lo hace más rápido de lo que esperamos y a veces de lo que deseamos. Y con su rostro escondido y adornado por una mascara estilo veneciano, como casi todos los presentes en el evento, Elliot pronto se daría cuenta que, bueno, la princesa con quién deseaba estar se encontraba en otro castillo.
Algo así.
Pero primero, es hora de contar como comenzó este revoltijo.
Gracias por leer!
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