Más de mil seiscientos días lamentándome el perderte
Sentando en el aquel puente de ladrillos esperanzando a por fin verte
Durante todos estos años no he hecho otra cosa más que esperarte
Las llagas sangrantes en mi mente ya me piden superarte
Pero que puedo hacer yo para borrarte de mis sueños, pues eres una mujer fuerte y única
Seguiré hablando a dios, molestándolo con esta suplica
¿Cuántos versos más tengo que escribir en tu honor?
Porque solo quiero ser de tu vida el gran autor
Aquel que te siga por la senda del dolor
Tomándote de la mano siempre con un gran e inmenso amor
Sé que tengo que aprender a ser paciente
Solo mira niña, todo lo que tengo por ofrecerte
Acostados bajo la sombra de aquel manzano
Desnudos los dos, haciéndote el amor como un maldito artesano
Los sueños siguen atosigándome duramente mientras velo
Susurrándole al cielo que me cubra con consuelo
Ya lo he intentado, ¿Cuántas veces te he rogado?
Pero siento muy en mi interior que eres el fruto anhelado
Del jardín del Edén brotó tu deslumbrante desnudez
Muevo las fichas con la esperanza de encontrarte como en un juego de ajedrez
Una única motivación me mantiene en el sendero
Que nuestro amor sea bello, sempiterno y verdadero
Guardaré en mi conciencia el recuerdo de tu risa
Los ojos y tu cuerpo, mientras duermo en la cornisa
La tentación por clavarme un cuchillo en la garganta es enorme
Los susurros de diablo me hacen titubear, pues nunca estoy conforme
Los sueños donde me visitas y con tu mano me sostienes
Son pequeñas caricias que tú lo sabes, con tu aliento me contienes
Salva del frio y oscuro vacío a este pobre y nefasto escritor
Pues la condena de esta maldición no me deja, te lo pido por favor
El fuego se siente como un mar de sanguijuelas en mi interior
Corrompiendo mi espíritu, cada vez de mal en peor
Las notas que deja la muerte mientras camina por el pasillo de la locura
Dejan mi cuerpo en una soledad absoluta y muy oscura
Te lo ruego una vez más, solo quiero beber de tus labios
Y con un intenso calor, derretir tu pintalabios
Penetrar tu intimidad con mi espada al rojo vivo
Mientras que al final, con mi lengua un poema entre tus piernas con saliva te lo escribo
Escuchar el gemir de tu garganta, oh niña mía, yo sé que eso te encanta
No habrá mentiras, ni lagrimas ni falsedades
Lo único que te ofrezco yo, es crear aquellos lares
Con los que sueñas desde niña, la más grande de tus prioridades
Con esto cierro otro verso hacia tu persona
Escribir para ti, te confieso, es lo único que me apasiona
Gracias por leer!
Podemos mantener a Inkspired gratis al mostrar publicidad a nuestras visitas. Por favor, apóyanos poniendo en “lista blanca” o desactivando tu AdBlocker (bloqueador de publicidad).
Después de hacerlo, por favor recarga el sitio web para continuar utilizando Inkspired normalmente.