Todo comenzó con un simple videojuego que se viralizó, hasta el punto de volver loca a gran parte de, la juventud que residía en ese pueblo. El juego se llamaba Black and Red; un RPG no lineal, de realidad virtual y online, que consistía en conseguir ser el mejor asesino en serie o psicópata de la zona. Dónde tenías que conseguir asesinar, violar, y cometer cualquier timo de crimen sangriento. Si conseguías hacer algún acto sexual, antes de cometer tu asesinato, podías llegar a ganar el triple de puntos de lo normal.
Desde la mañana del 31 de octubre, los pasillos y aulas de la escuela, Oston, todo se comenzó a volver más sangriento, tanto fuera como dentro de las escuela. Pero nadie estuvo seguro de lo que pasaba, hasta que...
—Policía, dígame
—Seis alumnos de la escuela, Oston, se han vuelto locos y quieren acabar conmigo — dice alguien aterrado, e intentando esconder o escapar de allí, antes de que ellos acabaran con su vida.
—¿Sabes si hay algún afectado más?
—A eso iba... — traga saliva, contemplando la gran cantidad de cuerpos de alumnos que, ellos habían escondido en el sótano prohibido de la escuela. — Ellos... Tienen casi todo un sótano, repleto con los cadáveres, de todos los compañeros que yo consideraba desaparecidos
—¿Perdón? ¿Es un broma? — la trabajadora que, atedia en ese momento la llamada, no estaba dando crédito a lo que oía. Como tampoco, se lo darán los agentes que consigan llegar hasta el sótano. Porque los seis, que han conseguido acabar con más de medio instituto, son los seis mejores jugadores (asesinos y psicópatas), en el propio juego de Black and Red.
Lo que comenzó siendo un simple juego sangriento, y sexual, se convirtió en un realidad impensable, por culpa de seis que eran de los mejores del juegos, que odiaban a muerte la escuela, y quienes, en su pasado, sufrieron un abuso escolar bastante fuerte, terminó siendo una matanza real.
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