Sin un lugar adecuado, los niños salían a jugar a la calle, llenando de risas y gritos alegres aquel silencioso sector, hasta tarde, hasta que la luna mostraba su pálido rostro. Los juegos de aquellos niños acabaron, el día que un imprudente conductor ebrio, se llevó la vida de un par de inocentes.
Gracias por leer!
Podemos mantener a Inkspired gratis al mostrar publicidad a nuestras visitas. Por favor, apóyanos poniendo en “lista blanca” o desactivando tu AdBlocker (bloqueador de publicidad).
Después de hacerlo, por favor recarga el sitio web para continuar utilizando Inkspired normalmente.