LICANTROPOS
ORIGEN
Hubo una época en la tierra en la que la oscuridad reinó sobre la luz. Un tiempo en el que miedo te perseguía a donde sea que fueses y que sin importar qué hicieras siempre estaba presente en tu vida, todo a causa de los seres oscuros, aquellas bestias descendientes de demonios que sólo tenian sed de poder y que para conseguirlo no le importaban derramar sangre humana.
Los ángeles caídos, vampiros, sucubos, nephilims, drudes y muchas otras especies de demonios, no sólo tentaban al hombre a cometer pecados, sino que además buscaban su destrucción. Acabar con ellos a tal límite de extinguirlos, dejando la tierra desolada y obteniendo un hogar en el que podían vivir sin restricciones. Para su desgracia, aunque los humanos no tenían la misma fuerza o habilidades que ellos, si tenían inteligencia.
Quisas al inicio esto fue lo único que le permitió al hombre sobrevivir, pues crearon armas e idearon planes para cazar a sus "depredadores", pero luego de un tiempo, todo volvió a ser lo mismo e incluso peor, pues ellos habían logrado la furia demoníaca en todas aquellas especies a las que se habían revelado.
El hombre era inteligente y por ello entendió que nunca podría acabar con aquellos demonios, si no conocían a que se enfrentaban. Con esta idea, se formó un grupo destinado a la destrucción de demonios que buscó cualquier forma de exterminar a los seres de la sombra que día a día acaban con miles y miles de humanos.
Sabían que tenían que hacer sacrificios para lograrlo y lo aceptaron todo con tal de encontrar una solución. Dejaron a sus familias, entrenaron su cuerpo, reunieron más como ellos dispuestos a luchar, dedicaron su vida en aprender todo acerca de los demonios y al final, sus sacrificios dieron frutos.
Uno de los más antiguos fundadores del grupo llegó a entender por completo el funcionamiento del poder demoníaco y descubrió que este no podía ser destruido por nada más que por otro similar al suyo. Lo que significaba solo una cosa. Solo los demonios podían destruirse entre ellos pero ¿Que pasaba con ellos entonces? ¿Qué hacían ellos? Unos simples humanos
La respuesta se las dio el tiempo.
Los seres de las sombras se dividían de diferentes formas: por categorías, poder, habilidades, orígenes, etc. Existían miles de tipos de demonios y entre ellos estaban los incubus y sucubos, quienes obtenían su poder del apetito sexual que podían lograr en los humanos. Con engaños los enamoraban, se acostaba con ellos y luego los mataban para disfrutar de su carne, sin embargo no todos le hacían lo mismo a sus presas, al contrario, cansados ya de ellos o saciados con su energía, los dejaban libres y de esta forma, en muchas ocasiones, se formaba una extraña concepción de un nuevo ser que, era tan humano como demonio al mismo tiempo.
No siempre estos llegaban a nacer, mucho menos a sobrevivir más de un par de años, pero este poco tiempo de vida en la tierra había sido suficiente para que estos nuevos semidemonios fueran descubiertos y estudiados por el grupo de contención y, que llegarán a la conclusión de que, si la naturaleza lo permitía, un humano también podía poseer rasgos demoníacos.
Fue así que tras pruebas extrañas y uniones indebidas nacieron personas capaces de dominar la magia, conocidos como brujos o hechiceros, que más tarde, a través de conjuros o maldiciones crearon a un ejército digno de enfrentarse a los seres de la noche, entre los que en su mayoría se encontraban los licantropos. Seres humanos que, mediante un pacto o posesión de algún espíritu demoníaco, habían logrado adoptar una forma animal en la que podían adquirir habilidades infernales y en las que, en pequeños casos, podían manipular algún tipo de magia negra.
Con la llegada de los licantropos a la tierra, la estancia de los demonios se vio interrumpida y más tarde desplazada a terrenos oscuros. El poder de esta nueva especie fue tal que incluso llegó a amenazar a grandes demonios, quienes conociendo de las consecuencias que perder población traía, se retiraron al infierno o escaparon a lugares en los que estos no existían, siempre ideando alguna manera de volver por los humanos.
Ganada la batalla contra los demonios, los licantropos dejaron a un lado su manera animal para volver a la humana, dándose cuenta, demasiado tarde, que el poder demoníaco en ellos era tal que demandaba sangre humana para no acabar con ellos mismos. Hubiera sido fácil dejarse morir para no dañar a quienes con tanto esfuerzo se habían dedicado a proteger, pero no lo hicieron pues temieron el regreso de los demonios, motivo por el cual, las brujas hicieron otro pacto entre los licantropos, sólo que ahora involucraron a la naturaleza.
Cada uno de los tipos de licantropos existentes, tendria un elemento al que deberían rendirse por un tiempo específico para que su poder demoníaco no lo controlará y destruyera. Una parte de la naturaleza creada por los dioses sería su guardián para tener en su cuerpo, además del poder demoníaco, un poder celestial que contrarrestara al otro y que lo mantuviera en equilibrio para que no se dejaran caer en la oscuridad.
Con esta nueva ley impuesta, los licantropos de aspecto lobuno, una de los más fuertes ejemplares de esta especie, tomaron como guardián a la Luna, quienes en sus noches de poder máximo, tomaba poder sobre ellos a tal grado de dejarlos inconscientes y los controlaba para disipar en ellos el exceso de poder demoníaco dentro de si, solo con el propósito de que al encontrar a su enemigo, su esencia sea tan pura y esté en equilibrio con la oscuridad dentro de sí, que esta nunca pudiera consumir por completo su ser y que no lo volviera en lo que lo originó. Un demonio.
Por siglos, los licantropos lograron combatir a los demonios bajo el poder de su guardián y únicamente cuando estos dejaron de habitar la tierra y pasaron a ocultarse en el infierno, la luna les dio el privilegio de liberarlos de su esencia oscura. Con cada nueva generación de licantropos que nacía, el poder oscuro en ellos se extinguió, hasta que este llegó a ser casi inexistente, dándole más control sobre su poder a quienes en las noches de luna se transformaban en su verdadero ser y manteniendo más seguro al pueblo que a estos los rodeaba y que no hacía más que aumentar conforme los años pasaban.
Korayma Pino Sanchez
