stephanyorc Stephany Rojas

Maddox, una joven de 17 años ha lo largo de su vida, le han contado enumeradas historias sobre hombres lobos, manadas mágicas y clanes de los “pálidos” (vampiros) lo que ciertamente al principio no le interesaba en lo absoluto por tildarlo ella misma de “falso” al pasar un poco más los años se dio cuenta de la fascinación y atención con la que escuchaba cada historia que sus padres le contaban con tanto esmero. ¿Serían solo cuentos para niños o sus padres la estaban preparando mentalmente para algo más grande que ella? Clasificación +18. OBRA TOTALMENTE MÍA, NO ACEPTO COPIAS.


Fantasía Fantasía urbana Todo público.

#improntaenlobos # #adolescentes #romanceadolescente #misterios #manadas #interactive #romance #hombreslobos #carterblack #maddoxfowgen
2 / 18 CAPÍTULOS Historia interactiva
1
1.6mil VISITAS
En progreso - Nuevo capítulo Todos los lunes
tiempo de lectura
AA Compartir

Estereotipada

Como de costumbre me levante muy temprano para ir a la secundaria.


«HURRAAAA»


Grita mi mente con sarcasmo, siempre he odiado socializarme con los demás y estar rodeada por un tumulto de estudiantes todos los días no me la hace tan fácil, en mi vida siempre he sentido que NUNCA encajo en ningún grupo o sociedad, bien sea en la secundaria o fuera de ella, solo poseo un amigo y es Wayne, Wayne Johnson, en realidad más que un amigo es como un hermano para mí, es un año mayor que yo, el y yo crecimos juntos y por supuesto ayudó el hecho de vivir justo al lado.


Como les decía, se me dificulta hacer nuevas amistades o siquiera entablar una corta conversación de más de cuatro palabras, tampoco ayuda el hecho de ser denominado como “la bicho raro” o “los raros de la secundaria” si estoy con Wayne y es que el no pertenecer a nada o no querer llamar la atención en lo absoluto hace que todos sean demasiado crueles contigo, aunque por supuesto de eso ya nada me afecta, me gusta no ser parte de lo que todos son y sí, ciertamente tampoco encajo con ningún estereotipo de la sociedad tan ridículamente vacía en la que me encuentro.


Ser de 1,54; tener “piernas de jamón” según los comentarios que escuché; usar ropa “que no es de ninguna temporada” como jeans rotos, convers desgastadas (porque admito que lo están, son mis favoritas desde hace al menos unos 3 años y siguen gustándome), llevar hoddies que no son ni en 10 años mi talla porque son inmensos para mi, es mi pasión y ser todo eso, hace que simplemente me crucifiquen.


Oh y tampoco ayuda para nada tener el cabello blanco, porque SI SEÑORESSS, como si ya no era suficiente ser diferente, un cabello blanco por supuesto que marcaría absolutamente toda la diferencia y es que de pequeña, según mis padres.

Nací justo en medio de un eclipse, dramática y única ¿no? Por supuesto que sí, desde pequeña.


Me han tratado diferente desde que tengo uso de razón, el que mis padres no me dejasen jugar afuera con los demás niños contribuyo bastante en ser una asocial empedernida sin interés a las relaciones amistosas o a cualquier otra.


Otra cosa de mi y creo es la peor de todas, que nadie excepto mis padres y Wayne saben que poseo una habilidad extraordinaria como la llaman ellos,tengo visiones acerca del futuro,no son muy precisas ya que el curso de las visiones puede cambiar si las personas que están en ella hacen algo para alterarlas, en cada visión mi estado de salud empeora de una manera muy significante, mis padres han buscado exhaustivamente el antídoto o algo que me prolongue más la vida, pero nada ha dado resultado alguno.


Tengo miedo de tener una visión y morir en ella y nunca despertar. Tengo miedo de nunca hacer las cosas que quiero hacer, como por ejemplo: enamorarme.


Siempre he querido saber cómo se sentirá enamorarse de alguien perdidamente, aunque por el ritmo que lleva mi vida, dudo muchísimo que lo logre algún día.


Solo espero, tal vez, tener la dicha de conocer el verdadero amor y conocer a alguien que me ame con intensidad.


—Maddox, apresúrate llegaremos tarde de

nuevo— entra Wayne a mi habitación por quinta vez.

Termino de amarrar las trenzas de mis zapatos, cojo mi bolso, mis cosas y bajamos al comedor.


—Chicos… es tarde— niega con la cabeza— de nuevo— mi madre nos observa de manera reprobatoria.


—Ya nos vamos— doy un mordisco a la tostada y bebo un poco de jugo de naranja y agarro por la mano a Wayne para salir de casa.


—No me jales tanto Maddox— se queja Wayne y lo suelto.


—Lo siento, no quiero llegar tarde— me disculpo.

—¡Vivimos casi a 5 cuadras de la secundaria por Dios!— ríe y lo manoteo.


—Calla— lo reprendo.


Se encoge de hombros y seguimos caminando mientras hablamos tonterías hasta llegar.

25 de Noviembre de 2022 a las 04:16 0 Reporte Insertar Seguir historia
1
Fin

Conoce al autor

Stephany Rojas “En la adicción de la lectura, se puede caer en la locura”

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~

¿Estás disfrutando la lectura?

¡Hey! Todavía hay 1 otros capítulos en esta historia.
Para seguir leyendo, por favor regístrate o inicia sesión. ¡Gratis!

Ingresa con Facebook Ingresa con Twitter

o usa la forma tradicional de iniciar sesión

Historias relacionadas