Vas, vienes,
pareces un niño caprichoso.
Curas heridas
pero también las abres.
Actúas como si un maestro fueses
pero, ¿cuál es la enseñanza?
Eres quien eres,
un anciano ocioso
que a cada vida
con la cabeza asientes,
como si un dios fueses
para dejarnos en la añoranza.
Gracias por leer!
Podemos mantener a Inkspired gratis al mostrar publicidad a nuestras visitas. Por favor, apóyanos poniendo en “lista blanca” o desactivando tu AdBlocker (bloqueador de publicidad).
Después de hacerlo, por favor recarga el sitio web para continuar utilizando Inkspired normalmente.