8888sss Sergio Rivera

En un mundo medieval, donde la magia y los mitos son tan recurrentes como las guerras entre reinos para llenar los vacíos del viejo poder, una esclava sin valor alguno viviría un vida marcada por el constante desmoronamiento de la realidad, dañada como muchos otros seres que habitaban estas tierras sin sentido.


Fantasía Medieval Sólo para mayores de 18.

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Los Tres Niños

Está tierra al lado más oriental del continente de galariel, era una tierra donde los bandidos, exiliados y desertores podían habitar, dónde no había leyes que regularán los actos de los hombres, la tierra donde reluce la naturaleza mas oscura del ser humano.


En una parte desconocida de este lugar tan extenso se celebraba un pequeño banquete, una fiesta, la fiesta de los hombres libres, hombres de una pequeña banda de forajidos nacida en estas tierras, caballeros al servicio de sus propias necesidades.


Entre ellos había mujeres, mujeres dedicadas a divertir el placer de los hombres contra su voluntad, pues estos hombres eran ajenos a dios y sus leyes, y el matrimonio no estaba en su vocabulario, mucho menos el compromiso podría regir sus vidas.


Todas las mujeres venían de aldeas pequeñas en reinos vecinos a estos lugares, algunas llevan años o incluso décadas siendo objeto de deseo, víctimas de malos tratos y el azote de las violaciones, dejando en su cuerpo y mente marcas que duraran toda la “vida”, y de entre todas ellas, una niña, de negros cabellos, negros ojos y negras pieles.


Cubierta de suciedad y rodeada de hombres que solo la querían por un motivo, descalza y llevando solo trapos, dedicada a trabajos forzados y a ser una esclava sexual, sirviendo a los mismos hombres que habían marcado su vida en la oscuridad, uno de estos hombres la lleva a su campamento, besándola y tocando partes indescriptibles, con su cabeza aún metida en el alcohol.


Sin hacer ningún ruido, la niña llega hasta el piso lleno de pieles, siendo despojada de sus trapos, viendo como el hombre se arrebata su armadura impulsado por su lujuria, posicionando su miembro en las partes de la niña, empezando a embestirla sin ningún tipo de remordimiento, mismas embestidas que eran recibidas sin ningún tipo de reacción por parte de la joven, ni siquiera llorando o suplicando algo, hiriendo el orgullo del hombre por no poder hacer gemir a una simple niña puta, dándole un golpe de puro coraje.


La niña no reacciona nuevamente, a lo que el hombre empieza a embestir con más fuerzas y a golpearla cuando veía que no lograba nada, hartándose hasta salir del campamento.


Sus camaradas se ríen de él antes de que el siguiente continuara violando a la pequeña, pues para ellos ya era casi como un juego, pues la esclava era "famosa" por no mostrar signos de placer o dolor desde hace un año.


Luego del cuarto hombre que se introduce en ella, la fiesta parece haber terminado y todos parten a dormir, ya sea en sus campamentos o en el piso, quedando algunos forajidos despiertos para vigilar.


Una vez todo había terminado, la niña puede dormir, doblando su cuerpo en una forma de abrazar sus piernas, sintiendo frío a pesar de estar tapada, y a su vez odiando un vacío en su interior que se volvía asqueroso cuando recordaba la sensación de sus partes nobles pegadas a las de esos adultos.


En medio de esta nieve una niña comienza a llorar fruto de su más profundo dolor, sin esperanza y sin futuro, pues la tierra de los bandidos llevaba décadas sin orden, fruto de la oscuridad que se había esparcido por los seis continentes.


La pequeña llevaba años rezando a dios que la salvará, pero este parece haberse esfumado hace demasiado tiempo, pues las leyendas cuentan que los dioses existieron, pero que parece abandonaron a los humanos en la guerra con las razas oscuras.


El suicidio parecía el mejor camino a elegir, pues si no eres capaz de aferrarte a nada, ni siquiera a las mismas leyendas creadas con tal motivo, ¿que otro camino queda para un ser tan débil?.


