Me acordé de ti y ese día caluroso:
Reposabas ligera y yo, tendido junto a ti, desperté de mi letargo.
Noté que ardías por el vapor que exudaban tus poros.
Fuego, sobre tu rica piel de piñón y las líneas de carbón dibujadas en tu espalda. Media luna en tu sonrisa, profunda obscuridad en tu mirada; como dulce fruto del eden, tu mordida me tentó. Entonces dije sí y tu dijiste ven.
Suave curva recorrió mi mano, agua encuentro con mis labios. Como chispa un leve roce, saco flamas de mis dedos que te queman mientras huelo tu dulce aroma a vainilla tostada que se oculta entre tus senos.
Un recorrido por toda tú me llevó hasta el centro de tu alma donde mi gusto aprendió a ser tacto y mi tacto quiso conocerte otra vez.
Probamos lo prohibido y del paraíso nos echaron. Fuimos a dar hasta el piso, dando tumbos y rodando. Juntos llegamos hasta cielo a pedir perdón por el pecado, pero cuando nos vieron llegar cerraron con llave y con candado.
Gracias por leer!
Podemos mantener a Inkspired gratis al mostrar publicidad a nuestras visitas. Por favor, apóyanos poniendo en “lista blanca” o desactivando tu AdBlocker (bloqueador de publicidad).
Después de hacerlo, por favor recarga el sitio web para continuar utilizando Inkspired normalmente.