©LyzOrtega
Puede que mi corazón me diga miles de veces que eres mío, pero tus manos no me toman como tuyo.—J•V✨
En los preámbulos de un casamiento, los riesgos son grandes para afectar a ambos por igual. El amor es capaz de destrozar las barreras del odio y convertir a su antojo lo que desee considerar al de invadir y manipular, manejar a su manera para que al final todo sea amor. Desde pequeño sus padres le llenaron de cosas obvias en su crecimiento. El ser algún día escogido por un alfa bueno que lo amaría sobre todas las cosas, y daría el mundo entero por él.
Jimin creció, aprendiendo a bailar, coser, cocinar, preparar medicinas especiales en caso de envenenamiento o heridas graves. Aprendió a leer, escribir, distinguir los colores de tal forma que sabe que usar en cada ocasión. Su madre le enseño a usar pinturas, dejar que su rostro se vea resplandeciente para que el día que fuese desposado, no sólo tuviera belleza en su andar, también portará con el escudo en su rostro que le serviría para dejar encantados a todos.
Su padre, el gran duque. Le enseño a obedecer, el poder de la sumisión en su persona y que el deber de un Omega esposo es dar amor, dar herederos y esperar fiel a su esposo. Sus padres eran el ejemplo claro de un gran matrimonio, por lo tanto nunca lo vio como algo malo. Y no estuvo en contra cuando al cumplir sus dieciocho años mientras jugaba con sus hermanas y hermanos, que por alguna suerte eran Omega igual que él. Un anuncio de un mensajero, enfrente de toda su familia fue dado.
Recuerda como todos estaban esperando, sus tres hermanas emocionadas y sus dos hermanos mayores riendo a su lado. Peinando sus cabellos para ver hacia la entrada, donde no reconocieron a aquel hombre que parecía venir con escolta. El llamado de sus padres, dejando al olvido sus acciones para acudir con prisa a la Oficina de su padre. Todos se sentaron sin entender. Pero el rostro de su madre, como si tuvieran un gran orgullo. Eso fue, lo que comprendió.
—Por órdenes de su Majestad, el Duque de NeiMer, ofrecerá a tres de sus hijos o hijas en matrimonio a tres de nuestros mejores generales. Cada uno será escogido por el rey para una boda propia del orgullo, serán un regalo ante la victoria de nuestro país. A cambio, el honor de la familia prevalecerá.
Recuerda como sus manos sudaban por miedo, emoción, por algo que se preparó desde que nació. Entonces, cuando el mensajero dijo que ese mismo día se los llevaría. Vió el miedo en los ojos de su madre. Es casi imposible recordar el dolor en su corazón que como Omega hijo sentía por lazo de sangre. Pero, lloró. Ella los miro a todos, su padre el gran Duque Park DounMe, y su madre Park ShuMei. Tuvieron que decidir quién de sus seis hijos serían los tres escogido para ser desposados. Una gran decisión.
Ese día, sus cabellos negros estaban atados y tenía una flor en su cabeza. Probablemente el problema fue arreglarse tanto ese día, o sonreír con ternura hacia su madre. Porque él fue el primero de los tres. Vagamente, puede regresar a ese día. Y recordar que negó varias veces, rogó para no irse. Pues tenía miedo de no estár preparado. Y ser un mal esposo, porque no quería decepcionar de esa forma a su familia.
—Park Jimin, Park Taeyoung y Park Si-eun. Tomen lo esencial, y escojan a su sirviente real para que los acompañe. —Las órdenes de aquel mensajero.
La caricia en su mejilla que su madre brindó, esa mirada que le pedía disculpas por todo. Que le decía en lo más profundo que era un orgullo más de su familia.
—Mi amor, escucha. Vas a ser esposo de un General, te hemos preparado todos estos años para que seas el mejor esposo. Y creo fielmente en tí. ¿Lo puedes hacer? —Ella fue un impulso a seguir.
—Los voy a extrañar...
—Como mi quinto hijo, te deseo lo mejor. Y sabes que si le das un heredero. Nuestro lazo de familia crecerá. ¿De acuerdo? —Asintió, abrazo con cariño como despedida.
Fueron tres hijos.., tres maletas, tres despedidas. Fueron tres carruajes, los que se fueron con ese mensajero real. Y su comienzo a su nueva vida fuera de su hogar. Lleva apenas unos días lejos de aquello y ya extraña a sus hermanos ruidosos. Hoy, yace de camino a la mansión de quien será su esposo. Antes paso con su Majestad y decidió con quien irían, ha escuchado atrocidades de los generales que mencionaron. Sin embargo, cree en si mismo para soportar.
Y a su lado su sirviente real, un amigo beta que desde hace tiempo se encarga de su bienestar.
—Mi señor, no debería estar tan nervioso. Es su esposo después de todo.
—E-Es la primera vez que lo voy a ver. Y estoy muy emocionado por lo que pase, entiendeme un poco Tae. —Las prendas que tiene son de tonos rojos, con detalles dorados.
La vestimenta de ser ahora esposo del general. Con la corona especial de oro y peinetas que lo dejan ser bello de forma perfecta. El tiempo dentro de ese lugar es largo, sin embargo, no es un problema cuando llegan al fin. Lo ayudan a bajar, las prendas tienen una cola larga en tonos rojos. Le dan el estilo y honor, o eso es lo que piensa. Es la primera vez que usa aquello y le parece extraño que al bajar sean seis soldados los que le den la bienvenida.
—Mi Señor, sea usted bienvenido. Como esposo de nuestro General, cualquier cosa que quiera será hecha por nosotros.—Son cuatro sirvientes quienes parecen felices de verlo.
—Uhm.., gracias. —Mira hacia Tae.
El alza los hombros, dando a entender que no entiende lo que esta pasando pero que no se preocupe.
—Oh, mi General, su esposo ha llegado con bien. —Todos hacen una reverencia.
Mira hacia esa dirección, es la primera vez que ve a quien llamará esposo. Y no tarda en hacer también la misma reverencia, pero no recibe ninguna contestación y eso lo deja un poco confundido.
—Llevenlo a su habitación. —Es la única orden que escucha para levantarse, ver como se aleja.
—Mi señor, lo llevaremos a su habitación para que descanse. Fue un largo viaje.
Sus pies avanzan, debería estar en brazos de su esposo. Debería haberse deslumbrado por su belleza y tratarlo como la joya más preciosa del mundo. Tal vez el General esta cansado, si, probablemente no quería hablar con el por un momento por ser noche. O tal vez espera un mejor momento para presentarse de forma tranquila.
Debía ser eso...
Si tú me amas, yo lo haré aún más.
©©LyzOrtega
050421
Obra de 20 capítulos o menos.
No contiene infidelidad
Esta obra es sensible, puedes retirar te sin problemas.
Angst/romance/amor YoonMin
Portada por: ©MerakiRame
©Lyz
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