taktley_maktlez Taktley Maktlez

Carolina y Gabriel, emprenden un viaje para celebrar su aniversario de casados. Pero durante el camino se topan con un extraño un tanto peculiar, Gabriel insiste en ayudarlo mientras que Carolina desconfía profundamente de él por sus propios motivos personales. Este extraño interferirá al final de la historia para darle un giro completo a la trama.


Suspenso/Misterio No para niños menores de 13.

#suspenso #misterio #crimen #paranormal #pareja #viaje #relacion #carro #rencor #casados #corto #corta #cuento #cuentocorto #historiacorta #finalizada #terminado #cuentosuspenso #drama #cuentodrama #innesperado #fantasma #asesinato #oneshot #one-shot #uncapitulo #solocapitulo
Cuento corto
0
459 VISITAS
Completado
tiempo de lectura
AA Compartir

Cuento 1 con Jack: Viaje de pareja.

Mi esposa Carolina y yo organizamos un viaje por nuestro aniversario de estar casados, estamos camino a la ciudad más turística en el estado, en la camioneta de su padre, especial para viajes largos. Le calculo que ya estamos a mitad de camino. El sol está intenso y aun con el aire acondicionado nos estamos sofocando. Solo quedaba resistir hasta llegar a una gasolinera. Viendo a lo lejos noto que hay un hombre queriendo pedir un aventón, alzando el brazo con el pulgar hacia arriba. Yo sin dudarlo empiezo a desacelerar, para parar enfrente de él. Carolina notando mis intenciones me dice.

— ¿Qué haces? No. Deja de ser tan bueno por una puta vez.

—el sol es un infierno. No te preocupes. Le aclararé que solo podríamos llevarlo a la gasolinera más cercana, para que se hidrate al menos. Tengo “eso” abajo del asiento, tu tranquila.

—maldita seas Gabriel…

Al detenerme bajo el vidrio del lado de Carolina, y le digo confiado al hombre.

—hola, puedo darle un aventón hasta la gasolinera más cercana.

—con eso vasta. Gracias. Ya estaba a punto de desmayarme literalmente.

El hombre me dice con una sonrisa amable. Quito el seguro de las puertas. Entra sentándose atrás, en medio de los dos. Carolina se ve en completa desconfianza, mirando al hombre como si lo odiara personalmente. En casi todo el trayecto no dijimos ni una palabra, se sentía incómodo, pero no sabía qué decir. Carolina voltea a verme diciéndome seria.

—la llanta de mi lado esta baja. Párate y cámbiala antes de que tengamos un accidente.

Le hago caso y estaciono la camioneta fuera de la carretera. Bajo a checar la llanta y efectivamente sí está considerablemente baja. Saco el gato y la llanta de repuesto. Pero noto que el gato no se eleva, ni yo me explico por qué, viéndolo a simple vista. El hombre se baja y se pone a lado de mí para verlo también, pero ni él puede repararlo. Con lo cual me dice confiado.

—yo elevo la camioneta y usted cambia la llanta lo más rápido que pueda ¿okay?

— ¿Cómo que va a elevarla? Es imposible, mejor iré despacio para llegar a la gasolinera.

—solo hágalo. No se apure por mí, esto no es nada. Solo es saber cómo cargar algo así de pesado.

Iba a decir más cosas para convencerlo, pero sin dudarlo él de verdad eleva la camioneta, lo suficiente para que pueda cambiar la llanta. Me quedo impactado de como puede en sí resistir los minutos que tardo en cambiarla. Se nota que no le duele, pero lo que si se nota es que se está esforzando en no soltarla bruscamente. Una vez que acabo, la baja lentamente. Solo suspira pesadamente, parándose como si nada. El hombre solo me sonríe y me guiñé el ojo. Volviendo a su lugar. Yo sin palabras vuelvo también a la camioneta retomando el camino.

Tengo tantas cosas que preguntarle y decirle como agradecimiento, pero me limite solo a decir esto.

