Un sin fin de pensamientos me vinieron a la cabeza.
¿Qué narices estaba haciendo? ¿Porqué le estaba siendo infiel a mi marido? ¿Porque ponerle los cuernos me hacía tan feliz?
No se exactamente porque, pero engañar a mi amorcito se ha convertido en una gran obsesión...
Hola queridos lectores, me llamo Madeline y en las siguientes páginas voy a contaros la historia de como descubrí lo divertido que era engañar a mi esposo, si nunca lo habéis hecho, os lo recomiendo. La adrenalina que sientes mientras te acuestas con otra persona en su propia cama, es la mejor sensación que puedes tener.
Advertencia:
Esta historia contiene palabras obscenas y sexuales y por ello no es
recomendable para menores de 12 años.
Gracias por leer!
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