La misma ya había pensado en eso pero había algo que la llamaba a no hacerlo, a pesar de no tener seres que la amarán y de ser perfectamente olvidable, había algo que la niña quería, un sueño, pidiéndolo en su mente con total inocencia.


R: "Quiero recordar cómo se sentía estar viva"


La pequeña se reza a sí misma, esperando que sus pensamientos lleguen al universo y estos le conceden sólo por una vez lo que ella quería, durmiendo sabiendo lo inútil que esto era, cayendo otra vez en la oscuridad del día siguiente.


Cuando está despierta, nota que el sol penetraba la tienda de sobre manera, explicando por qué duermo tan bien, pues ella se levanta a trabajar cuando el astro apenas sale por los Montes, algo raro que nadie la levantará.


Y lo más raro era ver qué no había hombres durmiendo a su lado, y que los mismos no hacían ruido en otras partes del campamento, como si fuera un lugar desolado del resto de su ruidoso mundo.


Al salir del campamento, la escena que vio no tenía descripción alguna, quedando maravillada, pues a sus ojos, un milagro digno de dios había ocurrido.


Una masacre decorada por la sangre que inundaba el lugar, el piso y las barricadas cubiertas con un grupo de quinientos bandidos abatidos y descuartizados, cuerpos sin cabeza, tripas aplastadas, ojos caídos consumidos por insectos y rapiñeros, el festín de los depravados adictos a la violencia.


A pesar de lo infernal de la escena, el motivo del asombro de la niña no era eso, si no lo que resaltaba ante la luz y transformaba la oscuridad, la más pura alma de este mundo: un niño.


Un niño de piel pálida, con un largo cabello y ojos de azul rey, desnudo en medio de la nieve, llevando consigo nada más que una espada que lo doblaba en tamaño, dicho ser devolviéndole la mirada, los ojos de un animal, de algo que no era humano.


A pesar que en este mundo existe evidencia de que seres fantásticos lo siguen habitando, esta era la primera vez que la pequeña veía a un ser similar, preguntándose si de verdad era un niño.


Al verlo mejor una vez la luz del sol es detenida por una nube, la realidad se hace presente, viendo que el niño estaba tan o más manchado de sangre que el resto de hombres, con una expresión aterradora en su rostro, emanando un aura de oscuridad en él.


El aparente infante pierde el interés en la joven morena, regresando a su festín, comiendo todo tipo de carne, ya sea de un animal, o de un humano, llegando a masticar los brazos del cadáver de una mujer, una de las esclavas que tanto habían sufrido en este lugar.


Sin embargo, para la pequeña esclava no había mucha diferencia con este dato, pues el milagro que tanto había pedido se había materializado, acercándose lentamente a espaldas del niño, mismo que empieza a gruñir, mostrando enojo ante su presencia.


Aprendiendo de los lobos durante todo este tiempo en la nieve, la humana llega a la conclusión de que este niño no era muy diferente a los animales, enojandose si su comida se ve amenazada, tal vez así murió esa mujer, intentando acercarse a ese ser.


Al mismo llega una mano mutilada, y luego una pierna, luego un brazo, luego unos ojos, viendo que está niña le estaba lanzando cuerpos para alimentarlo, los cuerpos de los hombres que tanto daño le habían hecho, siendo la primera vez que alguien alimentaba a este joven asesinó, soltando unas palabras para responder su sorpresa.


M: ¿Qué es lo que quieres "puta"?.


A pesar de lo grosero del niño, la esclava estaba más sorprendida por otra cosa, expresándose en su tono.


R: ¿Tú también puedes hablar?


A dicha pregunta el asesino de bandidos responde con algo de agresividad, cómo si esto lo irritara.


M: Mi raza hablaba antes de que los humanos existieran, ¿Pensabas que solo los dioses eran seres semejantes a los humanos?.


