Cuento corto
1
1.2mil VISITAS
Completado
tiempo de lectura
AA Compartir

Quizás por última vez

El insomnio me tiene mal. Y si por suerte logro dormir, tengo la misma pesadilla: luces me ciegan, a mi alrededor hay llanto y gritos de horror, y no puedo moverme. Para mi consuelo, repetir estas imágenes hacen que cada vez me horrorice menos.

Otras veces la pesadilla me invade mientras camino y cuando despierto estoy en plena vereda. Hasta ahora no he molestado a nadie, pero, por mi bien y el del resto, circulo por lugares solitarios.

Voy al cementerio, entro por un acceso descuidado por los guardias. Asciendo por unos escalones y un pasillo largo me lleva hasta unos nichos. Leo los nombres y uno en especial me hace pensar algo, o, mejor dicho, recordar algo, porque tengo la certeza de que la memoria me ha traído hasta aquí. Pronuncio aquel nombre y del nicho sale un punto de luz, brilla tanto que muevo mi rostro a un lado, al volver a mirar me encuentro con alguien que conocí.

No le temo a lo que veo.

—Tú estás muerta —le digo.

—Sí.

—O sea que hay algo después de la muerte —afirmo.

—“Algo” es una palabra vaga que lo define a la perfección —comenta “ella”.

De a poco van apareciendo visitantes, llegan cargando regalos para los difuntos.

—No te preocupes…no pueden verme —dice “ella”.

Vienen a mi mente recuerdos con “ella” y otras amistades. Le pregunto por otro amigo fallecido para que se una a nuestra reunión.

—No —responde—, “él” no puede venir, se ha ido donde van las almas que no tienen nada que hacer ya en el mundo terrenal.

—¿Y tú por qué sigues acá? ¿Qué tienes que hacer? —le pregunto.

—No lo sé.

Conversamos un rato sobre lo que vivimos juntos y “ella” ríe.

—¿Puedes reír? Reír es cosa de vivos —digo.

—No tengo cuerpo, puedo ser lo que sea. Si río es para no contrariarte, pues es lo que esperas de mí. Si quisiera, podría presentarme ante ti en forma de gata blanca.

Le conté de mi insomnio y de mi vida últimamente.

—Lamento no poder ayudarte con eso. Yo de los sueños no sé nada ahora —dice—, eso es cosa de los vivos. Yo percibo el tiempo de otro modo, mi “mente” solo tiene acceso a los recuerdos de quien fui en vida y me esfuerzo por llevarlos cerca, por otra parte, no tengo futuro por lo que me es indiferente.

El tiempo pasó veloz, está por anochecer. Le digo a “ella” que debo marcharme.

—¿Nos veremos otra vez? —consulto.

—Aquí estaré si me necesitas.

Recorro el mismo trayecto por el que vine. Por las escaleras aparece una gata blanca, me aproximo para cargarla y huye de mí. Se me ocurre que el animal no quiere estar conmigo porque mi vida anda mal y mi futuro es incierto.

Recuerdo las palabras de “ella”: que los muertos nada más tienen acceso a sus recuerdos. Viene a mi mente la escena detallada del impacto entre dos autos, la luz de los faros y lámparas en mi cara y los gritos de la gente mientras mi cuerpo sangrante abandona poco a poco la vida.

Hago una prueba, contengo la respiración con ahínco: estoy dispuesto a llegar al desmayo. Nada pasa. Ya no necesito respirar.

Miro mis manos y comprendo que mi carne no es carne de verdad. Solo entonces la gata blanca se acerca y me permite levantarla en mis brazos. Ya es de noche y una bruma inusual invade el cementerio. El animal y yo nos hacemos uno con la bruma que nos lleva a modo de carruaje hacia la luna. Poco a poco nos desvanecemos y pierdo la consciencia quizás por última vez.



Este texto aparece en la revista ecuatoriana Matapalo.

6 de Marzo de 2022 a las 13:52 1 Reporte Insertar Seguir historia
2
Fin

Conoce al autor

Gabriel Martínez Barre Soy un ingeniero al que le gusta mucho escribir. Fui uno de los ganadores del IV Certamen Literario “Orellana lee” organizado por MACCO-EP del Ecuador. Fui uno de los ganadores del Concurso “Derivas Urbanas” organizado por el Festival de Narrativa de Bahía Blanca de Argentina. Mi trabajo ha aparecido en distintas antologías y revistas de Estados Unidos, Sudamérica y Europa.

Comenta algo

Publica!
Diego E. Diego E.
Es un trabajo interesante; muy buenas metáforas y símbolos. Me causa curiosidad el hecho de que la gata blanca se acercó al protagonista luego de que este iniciara una especie de auto concientización.
May 23, 2022, 19:30
~