Otro día rutinario en la estación policial, otro día en el que Andrew debía estar detrás de un escritorio sin hacer más que papeleos, sentía que cada día era más agobiante que el anterior, pero un día en particular, cuando su mente había llegado a su límite, pensó en aquel juego con el que solía distraerse luego de un largo y tedioso día.
Aquel videojuego no dejaba de rondar por su mente. Le emocionaba la idea de recrearlo en la vida real, reproducir los homicidios de Scott Shelby, pero en su caso, sería por diversión, si, esta vez estaría del lado contrario, el lado del victimario.
Finalmente, llegó el día en el que su rutina cambiaria.
Una mujer desesperada había llegado a la estación policial.
—Mi hijo...—sus palabras se trababan en su garganta.
Andrew se acercó hacia ella y trató de tranquilizarla.
—Primero tome asiento y cálmese, así podrá contarme lo que ha sucedido— sugirió Andrew.
Ella asintió y se sentó frente a su escritorio. Tomó aire y continúo.
—Mi hijo, mi pequeño Jayden ha desaparecido...por favor ayúdeme.
—Primero necesito que me diga que ha ocurrido exactamente— comenzó a teclear en su computador.
Sus ojos se cristalizaron.
—Habíamos ido de compras a Abys, el centro comercial cercano a aquí y me detuve unos segundos a observar una de las tiendas y cuando giré la mirada hacia Jayden, ya no estaba...solo tiene nueve años— las lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas.
—¿A qué hora ha ocurrido eso?
Ella rebajó su mirada.
—Pasó ayer cerca de las siete de la tarde— respondió en tono bajo.
—¿Ayer? ¿Por qué no lo ha denunciado antes?
—Pasé toda la noche buscándolo, pero...fue en vano— la mujer tomó las manos de Andrew— Por favor, le ruego que me ayude. Jayden llevaba una sudadera roja, pantalones negros y su cabello es castaño claro-
Fu en ese momento en el que se percató de que algo había cambiado dentro de él. No sentía empatía alguna al escuchar a aquella mujer a la que Andrew le había arrebatado a su hijo.
—Bien, a partir de ahora debe dejar todo a cargo nuestro, haremos todo lo posible por encontrar a su hijo.
Ella asintió con la tristeza invadida en su mirada.
—Por cierto...-sacó algo de sus bolsillos— Esto lo he encontrado en la entrada de la tienda— estiró su mano hacia Andrew.
Era una figura de origami.
—No sé si pueda ser de ayuda, tampoco estoy segura de que esté relacionado con Jayden, pero tal vez pueda significar algo.
—Lo tendremos en cuenta- tomó la figura y lo dejó a un lado— La contactaremos en cuanto hayamos averiguado algo.
Ella asintió, hizo un gesto de agradecimiento y se retiró.
Tomó la figura y la guardó en uno de sus bolsillos.
Formuló la denuncia, la imprimió y se la entregó al jefe de cabecilla.
El sargento le dio una mirada.
—Bien, trabaja en ello junto con el detective Kellog.
Andrew lo observó desconcertado. Era la primera vez que le encargaban un caso que no tuviera que ver con rellenar papeles. Si aceptaba el caso, tenía la posibilidad de ocultar pistas o detalles que lo incriminaran, pero a la vez creía que si se involucraba demasiado, de igual forma acabaría incriminado.
Gracias por leer!
Podemos mantener a Inkspired gratis al mostrar publicidad a nuestras visitas. Por favor, apóyanos poniendo en “lista blanca” o desactivando tu AdBlocker (bloqueador de publicidad).
Después de hacerlo, por favor recarga el sitio web para continuar utilizando Inkspired normalmente.