— ¿Al fin le dirás? — Tae observaba a su primo dar vueltas en la sala.
Hoseok había invitado a Yoongi, necesitaba al fin decirle lo que era, aunque no sabía cómo lo tomaría el mayor, seguramente le diría lo mismo que muchas personas le decían a otros cuando hablaban de ese tema.
Pero quizá, solo quizá, Yoongi sea diferente y no tuviera ese tipo de sentimientos, por que muy en el fondo, a Hoseok le gustaba, deseaba y planeaba una familia al lado del mayor, por muy cursi que sonara aquel pensamiento.
— Creo que me iré — se puso de pie al escuchar el timbre de la puerta.
Hoseok no lo despidió, sabía que su primo se marcharía por la puerta trasera de la casa, se dio un último vistazo en el espejo, tomando aire y mentalizado a que sea lo que fuera a pasar, no se iba a acobardar.
— Hola bro — lo saludo de forma animada, chocando puños y después un poco el hombro.
— ¿Qué hay bro? — Yoongi entró a la casa, tomando asiento en el sofá sin dejar de ver a su mejor amigo.
El menor le había invitado a jugar videojuegos, además que supuestamente le tenía que decir algo muy importante.
— Juguemos primero — propuso Hoseok tomando asiento.
El juego comenzó, intercambiando palabras de vez en cuando.
Hoseok sentía el nudo de nervios en su estómago, viendo de vez en cuando a su mejor amigo.
— ¿De qué me querías hablar? — preguntó Yoongi cuando Hoseok volvió de rellenar el recipiente con más papas.
— Yo bueno — los nervios seguían ahí, junto a esa voz en su cabeza que le decía que no le dijera nada.
— ¿Si? — el pálido se acomodo sin dejar de verlo.
— Yo... — Hoseok cerró sus ojos, tomó aire y se mentalizo en decirlo de la forma más clara —. Yosoygay — habló de forma rápida sin abrir sus ojos.
El silencio fue corto pero algo pesado, no quería ver la expresión que ponía su mejor amigo.
— No te entendí Hoseok — Yoongi se acercó un poco más.
Hoseok abrió sus ojos, sintiendo las mariposas tratando de borrar ese nudo de nervios que tenía.
— Yoongi soy gay — habló despacio, sintiendo todo su cuerpo transpirar.
Yoongi asintió, volviendo a su sitio y tomó un poco de palomitas.
— Esta bien, lo respeto, solo no te enamores de mi — respondió volviendo su atención del juego.
Y ahí estaba, Hoseok había dicho al fin aquel secreto y había perdido el sueño de llegar a tener algo con Yoongi.
¿O no lo había perdido del todo?
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