Cuando en el telediario pasan noticias sobre violencia de género, Paco suele cogerme de la mano. Me aprieta fuerte, pero con una fuerza amable y caliente. Me imagino que lo hace para recordarme que ya no tengo que tener miedo. En esos momentos me pregunto qué habría sido de mi si no hubiera tomado aquella decisión. Qué habría sido de mí si no me hubiera separado de Roberto. Qué habría pasado si me hubiera quedado callada, inmóvil, indefensa, aguantando todo aquello durante el resto de mis días. Y cuánto tiempo habría pasado hasta que mi nombre terminara finalmente en las noticias y luego en el silencio, hasta convertirse en un simple número más en las estadísticas. Entonces me relajo, disfruto del presente, bendigo el día en el que le devolví aquella sonrisa a Paco en la biblioteca y me digo a mí misma que en el fondo solo soy una superviviente con suerte.
Gracias por leer!
Podemos mantener a Inkspired gratis al mostrar publicidad a nuestras visitas. Por favor, apóyanos poniendo en “lista blanca” o desactivando tu AdBlocker (bloqueador de publicidad).
Después de hacerlo, por favor recarga el sitio web para continuar utilizando Inkspired normalmente.