La vida da muchas vueltas. Algunas positivas, otras negativas, otras aburridas y otras más intrépidas, pero la vida siempre está cambiando queramos o no. Nunca hay dos situaciones iguales, y si las hay, es porque seguramente no hayas aprendido las lecciones la primera vez. ¿En mi caso? Bueno. Soy el tipo de persona que siempre tropieza dos, tres, y hasta cuatro veces si es necesario con la misma piedra. Las lecciones son duras de aprender, pero la vida siempre te las hace recordar y tragar incluso cuando crees que no puedes más y que vas a estallar.
Eso fue lo que me pasó cuando le conocí a él.
Nunca creí que podría ¿amar? y odiar tanto a alguien al mismo tiempo. Nunca creí que podría desear y asquearme tanto alguien a la vez. Pero él se encargó de enseñarme, de hacérmelo saber y, por supuesto, de recordármelo cada vez.
Tan dispares y a la vez tan similares, tan diversos y diferentes, y a la vez tan iguales. Nunca entenderé, ni supe, por qué tuvimos que conocernos. El cómo apenas lo recuerdo; simplemente sucedió. Los nuevos comienzos traen nuevas personas, nuevos obstáculos. Eso me dijeron cuando fui a una tarotista para que me hiciera una lectura. No saldrá bien me advirtió, pero yo no hice caso.
Si lo que esperas es una historia de amor donde todo es de color de rosa y el chico malo se queda con la chica buena, es mejor que te vayas por donde has venido y busques en otro sitio. Esta historia es todo lo contrario a lo que has conocido y, sobre todo, no es una historia de amor.
Gracias por leer!
Podemos mantener a Inkspired gratis al mostrar publicidad a nuestras visitas. Por favor, apóyanos poniendo en “lista blanca” o desactivando tu AdBlocker (bloqueador de publicidad).
Después de hacerlo, por favor recarga el sitio web para continuar utilizando Inkspired normalmente.