—usted es muy fuerte, le tengo envidia y a la vez una gran admiración.

—pienso que la fuerza no es tanto así de admirar y la envidia a veces no se puede evitar. Yo no pedí ni deseé esta fuerza, solo la fui desarrollando y fortaleciendo por mi estilo de vida desde pequeño.

—debió ser entonces una infancia dura para usted ¿supongo?

—algo así, no me quejo. Pero si hubiera tenido opción de cambiarla lo hubiera hecho. Pero… yo ya estoy maldito, y simplemente seguiré con ese estilo de vida en la gran ciudad.

—oiga, que casualidad noso…

Carolina me golpea de inmediato los testículos para que me callara. Entendiendo que no era para nada seguro decirle que también íbamos para la gran ciudad. Desde ese momento ya no dije nada. Y al hombre se le nota que había captado lo que le iba a decir, pero mejor no diría nada para que Carolina ya no me pegara. Hasta cuando ya íbamos a llegar a la gasolinera se me ocurrió encender el radio, para escuchar música, pero esta se escucha distorsionada y cortada. Una vez en la gasolinera, le pido a carolina que me espere en la camioneta mientras compro unas cosas en el Oxxo, pero obvio se niega, no quiere quedarse sola con el hombre. El hombre al notar la clara absoluta desconfianza, se sale de la camioneta parándose enfrente de mí, diciendo.

—muchas gracias y disculpe las molestias, más para su esposa.

—en serio disculpé, ella es así, no confía ni en su propia sombra. Me hubiera gustado llevarlo también a la próxima gasolinera, por eso no le dije que se bajara—¿Cómo supuso con seguridad que Carolina es mi esposa y no otro parentesco? Pensé un momento, pero igual seguí con la conversación ignorando eso.

—no, no, no. Ya ha hecho suficiente. Muchas gracias.

—pero… Bueno, que tal si lo invito a comer. Por lo de la llanta.

—no en serio…

—insisto, sin usted hubiéramos desperdiciado mucho tiempo y no llegaríamos a la gran ciudad en el tiempo que teníamos previsto. Adelántese, veré si Carolina viene o se espera en la camioneta. Por cierto, me llamo Gabriel ¿y usted?

—Jack. Si tanto insiste me adelantaré.

Jack nota que no podría convencerme de solo dejarlo aquí e irme. Le pregunto a Carolina, pero obvio dice que no, con lo cual le respondo.

—está bien, quédate con el sol, sin agua, sin comida, hasta que acabemos de comer y lleguemos a la próxima gasolinera.

Doy la media vuelta contando los segundos.

—uno…dos…tres y...

Escucho como la puerta se cierra bruscamente. Cerrando ya las puertas. Carolina se adelanta notándose enojada e indignada. Sabía que yo tenía todo el dinero, no tenía opción que comer con nosotros. Ya en el restaurante una vez que pedimos. Otra vez volvía el silencio incómodo y pesado. Lo único que pienso es que ya quiero ir al baño. Así que me paro y digo sin ver a ninguno.

—bueno, por mientras voy al baño.

Cuando me dirijo al baño, antes de entrar, veo que Jack también se para de la mesa dirigiéndose afuera. No le tome importancia, así que solo acabe y volví a nuestra mesa. En ello noto que Jack aún no volvía, así que le pregunto a Carolina.

— ¿y Jack?

—me dijo que iba a fumar, y eso que se supone no trae nada de dinero.

Aparece Jack atrás de ella y se sienta.

­—disculpen, en serio necesitaba uno. Y bueno, en sí tenía un cigarro desde que salí de mi casa, solo me faltaba pedir un encendedor. Otros hombres que estaban fumando también afuera me prestaron uno.

Al decir eso se me hace raro. Ya que él no huele a cigarro, solo se ve algo desconcertado, pero no me imagine por qué. Ignore también ese hecho por completo. Volviendo otra vez al silencio incómodo. Después de unos minutos nos traían la comida. Comenzamos a comer tranquilos menos Carolina. En ella se nota que solo quería terminar. Me mira como esperando a que también terminara rápido.