Esto ya le revela a la niña que este ser no era humano, obvio por su simple naturaleza, pero mostrando cierto desprecio a los dioses, por sus rasgos no parecía un dragón, y carecía de cuernos o una cola como los demonios, tampoco tenía alas para ser uno de estos o un ángel, preguntándole qué era exactamente.


M: ¿Así de la nada?, No nos conocemos pero ya me exiges que de respuestas como si te debiera algo, eres una sucia molesta.


A pesar de lo salvaje en sus acciones, parece que en sus palabras habita cierta lógica humana, por lo que la esclava se disculpa y se presenta ante su salvador.


R: Mi nombre es Rosa, soy una humana y tengo quince años de vida, te doy las gracias por salvarme de estos hombres.


Al terminar de decir eso, la esclava baja su cabeza ante su salvador, pidiéndole por favor que le dijera su nombre, pues sería algo que le haría muy feliz, al terminar de masticar la carne, el niño le contesta.


M: Mi nombre es Milo, tengo quince inviernos existiendo si no mal recuerdo, soy un demonio del frío por lo que tengo entendido, no me agradan los humanos, pero tú eres tan patética que me haces reír, supongo que por eso te puedo escuchar.


Al escuchar las palabras del demonio, la rosa se ríe en voz baja por algún motivo, creciendo su risa de lo retorcida que había sido todo desde que vio al demonio para llegar a este momento, haciendo que Milo le pregunté el origen de lo que estaba haciendo.


R: Perdóname, es una cosa estúpida… -//Sonríe desde el corazón//- es que nunca me había sentido tan viva en toda mi vida.


El viento helado fluyendo debajo de sus mantos la envolvían de frío, pero a pesar de eso el sol pegaba en su rostro, este momento era uno que había esperado pero que ni siquiera imagino, si el demonio decidiera matarla, a la esclava que probó la libertad no le importaría, bailando en esta mañana sangrienta.


Al verla, el mismo demonio pensaba que la niña se había vuelto loca, sin embargo, ese baile y esa sonrisa generan algo en Milo, cómo si la niña ardiera en un fuego de pasiones que ninguno de los dos conocía o siquiera entendía, al punto de que el demonio se olvida de comer.


Levantado por el impulso de conocer, Milo arrincona a Rosa contra un poste, tocando su rostro solo con sus dedos, algo que sorprende a ambos, teniendo que ser el pequeño hombre quien por primera vez exige una respuesta algo confundido y sorprendido.


M: ¿Qué estás haciendo?


La pregunta confunde a rosa pero contesta con su lógica infantil.


R: Bailando, ¿Acaso los demonios no bailan?


A esto Milo no sabe ni que contestar, haciéndoselo saber.


M: Es la primera vez que veo a alguien bailar, ¿Cuando bailas te ves así de radiante siempre?, ¿Cómo se llama ese fuego blanco que te rodea cuando bailas?.


¿Cómo se supone que se contesta esa pregunta?, Era una pregunta que se hace la niña por lo ambigua de la misma, pues cuando bailaba no notaba eso que dice el niño, respondiendo confundida y algo sonrojada.


R: Yo no puedo entender a lo que te refieres, solo me puse feliz y empecé a bailar, supongo que en mi baile puedo llegar a transmitir algo de felicidad… Que complicado es pensar esto.


La respuesta vuelve a sorprender al niño, preguntando algo que ni la misma esclava se esperaba, complicando más cuando el demonio pone una expresión inocente en su rostro, mostrando un tono tan emocionado como curioso.


M: ¿Qué es eso que llamas "Felicidad"?.


"¿Cómo se supone que se contesta esa pregunta?", Una esclava que lleva años viviendo en el infierno a duras penas puede saber eso, pero la contesta basada en lo que ella creía todas las noches hasta ahora.


R: No entiendo del todo la felicidad, pues en toda mi vida puedo contar con una mano las veces que lo e Sido incluyendo está ocasión, pero si se como se crea, y es cuando un sueño se hace realidad.


El demonio se aleja pues la niña volvía a emanar esa luz que solo él podía ver en su cuerpo, terminando sus palabras con ese espíritu.


