freckledmikah Mikaela Miranda

Estaba dispuesta a encontrar las respuestas para los misterios del pueblo al que llamo hogar. Para lograr que volviese ser el lugar seguro en el que nací, pero nunca esperé enamorarme de forma tan súbita en medio de este caos, como si un balde de agua fría cayera sobre mí. Pero ese balde se siente como la calma que anhelé toda mi vida, por eso no me arrepentía, lo amaba profundamente, aunque eso fuera en contra de todo lo que yo era. Estaba perdida. Perdida en el peligro de sus ojos.


Suspenso/Misterio Todo público.

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El Inicio

Estaba terminando de ordenar mis cosas, ya había enviado los reportes necesarios a los oficiales. Otro caso sin cerrar.

Una mujer de unos 30 años fue encontrada sin vida al comienzo del bosque, estaba desnuda, llena de moretones, golpes, huesos rotos. Como si alguien la hubiera estado utilizando como saco de boxeo.

No tenía ropa y había perdido mucha sangre debido a las heridas que tenía, pero ninguna consistente con algún arma, era como si le hubieran arrancado pedazos.

No había ADN, no habían huellas, no había nada que indicara al menos un sospechoso, y lo peor de todo es que no teníamos ni idea de quién era la víctima. Creíamos que era una turista, suelen venir en estas fechas de verano para pasear por los bosques, el único atractivo que tenía este pequeño pueblo. Su descripción tampoco coincidía con el reporte de desaparecidos. Quién hizo esto se esmeró mucho por no ser descubierto.


Miré por última vez la carpeta con el reporte, con un nudo en la garganta por no poder encontrar justicia para esta mujer. Y lo peor, es que era el tercer caso en este mes, encontrados en las mismas condiciones, y también sin identificar.


- Sabes que no es tu culpa, Olivia.- Dijo Clara, mi mejor amiga mientras entraba despacio a mi oficina. Suspiré.


- Lo sé, pero siento que estoy fallando.- Estaba agotada, había sido un mes duro y tenía al pequeño periódico de la ciudad encima mío buscando

respuestas. Respuestas que yo, ni mis compañeros de la comisaría estábamos cerca de encontrar.


- Lo estás haciendo increíble, cualquiera en tu posición habría arrancado de este lugar.- Rió, mientras se acercaba para abrazarme.


- Gracias Clara. Pensé que venías a atosigarme con preguntas. - Reí. Clara era una de las periodistas del periódico que estaba a cargo del caso.


- Tengo bastante tiempo para eso, tiene sus ventajas ser la amiga de la forense.- Soltó una carcajada mientras me golpeaba el hombro en tono de broma.- Vamos, que los chicos nos esperan afuera.- Dijo mientras me tiraba de la mano para obligarme a salir.


- Dame un momento, ya voy.


-5 minutos.- Me señaló con el dedo.


Cuando Clara salió, guardé la carpeta de la desconocida víctima en el cajón de casos sin resolver. Sentía tanta frustración. Ser la única forense en este pueblo no era fácil, al menos no en este momento. Los asesinatos no eran algo común en este lugar, por lo que toda la población estaba vuelta loca intentando saber qué pasaba. Tenían miedo y yo también, después de este caso recién se comenzaba a hablar de un asesino serial y mis superiores estaban esperando mi opinión al respecto.


Me daba miedo aceptar que esa fuera la situación, pero era imposible negarlo. 3 ataques similares en un mes.

Suspiré llena de impotencia. Tomé mis cosas y cerré mi oficina.

Me despedí de Greta, la secretaria de la comisaría. Una mujer de 67 años que me quería como a una nieta.


Afuera del edificio me esperaba Clara junto a Ben, su novio y Robert. Como era viernes habían preparado una salida al único bar de la ciudad y yo accedí feliz, necesitaba distraerme.

Les sonreí cuando los dos chicos vinieron corriendo a abrazarme. Eran como unos niños, mis mejores amigos desde la infancia.


