M
Maxi Ruiz


Le damos siempre la bienvenida a las visitas, sabes que pronto se marcharan. Pero qué pasa cuando Los Visitantes son del espacio y vinieron para quedarse…


Ciencia ficción Todo público.

#ficcion #ciencia #espacio #naves #extraterrestrs #aliens #visitantes
0
2.1mil VISITAS
Completado
tiempo de lectura
AA Compartir

El Arribo

Era una calurosa mañana de verano, mi habitación clamaba por aire fresco y la ventana dejaba entrar rayos de sol que se clavaban en mi piel como aguijones de abejas haciéndome saber que debía despertar. De apoco fui desprendiéndome de las sabanas que abrazaban la humedad de mi piel, mis ojos se reajustaron de apoco a la iluminación del cuarto buscando el baño para poder darme una lluvia de agua que bañara mis tensos músculos que aun clamaban de dolor por entrenamiento del día anterior.

Incorpore rápidamente energías con un escaso desayuno y me retire con velocidad del cubículo que habitaba dirigiéndome a la base, donde pronto un evento quebraría la monotonía de los entrenamientos que impartía dado mi rango de Sargento.

En mitad de la sesión de entrenamiento una Nube del tamaño de un estadio de futbol nos llamó la atención, sus bordes estaban redondeados a la perfección y su oscuro gris destacaba del resto de nubes vecinas. Pero lo más curioso fue que esa nube no se movía, permanecía inerte ante los vientos que querían llevarla pero ella reclamo soberanía sobre nuestras cabezas como fijándose con un ancla invisible enclavada en el cielo.

La nube se ilumino como si guardase un sol en su interior, su silueta se esfumo desvaneciendo el gran disfraz que escondía aquella extraña nave. La forma de esta nave me recordaba las aves que migran al norte abriendo sus alas para aprovechar el sustento del aire y reducir energías. Su color gris igualaba al de aquella nube, siendo su camuflaje perfecto.

Sirenas, sirenas y sirenas, una ola de sirenas inundo el campamento. Los cadetes detuvieron sus entrenamientos y los altos mandos salían de sus cuarteles.

Sin perder el tiempo busque mi capitán y juntos organizamos un comité de bienvenida, donde nuestras armas estarían dispuestas a saludar cordialmente a nuestros imprevistos invitados. Que ilusos fuimos, éramos insectos para ellos y nuestras armas de juguete al lado de su tecnología, pero bueno no me quiero adelantar a mi historia

El ave sintética comenzó a caer súbitamente, disminuyendo su velocidad a escasos centímetros del suelo, descendiendo en un prado que usábamos para maniobras tácticas. Abrió su pecho extendiendo lo que parecía una rampa, de la cual comenzaron a bajar unas criaturas muy extrañas. Nos superaban en 6 cabezas de altura, su ancho cuerpo parecía estar cubierto con una armadura que dejaba ver muy poco de su piel clara. La cara era inanimada y recta como si sus facciones les hubiesen sido negadas. Cuatro extremidades alargadas nacían de su cuerpo.

Con un movimiento lento pero coordinado se removieron lo que parecían sus cabezas, pero pronto descubrimos que era su protección, que guardaba sus rostros cautos de terminar de comprobar si nuestros niveles de oxígeno eran adecuados para sus pulmones.

El que parecía el jefe por su altura y presencia, se adelantó y comenzó a realizar movimientos con sus extremidades superiores y a emitir extraños ruidos. Ante nuestra falta de entendimiento y respuesta, trajeron una caja negra que comenzó a emitir nuevamente esos ruidos pero más fuerte aun, el visitante realizo nuevos movimientos con sus manos y una luz rojiza se destacó en ese negro aparato. Pronto esos ruidos se aplacaron y se convirtieron en palabras, en nuestras palabras, de algún modo había decodificado su dialecto y traducido en el nuestro.


- Vinimos en Paz, no vamos hacerles daño.

- Solicitamos poder conversar con alguna autoridad para dar el propósito de nuestra visita.