R: Mi sueño era recordar lo que sentía estar viva, y cuando ví mi libertad y está sangre recordé lo que eso se sentía, la emoción de estar en este mundo era algo que había olvidado, no sé qué quieras hacer conmigo pero te quisiera preguntar algo, ¿Acaso tú no tienes un sueño?.


Al terminar de decir esto la niña sonríe levemente de manera inconsciente, siendo la primera vez que el demonio experimentaba algo así, confortado y curioso, sorprendido y en cierto grado emocionado, pues en comparación a lo simple que era su vida, está llama guardaba el deseo, como una adicción que el niño buscaría a partir de ahora.


M: Mi sueño es ser la criatura más fuerte del mundo, si soy el ser más fuerte del mundo nadie me quitará mi comida nunca, y nadie podrá matarme.


Al decir esto el mismo niño recuerda su propio sueño, diciéndolo con cierto grado de mecanismo, cómo si esto fuera todo lo que ha pensado ha pensado en tantos años, un ser tan simple que daba miedo, algo de lo que Rosa se percataba.


R: ¿Eso de verdad te hará feliz?, ¿El poder de matar llenará tu alma?


Antes de contestar esto, una pequeña risa sale del abismo que era su cuerpo.


M: No se que sea eso que llamas alma pero no me importa, matar se siente tan bien qué hace temblar todo mi cuerpo de placer, así mismo tengo la fuerza para usar armas pesadas por qué soy un demonio, ¿Que otra cosa debería hacer si ya esto llena mi ser por simple naturaleza de manera natural?


El decir esto crea una sonrisa propia en el el demonio, descarada y cargada de la oscuridad que los caracteriza, emanando maldad de antes otra vez, pero esta vez, al verlo más de cerca, la niña nota que esa oscuridad era familiar.


La oscuridad es algo que vive en el fondo de todos los seres, hay razas que tienen más tendencia a la misma, y la oscuridad en los humanos que torturaban a la Rosa no era muy diferente a las tinieblas que salían del cuerpo de su salvador.


Un milagro con cara de niño y una hermosa figura pálida, pero marcado con un destino oscuro por naturaleza, una marca que con el tiempo solo se iría haciendo más y más grande, hasta el punto de que este niño al crecer aprendería más cosas de los hombres, violando a más mujeres y repitiendo el ciclo, algo que rosa ve aterrada en la realidad.


M: Sin embargó, acabo de descubrir que quiero algo más, me gusta matar, pero matando nunca he podido ver eso que emanaste hace un momento, eso que brillaba y no era magia de algún mago, eso que llamas Felicidad me genera cierta curiosidad.


Ni luz ni oscuridad, ahora el niño no tenía ninguna de las dos, tal parece que a pesar de ser un demonio, por lo simple a qué ha Sido su vida, este ser no tenía idea de lo que estaba haciendo o a dónde se dirigía, algo que la esclava pensaba usar para evitar el trágico destino de su salvador.


R: Entonces déjame viajar contigo, mi sueño es vivir y el tuyo es ser más fuerte, ambos sueños pueden coexistir, vivir al mismo tiempo sin molestarse, yo no tengo a dónde ir pues no tengo padres, y yo puedo enseñarte a ser feliz, ¿Eso te parece bien?.


La lógica del pequeño Milo acepta la lógica de la pequeña rosa, aceptando sin objeciones pues él obtiene lo que quiere, alegrando a la pequeña que le afirma que a partir de ahora son amigos.


M: ¿Que es un amigo?.


La nueva duda ya no sorprende a esta, contestando luego de dar un suspiro.


R: Un amigo es un ser especial para una persona, con el puedes hablar y jugar, es alguien en quien puedes confiar si tienes problemas, ¿No es genial?.


M: Suena extraño, creo que nunca he tenido un amigo en ese caso, de hecho está es la primera vez que hablo tanto con una humana, sinceramente tenía pensado matarte luego de que se acabará la comida… pero creo que tenerte viva será lo mejor para mis propios deseos.