- Cómo está la forense más sexy de esta ciudad? - Preguntó Robert en tono de burla, mientras pasaba uno de sus brazos por encima de mis hombros guíandome hasta Clara.


- Pues soy la única, pesado.-Reí.


- Y no te quita lo sexy.- Me guiñó un ojo mientras soltaba una carcajada cuando lo golpeé en las costillas.


- Cuidado Robert, que no se te olvide que también es policía.- Rió Ben. Al parecer se unieron para molestarme.


- Ya, suficiente.- Dijo Clara riendo.- Vamos.


Nos fuimos caminando hacia el bar, solo quedaba a un par de cuadras de la comisaría. Al ser un pueblo pequeño, todo lo que uno necesitaba se encontraba en el centro, la tienda de comestibles, un mini centro comercial, una cafetería y una que otra tienda de los pueblerinos.


Al entrar pude sentir la mirada de los asistentes en mí, todos nos conocíamos, y todos sabían que yo estaba trabajando en el caso de los ataques. Sentía la curiosidad y miedo de mis vecinos, seguramente más de alguno quería levantarse y preguntarme qué estaba sucediendo y yo no tenía nada para decir.

Clara notó mi incomodidad y me apretó la mano mientras me sonreía, intentando tranquilizarme. Lo agradecí internamente.


Nos sentamos en las terrazas que tenía el lugar para tomar el aire fresco y disfrutar de la noche, que casi por milagro estaba despejada de las típicas nubes que cubren la ciudad. Llegaron nuestras cervezas y comenzamos a platicar de la vida mientras Robert y Ben nos hacían reír con sus bromas.


Clara nos contaba de la nueva familia que llegó a la ciudad, al parecer se instalaron aquí ya que eran dueños de la empresa maderera y querían controlarla desde cerca.


- Pues que mal momento para mudarse aquí, no?- Dijo Ben riendo pero poniendo una mueca, sabía que hablaba de los ataques.


- Solo esperemos que no ocurra nada más.- Dijo Clara.- Pero cambiemos el tema, por qué no hablamos de la nueva novia de Robert?- Todos soltamos una carcajada al ver que se sonrojada y comenzamos a molestarlo e invadirlo de preguntas.


La noche pasaba rápido y ya llevábamos cinco rondas de cervezas, estaba disfrutando mucho de esta noche. Me paré para ir al baño y sentí como todo me daba vueltas. Clara se ofreció a acompañarme, se veía que estaba al menos un poco más sobria que yo, pero ambas nos reíamos como tontas de camino a los baños.


Apenas entramos al local, la puerta principal de abrió dando paso a una pareja, sentí como todos se quedaron en silencio, no entendía por qué hasta que miré. El hombre era deslumbrante y estoy segura de haber escuchado más de algún suspiro proveniente de algunas mujeres presentes, incluso de Clara. Su cabellera azabache y su pálida piel creaban una combinación maravillosa, y ni hablar de sus ojos grises que brillaban con la más mínima luz, pero no sólo él se robaba las miradas, sino su hermosa acompañante, rubia, alta, de vibrantes ojos azules y blanca como la nieve.


Le pregunté a Clara quienes eran - Los recién llegados-. Se limitó a responder aún embobada.

Por un segundo que pareció una eternidad, sentí su mirada en mí, en sus ojos podía ver cierta curiosidad, me observó completa y por un momento creí que me veía mal o que se me notaba lo borracha. Y como si él supiera qué pasaba por mi mente, me sonrió, no como una burla, sino como una sonrisa reconfortante y tranquila. Desde ese momento supe que estaba perdida y lo único que deseaba era que me sonriera de nuevo.



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Hola lectxr!

Espero que te haya gustado este primer capítulo de mi primera historia

Iré actualizando todos los lunes en la tarde! Cualquier sugerencia para la historia es bienvenida. Como fiel lectora de cualquier libro en general, siempre me gustó sentirme parte de lo que estaba leyendo, por eso todos los comentarios serán considerados y serán de ayuda.

Gracias y disfruta! 🖤———

6 de Mayo de 2022 a las 00:34 0 Reporte Insertar Seguir historia
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