Ese mensaje se repitió en un bucle interminable, pasadas las 2 horas de su llegada, el comandante de nuestro batallón arribo al cuartel y pidió un informe detallado de los últimos hechos y solicito reunirse solo con los recién llegados. Se colocó un traje para protegerse de lo desconocido ya que su fisionomía era un misterio para nosotros y con lentos pero firmes pasos fue acercándose a la nave. No realizo más de diez pasos, miro hacia atrás, fijo la vista en mi capitán y dijo:


- Capitán, póngale un traje a su Sargento y posiciónelo en mi retaguardia, va a ser mi escolta.


El capitán me miro, y con sus ojos dijo, “ya has oído, cumple tu deber” o eso es lo que entendí. Mi mente siempre curiosa salvo a mi cuerpo de entrar en pánico, sin darme cuenta ya tenía el traje puesto armado en cada extremidad y sobre todo armado de coraje. Posicione mi rígido cuerpo estratégicamente en la retaguardia de mi Comandante cubriendo ambos flancos y su espalda. Siempre me había gustado el frente de batalla, por eso rechace en varias ocasiones el ascenso para poder desarrollar mis habilidades tácticas y cuerpo a cuerpo en el frente. Ascenso que término quedando en manos de mí ahora capitán, anterior compañero de entrenamiento y amigo.


- Gracias por ofrecerse voluntario Sargento. Dijo el comandante entre dientes y con una tenue sonrisa, sabiendo que no tenía elección. Todas sus palabras fueron sin mirarme a los ojos, sus ojos pertenecían solo a aquellos visitantes y no se apartaban de ellos. Y continuo hablándome en vos baja pero firme mientras nos acercábamos.

- Sargento, naves como estas han aparecido a la misma hora en todas las regiones del planeta y los jefes de cada región estaban detallando preguntas para poder corroborar la veracidad del reclamo. Esta es una misión única y haremos historia junto con varios compatriotas. Cabeza en alto y armas firmes mi Sargento.


Llegamos a la inmediatez de la Nave, donde el mensaje enmudeció dejando hablar solo al silencio, invadido por la ronca voz de mi comandante.


- Soy el comandante Nail protector y representante de esta región, exijo detalle de quiénes son? De dónde vienen? y el propósito de su visita?

El extraño ser, volvió a emitir extraños ruidos que rápidamente transformados por el aparato.


- Somos de una galaxia cercana, somos exploradores pacíficos y queremos conocer su cultura. Y comenzó aquel relato que como una llovizna de primavera baño todos los pueblos con su historia.

- Nuestro pueblo se alimenta de solo de plantas y frutos, por más que nuestros dientes son aptos para carne, hace tiempo eliminamos esa costumbre, no tienen por qué temernos.

- Nuestra raza alcanzo hace siglos ya su potencial tecnológico y cultural, empezando a explorar el universo en búsqueda de nueva vida ya que deducíamos que no estábamos solos en el basto universo.

- Esto llevo a que mis antepasados iniciaran hace 500 años atrás investigaciones y avances tecnológicos para buscar un planeta similar al nuestro que tuviese todas las características claves para el desarrollo de nuestra raza. Sin tener registros positivos en nuestra galaxia, no llevo a adentrarnos más en el universo buscando en galaxias cercanas evidencia de vida.

- Es así como hace 87 años descubrimos su planeta, que tras varios años de investigaciones pudimos conocer su raza e idioma gracias a unas frecuencias de sonido que se trasmitían en su mundo llegamos a conocer su cultura, junto con la confirmación de la viabilidad de su entono para nuestra raza.

- Solicitamos poder vivir con su gente en armonía para aprender de su pueblo, ocupando pequeños espacios despoblados. A cambio de su suelo y conocimientos, les ofrecemos nuestra avanzada tecnología para que puedan desarrollarse.


El comandante escucho inexpresivo el relato, movió la cabeza en indicación que recibió el mensaje y sin hacer otra pregunta y mediar palabras se dio la vuelta y nos marchamos.

11 de Septiembre de 2022 a las 22:53 0 Reporte Insertar Seguir historia
0
Leer el siguiente capítulo Explorando

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~

¿Estás disfrutando la lectura?

¡Hey! Todavía hay 5 otros capítulos en esta historia.
Para seguir leyendo, por favor regístrate o inicia sesión. ¡Gratis!

Ingresa con Facebook Ingresa con Twitter

o usa la forma tradicional de iniciar sesión