— ¿no vas a comer? —me dice Carolina, con tono serio entre molesto.

—estoy comiendo.

—pues hazlo más rápido.

—no me presiones Carolina, aún hay tiempo, tranquila…

Carolina se ve más enfadada que antes, pero solo la ignoro.

Jack por su parte se ve muy pensativo, solo mira su plato. Tal vez ya se siente incómodo por la actitud de Carolina. Una vez que acabamos y pague. Carolina ya está en el auto, ya le urgía irse no sé por qué. Pero bueno, ya solo quería despedirme de Jack.

—gracias por todo. Disculpa por la actitud de Carolina.

—no importa solo… Sabe, ella en verdad es como una “bomba”, ¿me entiende?

—… ¿Eh? Sí. Ella en realidad es muy hermosa y atractiva. Lo malo que su carácter se lo opaca mucho.

Jack solo me sonríe estrechando mi mano. Su comentario me parecía extraño, y fuera de lugar, pero igual solo me alejé de él. Cuando ya salíamos de la gasolinera, por última vez me despedí de Jack. Al ya retomar la carretera, por curiosidad vi por los retrovisores si seguía donde mismo y así es, pero su cara había cambiado a una muy seria, como si fuera otra persona. Concentro mejor mi vista al camino, continuando nuestro viaje.

Ya alcanzándonos la noche, no se nota que llegaríamos pronto a la gran ciudad aun, mis cálculos habían fallado. Carolina se ve desesperada. Creo que ya es el momento perfecto para ejecutar mi plan. Así que me desvío del camino y estaciono la camioneta.

—tengo que hacer, mis necesidades.

— ¿otra vez? ¿En serio? Ve rápido carajo…

De verdad Carolina ya está hasta la madre de mí. Pero bueno, ya en unos minutos sus molestias se acabarían permanentemente. Salgo alejándome un poco para hacer mis necesidades en los arbustos. Cuando termino, miro que ella se pone a ver su celular, saco el interruptor que haría explotar la camioneta, espero que lo suficiente para hacerla elevar y que muera por el impacto. Todo está fríamente calculado. Iba a matar a mi esposa, nada podía salir mal. Así que antes de apretar el interruptor le dedico unas palabras aun si ella no escucha.

—Caro, en serio te amé demasiado. Pero el amor se acabó, tú lo opacaste. Y necesito el dinero. Así que, nos vemos en el infierno querida…

Aprieto el interruptor con fuerza, me agacho y tapo mis oídos. Pasaron los segundos, pero no escucho nada. Me parecía imposible, así que aplane el interruptor varias veces con más fuerza. No pasa nada. La camioneta sigue intacta. No podía creer que algo se me había olvidado tomar en cuenta para que la bomba sí explotara. Me siento frustrado y enfadado conmigo mismo. Tiro el interruptor a lo lejos al ver que en serio no iba a funcionar. Así que paso al plan B y saco mi navaja automática, me dirijo a la camioneta, y abro la puerta del lado de Carolina bruscamente.

— ¡SALTE! ¡YA!

—pero ¿qué?...

— ¡QUÉ TE SALGAS CHINGADA MADRE!…

La tomo del cabello aventándola con fuerza al arbusto donde estaba. Me abalanzo encima de ella sometiéndola, la agarró del cuello para clavarle el cuchillo en uno de sus ojos de forma directa y rápida.

Ella trata de quitar mi brazo de su cuello, pero sabía que había considerable diferencia de fuerza entre los dos, pero sí que trata con todas sus fuerzas. Yo trato de no aflojar mi fuerza si no sí se liberará.