La frialdad con la que el niño dice esto asusta a rosa, sabiendo que no era una broma, riendo un poco nerviosa para pasar la tensión, tomando la mano del demonio para cerrar el trato, ignorando que las manos del demonio estaban más heladas que las nalgas de un pingüino, tal vez algo normal para su raza.


El apretón de manos también era algo nuevo para el infante de demonio, apreciando por leves momentos lo cálidas que se sentían las manos de su nueva amiga, pareciendole algo agradable la sensación que esta dejaba en su cuerpo, sintiendo como ese fuego que tanto le gusto se transmitía a su interior, un sentimiento que no sabia como describir, pero que le era de bien en general.


Aun así, a pesar de lo bonito que podía ser esto para los dos, el mismo diablillo empezó a descubrir nuevos sentimientos y nuevas emociones, sintiendo algo que lo hace pensar en una sola cosa, algo que puede ser tanto bueno como malo, no solo para la hermosa rosa negra, si no para el destino del propio mundo de Feraias .


M: (Me volveré fuerte para que nadie pueda quitarme esta cosa llamada felicidad ,”ahora ella me pertenece”,después de todo, ella dijo que es mi persona especial, ¿de esto se trata tener amigos no?, para mi tiene sentido, y si tiene sentido para mí no necesito que nadie me diga lo contrario).


Eso fue lo que pensó el demonio desde lo profundo de su corazón, un corazón retorcido por el dolor de su raza, pero que a su vez lucharía sin que su portador se diera cuenta, pues a partir de aquí, su vida estaría ligada a la de esa mujer que denomino como un objeto de felicidad.


Lo que pasará a partir de ahora es algo incierto pues el destino es caprichoso, yo estoy en todas partes y aun así no puedo predecir lo que pasará con cada vida de este mundo, dedicándome solo a escribir la historia de mis creaciones, yo, el dios de estrellas blancas, pues si algo aprendí es que la rosa siempre hace todo para controlar su alrededor.


A la lejanía, los dos chicos se van a refugiar al interior del bosque donde vivía Milo, una palabra grande para el chiquero que se encontraría rosa, sin embargo, en el camino de ellos, el mundo no dejó de moverse, muchos reinos en guerra, devastados, otros prósperos, otros buenos y otros malos, todos se movían en los continentes de Feraias en busca de cumplir sus propios sueños.


Una de estas personas que se movían, era en realidad una criatura que se movía, un pequeño ser que adoptó la forma de un humano, un niño pequeño y lindo de cabellos blancos esponjosos y rizados, un cabello tan hermoso que le llegaba hasta la espalda, desnudo en esta tormenta, pero sin necesidad de parecer un demonio, más bien era como una oveja, un niño que parecía una hermosa e indefensa oveja.


El pobre cordero no recordaba su nombre pues se había perdido, tal vez se llamaba galaheep, tal vez får, tal vez tapu, o quizás ovce, e incluso…Aitas.


A: Ese nombre...Ese nombre me gusta, creo que lo tomaré, Gracias, Dios.


La oveja me voltea a ver con una sonrisa, feliz con su nuevo nombre, uno que parece espero a que le contara a propósito, lo que era este ser parecía bastante obvio, retirándose de camino al reino aledaño a estas tierras, ignorándome a partir de este momento, pues sabe que yo no tengo poder sobre el lugar que cree.


Solo existía una entidad capaz de retar mi poder de esta forma, la rosa, La Rosa de Frasnia.




8888SSS: Si han llegado hasta aquí muchas gracias, deja un comentario si eres tan amable diciendo que opinas, creo que así sera mas divertido escribir y podré esforzarme a subir historias más seguido.



4 de Diciembre de 2022 a las 02:29 0 Reporte Insertar Seguir historia
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El universo de la Rosa de Frasnia, El mundo de Ferais donde los niños desarrollaran su historia, comenzando por el continente de galariel Leer más sobre Feraias.

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