Un hombre colgado a las afueras de Calicanto me contó una leyenda muy obscura y poco conocida, desde su interior provino la historia de una mujer que tuvo su piel recosida por un culto de lunaticos, lo que yo no sabía era qué su garganta había sido cortada. Tal vez tú conozcas ya está historia, o al menos eso creo. Pero es extraño el hecho de que a cada hombre colgado que le preguntó siempre agrega algo nuevo a la leyenda, siempre irrepetible, nunca algo que haya oído antes, algo que yo supiese. Todos ellos lo contaban apretándose el pecho, como si su corazón les fuese a explotar. Ya sabes lo que dicen: "Pregúntale a un hombre colgado lo que sabe, y lo más probable es que termines como el".
Gracias por leer!