—no quería hacerlo tan directo Caro, pero así se ha dado, así que no te muevas para que mueras de inmedia…

Carolina me da con el taser en las costillas, este lo tenía debajo de mi asiento y no note cuando lo tomo muy rápido. Siento que me falta el aire y caigo a un lado. Veo como Carolina se va alejando, corriendo hacia la carretera. Con mi voluntad de lograr aun así mi cometido, respiro profundamente, mantengo la respiración mientras me levanto, exhalo todo, y corro hacia ella. Creo que puedo tomarla del cabello, pero…

—… … J-Jack…—la escucho como un susurro.

Carolina voltea hacia un lado diciendo extrañada…

—Jack…

—… ¿Jack? Pero él que…

Sentí una presencia atrás de mí, y volteo para atrás. Es Jack con un bate. Sin poder reaccionar me pega directo en la cara, más preciso en mi nariz.

— ¡Maldición hijo de perra! ¡Mi nariz! Te voy a… Pero cómo…

No entiendo nada. Yo… Yo… Trato de levantarme… Pero el dolor es tan indescriptible que no… Yo ya no… Jack me vuelve a pegar directo en la parte de arriba de mi cabeza. Yo en serio no puedo moverme. Mi cabeza… Y-yo… ¿Por qué? ¿Cómo?, estoy tirado en el suelo boca abajo. Puedo ver los pies de Jack, está enfrente de mí. Se agacha viéndome a los ojos, mirándome serio e indiferente.

—sabes, debiste ocultar mejor esta cosa.

No podía creerlo, él tiene en sus manos la bomba que había puesto en la camioneta desde que emprendimos el viaje Carolina y yo. No podía imaginarme como es que supo dónde estaba para podérsela quitar. Y en primera ¿cómo supo quitarla sin hacerla accionar? ¿En qué momento? Ya estaba recordando… Cuando él se salió según a fumar. Debió ser ahí, por eso no olía a cigarro. Es la única forma lógica que se me viene a la mente. ¿Él se dio cuenta de mis intenciones? IMPOSIBLE… Como pudo deducir que yo era el que quería matarla y no ella a mí, o a los dos alguien más… ¿Cómo? Carolina también se acerca a mí. Viéndome triste y disgustada.

—gracias, Jack. No creí que el verte me iba a traer un bien.

—fue bueno mientras duro. No me arrepiento de nada. Y no me arrepentiré de acabar con este tipejo.

— ¿Qué? ¿Tú y él? —estoy más confundido que antes, pero quiero saber.

—sí, nos conocemos. Jack fue mi novio hace mucho tiempo. Pero no funciono y punto. Nos quedamos con un mal sabor de poca uno del otro. Por eso no quería verlo ni estar cercas de él cuándo lo recogiste. Pero por esta vez, me alegra el haberte encontrado para salvarme de esta.

—no hay de qué. También me alegra haberte visto de nuevo Carolina.

No… ¿Cómo pudo pasar así? Yo ya… Tenía todo…

—creí que habías muerto, lo habían publicado en tu faceperfil…

—en Faceperfil pueden publicar muchas cosas, no las creas todas.

—supongo…

Este tipo… No es… ¿Qué es? … Una sombra negra… En medio de los dos… Él no… Tiene pies… No se le ven los pies… ¿Qué es esto Dios santo? Dios perdóname…

—Salúdamela de mi parte…—dice Jack, con una sonrisa de satisfacción.

Jack alza sus brazos con el bate. No iba a darme en la cabeza, iba a romperme el cuello. Él… … …

8 de Diciembre de 2021 a las 18:18 0 Reporte Insertar Seguir historia
0
Fin

Conoce al autor

Taktley Maktlez ¡Hola! Muchas gracias por pasar por mi perfil. Encontrarás historias de varios géneros, ya que a mi igual me gusta un poco de todos los géneros, tanto para leer, ver series, películas, y más. Espero los disfrutes, y no solo una si no varias sean de tu agrado. Obvio aceptó críticas constructivas, para seguir mejorando. Sin más que decir te deseo bonito día, bonita tarde, o bonita noche.

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~