Celo de un Alpha ▪︎KookTae▪︎ Seguir historia

—¡Kookie! —se tiró a los brazos de su esposo— ¡Te extrañe! —confesó con tristeza haciendo puchero.

Jungkook reía mientras abrazaba a Tae por la cintura. —Yo también bebé.

El de cabello pelirrojo se apartó un poco de Kook, sin deshacer el abrazo. —Kookie —habló nervioso.

—Dime —lo miro curioso Kook ante el repentino cambio de expresión.

—Pasemos juntos tú celo —soltó sin más.

—No es necesario cariño —le besó la frente y se alejó para ir a la cocina.

Taehyung lo miró sorprendido y molesto a la vez. Tenia expectativas muy altas por pasar este celo juntos. Desde que se pusieron de novios hasta después de casados Jungkook no permitía que Tae pasará sus celos con él.

Taehyung ama demasiado a su pelinegro, este siempre lo complacía en todo, en los celos del omega era capaz de seguirle el ritmo por tres días, y luego lo consentía y mimaba como solo a Taehyung le gustaba.

Jungkook por su parte, adoraba y anhelaba poder pasar su celo junto a Tae. Pero sabría que si lo hacían Tae correría un gran peligro.

Jungkook esta tan sumido en sus pensamientos, que no notó cuando Taehyung comenzó a darle masajes a sus hombros.

Jungkook se fue relajando de a poco, Taehyung comenzó a soltar sus feromonas. Por lo que Jungkook las aspiró con fuerza, el olor a mango que desprendía Tae, era una obsesión tanto para como para su lobo, este se removió inquieto en su interior. Taehyung sintió sus piernas temblar al oler el aroma a ron proveniente de Kook.

Jungkook se apartó rápidamente, sabia, sabia de sobre manera que no podía ceder a pasar su celo con Tae, por más que su lobo y su omega se lo recriminaban.

Taehyung intento acercarse a Kook, sin embargo, mientras Tae daba dos pasos hasta el, Jungkook retrocedía cinco.

—Por favor Tae, no lo hagas más difícil.

—¡Tú lo haces difícil Kook! ¡Soy tu omega! ¡Es mi deber complacer a mi Alpha! —vociferó con claro enojo.

—No lo tomes como una responsabilidad.

—Bien, lo hare porque quiero. Quiero pasarlo junto a ti —confesó.

Jungkook no respondió, simplemente dio media vuelta y se marchó a la habitación de arriba. Lo mejor era darse una ducha.

Lo que restó de la tarde y la noche ninguno de los dos se dirigió la palabra.

Jungkook era más que consciente que Tae estaba más que molesto con él, su aroma delataba tristeza, confusión, enojo, dolor, traición. Jungkook en muchas ocasiones le daba el no, pero jamás le explicaba el porqué de ese no. También por eso entendía la frustración de Tae.

La mañana siguiente apenas y se dijeron buenos días. Jungkook había pasado la noche en la otra habitación que tenían de sobra. El aroma agrio estaba impregnado por toda la casa, y eso evidentemente era horrible y desagradable para ambos.

Jungkook no podía concentrarse en su trabajo ni en nada. Su celo y la situación con Tae estaba siendo demasiada complicada.

El miedo era el que dominaba todos los sentidos del pelinegro, el miedo de lastimarlo, miedo de llegar a hacer algo horrible, el conocimiento que tenía sobre su celo le aterraba. Él se conocía a la perfección, sabía que perdía totalmente su racionalidad, su delicadeza, por eso no quería arriesgar a Tae. Mas agregaba el hecho que había 100% de probabilidades que Tae quedara encinta y el, muy de antemano estaba al tanto del pensamiento de su esposo.

Ese tema de conversación salió a la luz un año antes de casarse. Jungkook le comentó acerca de formar una familia, el esperaba que la reacción del pelirrojo fuera positiva, pero, lamentablemente el pelirrojo tenía otro punto de vista. Su lobo interno le pedía a gritos cachorros, pero era demasiado obvio que Taehyung jamás se los daría.

—Flashback—

4 años atrás.

El pelinegro se encontraba sentado en una banca; junto a su prometido, mirando tranquilamente el paisaje, el parque y los niños corretear frente a ellos.

Era día de cita y ambos decidieron ir al parque que hacía poco abrió sus puertas al público.

Un par de gemelos jugaban frente a Kook y Tae. Jungkook los veía con un brillo excepcional, en su interior; a pesar de su lobo, el también deseaba hijos. Nunca le preguntó a Taehyung respecto a eso, sin embargo, esa noche lo haría, mientras cenaran le preguntaría acerca de que pensaba sobre tener una familia junto a él.

Jungkook miró a su pareja a ver cuál era la reacción al ver los cachorros, se llevó una gran sorpresa al ver la cara de disgusto que ponía. Sin bien Kook no se dejó llevar por esa expresión, esperaría hasta la noche.

La noche cayó más rápido de lo esperado, y con ella el celo de Taehyung. Los planes de Jungkook se vieron interrumpidos por el repentino celo, ninguno de los dos se lo esperaba. Jungkook ayudo a su omega como era debido. Durante los tres días Jungkook en ningún momento lo desamparó.

El ultimo día mientras mantenían intimidad a Jungkook se les escapo de su boca la frase.

—Omega, cachorros.

La respuesta vino inmediatamente.

—No. Cachorros no Alpha.

Jungkook iba a reabrir la marca en su omega y así hacer que el nudo se formara, sin embargo, su boca se detuvo antes de morder.

Taehyung lloriqueaba bajos sus brazos esperando ser mordido, pero la mordida fue dada en su brazo.

El primero en venirse fue Taehyung, Jungkook aprovechó el aturdimiento de Tae y salió despacio dentro de él, se masturbó y liberó su esencia.

Jungkook estaba a punto de hablar, pero Taehyung le ganó de antemano.

—No lo tomes a mal Alpha —dijo de repente, mientras reunía fuerza y se acercaba hasta este, depositando sus manos en sus mejillas; acunando su rostro—. Pero, que quede claro que jamás desee y no deseo tener cachorros. Seré omega, sé que puedo fecundar, pero no lo hare, no seré como los demás. No nací para seguir reglas impuestas por una sociedad —confesó.

Jungkook se le quedó mirando demasiado aturdido, Taehyung era su predestinado, su amor, su otra mitad, pensó que compartirían el mismo sentimiento y pensamiento, pero claramente se equivocó de sobre manera.

Jungkook esbozó una sonrisa y asintió. —Gracias por decírmelo —agradeció.

Taehyung no daba más del cansancio, sus celos siempre lo golpeaban fuerte, pero quedaba súper satisfecho y contento, sabiendo el semental de Alpha que tenía en sus manos.

—Buenas noches Kookie —se despidió, quedando completamente dormido a los minutos.

Jungkook solo se dedicaba a acariciar su pelo y espalda, mientras se mantenían abrazados. Sin hacer demasiado movimiento en la cama, Kook se levantó lentamente de esta, se vistió con un bóxer y su pantalón de pijama y bajo al living. Solo se sentó en el sofá y lloró, lloró toda la noche, sin poder dormir siquiera un poco.

—Fin del flashback—

—Sera mejor que busque un hotel donde quedarme.