Un libro más Seguir historia

“¡Todo se acabó, este es el fin de nuestro existir!”

Esos pensamientos llenaron el corazón de millones, un año paso sin verlo, sin entenderla, miramos al cielo y vimos muerte, vimos calamidad, lamentos y lamentos por doquier, preocupación, miedo del por venir, cubrimos nuestros ojos, cubrimos nuestra boca para poder subsistir.

Lloraba por la ansiedad que causaste en ellas, mis niñas, mis princesas, veía sus ojitos temerosos, cuando salía, cuando volvía, las sonrisas se apagaron, la obscuridad se apodero del mundo, ya la luz no existía más, todo fue tan rápido, tan repentino, nos volvimos seres lejanos, seres de lo virtual, detrás de las pantallas estaba nuestra nueva forma de ver el mundo, una gran calamidad nos atacó con fuerza.

El fuego se lo llevo todo, nos dejo desamparadas…

—¿Cuál fuego de que hablas mami? ¿Qué estas escribiendo?

Mientras miro tus ojos, me doy cuenta que ha sanado tu corazón, a un inocente cómo tú… todavía me sorprende lo rápido que olvida un inocente, muestras que el ser adulto vive angustiado por muchos años, tu no viste los años pasar, fue duro para ti en su momento, pero tu fortaleza me sorprende cada día, no veía tu sonrisa tan intensa desde hace 2 años, pero hoy te veo nuevamente con esa energía, con esa valentía, ese vigor tuyo que te identifica tanto.

Mientras caminó en la calle puedo ver la paz, puedo ver que estamos vivos, que hemos llegado hasta este punto, hasta este momento, una año más, que dichosas somos en verdad, habíamos olvidado lo importante que es vivir, salir, salir era su deseó, salir al parque, a la calle, a la playa, a las plazas, no hay que temer, eso me dijo en su mirada, no hay que temer porque lo que esta destinado sucederá en cualquier momento, en cualquier tiempo, dónde quiera que estés ahí tu destino te encontrará.

Anhelé tanto escuchar su voz, su voz alegre, su voz reconfortante. Una canción hice en mi corazón para él, con lágrimas para que pudiera escucharme.

“Tan solo quiero, tan solo quiero, tan solo quiero escuchar tu voz.

Déjame escuchar tu voz, tu dulce voz, tu voz amorosa y paciente, tan solo quiero escuchar tu voz.

Y reconocer que tu eres mi amado, que tú eres mí gran amigo, que tu eres mi libertador.

Tan sólo quiero, tan solo quiero escuchar tú voz, tu voz de amor.

Tan solo déjame escuchar tu voz”

Y en mi corazón se que escuchabas, y me has consolado, porque por fin he reconocido tu voz, todavía batalló un poco, todavía batalló conmigo por ti, pero se que estaré bien, que todo estará bien.

Por eso estoy dichosa, por eso estoy radiante, porque este año finaliza, mi corazón esta brincando de alegría, mi corazón se deleita en este día, las flores son brillantes desde el amanecer, el Sol ilumina nuestro sendero, la casa está llena de alegría, de diversión, miro la alegría en nuestro corazón.

Ya hemos puesto todo, preparamos todo, la mesa esta puesta para recibirte, los niños disfrutan el festejo, las festividades de fin de año, la luces se han encendido, esas sonrisas en sus pequeños rostros llenan de paz nuestros corazones.

El amor esta en cada rincón, los animales saltan y se alegran, claro menos los que son para la cena. Que dicha la mía de poder contemplarte, 2 años de no disfrutar, 2 años y hoy llegó nuestra libertad, el futuro es inserto pero no lo podemos controlar, el futuro es para el futuro, y hoy es para vivir.

Llego la familia, llegaron para festejar que todo ha terminado, que todo se quedo atrás, un libró más, una historia mas que contar, hemos llegado a este punto a este instante y nada nos podrá detener.

Seamos fuertes, seamos valientes, porque esta guerra ya pronto terminará.