La curiosidad mató al gato Seguir historia

No siento mis manos, el peso de mi cuerpo hace cada vez más difícil el poder sujetarme. Juro que intenté ayudarlo, pero el solo...

- ¿Sara Wilson no? ¿Ese es su nombre?

- Si oficial...

- Mejor cuéntenos desde el principio, toda información puede ayudar con el desarrollo del caso.

Todo comenzó con el divorcio de mis padres. No me gusta tocar el tema, incluso me parece irrelevante, pero ¿Qué es una historia sin un inicio dramático? Mi papá simplemente decidió abandonarnos. Últimamente actuaba distante con nosotras, ¿Qué creen que sucedió? Exacto, otra mujer. Típica historia de familia disfuncional, en fin, que esto nos vino como anillo al dedo ya que le ofrecieron un trabajo a mi madre el cual consistía en mudarnos a un pueblo de Brasil que se encuentra cerca del Amazonas. Decidimos aceptarlo para cambiar un poco de aires y pensamos que sería divertido porque nunca habíamos visitado este país.

- ¡Sara hija, la cena está servida!

- Voyy- respondo en lo que termino de cerrar mis maletas.

Bajo al comedor y ahí esta ella, se ve calmada como si se hubiera quitado un peso de encima, pero está bebiendo vino, jamás la he visto beber.

- Come, antes de que se enfríe

- ¿Tú no vas a comer?

- No, quizás más tarde - respondió mientras se dirigía a su habitación con la botella en la mano.

Cuando escuche el sonido que hizo la cerradura de su puerta desvié la cuchara de mi boca y la coloque en la vajilla. A decir verdad, tampoco me bajaba la comida, me siento mal porque es puré de papas y milanesa, mi plato favorito, pero no tengo cabeza para comer ahora. Solo quiero dormir para mañana escapar de aquí, será bueno para mamá y se que ama ayudar a las personas. Tiene un gran corazón.

Ya en cama y sin poder dormir, me siento ansiosa y no paro de sobre pensar todo, creo que optare por contar ovejas.

De pie a las seis de la mañana, el vuelo sale a las doce y media, pero nos despertamos con tiempo ya que no vivimos cerca del aeropuerto. Desayunamos y llevamos todas las cosas al auto de nuestro vecino Jeffrey Parker que se ofreció a llevarnos. Con esto de la separación de mis padres cree que tiene oportunidad, el es algo intenso pero buena gente, o así parece.

- ¿Ya todo listo señora Wilson? Preguntó

- Si y por favor llámeme Deborah, ya no soy la señora Wilson.

Creo que se sintió feliz al confirmar que estaba soltera ya que su expresión lo dijo todo.

- Entonces nos vamos, seguro será entretenido el viaje- Dijo Jeffrey mientras sonreía.

No se si soy yo la única psicótica que cada vez que viaja se imagina posibles sucesos desastrosos y dramáticos como accidentes o la básica historia del vecino psicópata obsesionado, es que tiene la pinta este señor y es demasiado bueno, muy sospechoso.. Ya basta Sara solo relájate y rocíale el gas pimienta que siempre llevas en el bolcillo. Dios ya me había dicho mi madre que dejara las pelis de terror. Ok ya pongámonos serios, aun así te vigilo señor.

Levamos dos horas de viaje y casi no hemos hablado en todo el camino hasta que Jeffrey decide romper el hielo...

- ¿Y.... por cuanto tiempo tienen pensado irse?

Oh claro que tenía que preguntar eso, yo nada mas miro. Pero no me van a negar que este señor podría secuestrarnos ahora mismo, todos pensarían que estamos de viaje y el podría regresar a su casa tranquilamente. Crimen perfecto.

- Es un viaje de trabajo, no es por mucho tiempo, es alrededor de 3 meses. Respondió Deborah con voz de cansancio. Se ve que no durmió bien

- Vaya, pues tengo un amigo que fue de vacaciones a Rio de Janeiro y me contó que es hermoso. Espero que hagan fotos y me compartan anécdotas sobre su aventura.

- Claro.

Ella no se ve con ánimos de entablar una conversación. Jeffrey ya no sabe que tema sacar, se ve que no la quiere incomodar así que solo guardamos silencio el resto del viaje para mi suerte, ya quería que se callara.

Al fin después de cuatro largas horas llegamos, nos despedimos de Jeffrey el cual nos deseó un buen viaje, y no, no fuimos secuestradas, que novedad. Nos adentramos al aeropuerto. No podía esperar a montarme en ese avión. Espera, ¿Qué? Miro la cartelera y el vuelo de Los Ángeles a Manaos sale en dos horas, este será un largo día.

Pasando el Check-in y todo el proceso nos dirigimos hacia el avión, ya en nuestros asientos decido hablarle a mi madre que solo mira por la ventanilla, quisiera ese lugar, pero se lo deje para ver si mejora un poco ese animo, se que le gusta y no soporto verla así.

- ¿Cómo estas? Pregunto

Me mira y con un suspiro dice – cuando lleguemos estaré mejor-

Mientras se pone su mascara de dormir y gira su cabeza hacia la izquierda de forma que no le veo la cara.

Si me incomoda un poco su actitud, pero la entiendo debe de ser difícil terminar una relación de 18 años, supongo que después de los 10 años ya comienzas a creer que será para siempre, pero así es la vida y pienso que peor es vivir en un matrimonio infeliz. Me estoy portando de forma madura por ella, porque se que necesita mi apoyo, no crean que no me afecta solo se enfrentar las cosas con optimismo.

Me coloco los audífonos, pongo la canción Better Now de Post Malone e intento disfrutar el viaje.

El avión hizo escala en Brasilia y no tengo palabras para describir lo hermosa que se ve desde el cielo, me imagino como sería un recorrido por esta gran ciudad, me gustaría muchísimo conocerla. Tomamos el próximo vuelo hacia nuestro destino final cabe destacar que la comida estaba fatal pero las aeromozas eran encantadoras y sobre todo muy educadas.

¡POR FINN! Esto de los aviones definitivamente no es para mí, tengo mis oídos tupidos y en lo que mi cuerpo se adapta después de estar horas sentada decidimos ir a comer algo, morimos de hambre. Ya mi madre se ve mas animada, incluso hasta se ríe de mis chistes y como olvidar las escenas cuando no entendemos nada del idioma portugués y nos quedamos sin saber que hacer para comunicarnos, es divertido pero desesperante a la vez, por suerte nos hemos tropezado con muy buenas personas. Para que mentir, amo este país y solo llevo un par de horas aquí.