gorka-garcia-soto1637848061 Gorka Garcia Soto

Un profeta predica la palabra de su señor en una nueva ciudad, es rechazado y de pronto comienzan a suceder terribles situaciones.


Cuento Todo público. © es mia

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EL PROFETA QUE DESOLÓ LA CIUDAD DE IBON

Hubo incontables historias sobre lo que sucedió en la ciudad deIbon, numerosos escritores han dado su versión al respecto, también, los poetas del círculo del ocaso expresaron su opinión mediante versos y sonetos e inclusive los mismos monjes que adoran al dios Adarnek tienen su propia versión de la historia. Hemos de admitir que en cada una de las versiones expuestas hay varios conceptos en común quesolo se diferencian por minúsculos matices, pequeños detalles que pueden cambiar por completo el significado de la historia, como pasar de lo sano a lo insano o de lo agradable a lo terrorífico. Escuché una vez en una taberna la versión más sobrecogedora de lo sucedido por boca de un superviviente de la misma ciudad, este, era un hombre de escasos recursos, desilachado, quizás enfermo, con toques de desesperación, conposible locura mal curada y sumergido en esa energía extraña que rodea a un hombre que ha vivido una situación que jamásdebería haber vivido. Él me decía que todo empezó con la llegada de un profeta a la ciudad de Ibon, que predicaba la palabra de su señor Adarnek, dios que representaba la destrucción y el dolor. El profeta vestía ropas mugrosas, destrozadas aparentemente por el paso del tiempo, tenía un aspecto muy similar a nuestro Jesús, pero su aspecto lucía diabólico. Toda la ciudad escuchaba lo que tenía que contar este enviado de dios, aunque, no creían en las palabras que expresaba, con el tiempo se convirtió en un loco, hasta que llegó el día en el que el rey le llamaba. Nuestro rey jamás creyó en una sola de las palabras que el profeta expresaba y por blasfemar en el nombre de nuestro dios, Shul-Agal, padre de todos los dioses, lo mandó ejecutar de la manera más deshonrosa que conocía la ciudad. Primero le hicieron numerosos cortes por todo el cuerpo, después le arrastraron con caballos por las afueras de la ciudad, haciendo que su piel se levantara por la tierra, de seguido le apalearon hasta amoratarle y por último le clavaron de pies y manos en un mástil dejándole expuesto a la vista de todos durante varios días haciendo, que el cuerpo fuera el alimento de algunas aves necrófagas que le picoteaban. Pero toda esta tortura no transcurrió en silencio, el profeta, antes de su último aliento vitaldijo lo siguiente: ``Pueblo de Ibon, os será multiplicado por mil la muerte que hoy me estáis brindando a mi´´ El pueblo se mofó ante las maldiciones que vociferaba el profeta, lo tomaron como si fuera la pataleta de un lunático, contaban que solo decía necedades, sandeces… sin saber lo que iba a suceder desde ese momento en adelante. Esa misma noche, en la que murió el profeta, cayó una gran nevada que sepultólos campos de cultivo a las afueras de la ciudad durante días sin que dejara que penetre la luz del sol y ello destrozó las cosechas cuando estas estaban en temporada de siembra. El rey no daba crédito ante semejantes noticias, se enfureció en demasía, aunque no lo quiso relacionar con la muerte del profeta, en su interior temía algún tipo de maldición o una clase de ira de dios. Pocos días transcurrieron cuando el mensajero real hizo llegar a los oídos del mismísimo rey que las aguas potables de la ciudad se habían transformado en un extraño líquido purpúreo, venenoso y que cientos de ciudadanos habían muerto a causa del brebaje. El rey, aunque estuviera impresionado, siguió ignorando las señales, haciendo caso omiso a las nuevas advertencias. Pero la cosa empeoró considerablemente cuando todos los animales de la ciudad aparecieron de la noche a la mañana misteriosamente decapitados con el corte más limpio y recto que hayan podido ver jamás, cosa que no hizo ninguna herramienta suya. El rey ya despertó de su inexorable negación y admitió por fin, de que se trataba de la ira de Adarnek y asustado por si volviera a suceder una nueva plaga, ya que temió de que fuera a más, decidió erigir templos en el nombre de aquél dios, también erigió estatuas echas de ónice y maravillas arquitectónicas que parecían imposibles de construir por las manos humanas. Pero el pueblo, se negó con rotundidad a rendirle culto a un dios despiadado y deleznable, no querían ni un mísero contacto con una deidad que actuaba así,decían que mantendránsus antiguas creencias. El rey pensó y pensó,tomó medidas ante la opinión del pueblo. Decidió sentenciar a la muerte mas horrenda a todas las personas que se negaran a creer en Adarnek. Entonces, corrió la sangre por las calles de Ibon, inundando el aire con gritos y con miedo, algunos intentaron escapar de la ciudad pero muy pocos lo consiguieron, además dicen que, las personas que lograron escapar acabaron enloqueciendo con el tiempo por extrañas visiones que venían a sus mentes, o eso es lo que relatan algunas leyendas urbanas. Pero, esta aniquilación de infieles no fue suficiente. Cuando el rey despertó una mañana, creyendo que todo había llegado a su fin corrió las cortinas de sus aposentos y pudo ver a todos sus súbditos muertos por las calles sin ningún tipo de explicación, este entró en un pánico creciente y decidió salir a los salones de su palacio, donde allí vio a toda la familia real, a todos los guardianes, cocineros y consejeros tendidos en el suelo. Comenzó a hiperventilar por el macabro escenario que estaba presenciando. De pronto, en un atisbo de lucidez salió corriendo en dirección al templo de Adarnek que erigió antaño, observando que las calles habían sido regadas por la muerte. Cuando el rey abrió las puertas del templo vio a un hombre arrodillado sobre una pila de cadáveres mientras rezaba al ídolo de Adarnek. El rey corrió para hablar con él, pero, para su sorpresa el rostro que vio era el del profeta que había regresado de entre los muertos ``Pueblo de Ibon, os será multiplicado por mil la muerte que hoy me estáis brindando a mi´´ Repitió aquellas palabras delante de su majestad. De seguido el enviado de dios se puso en pie, se arrancó la piel del rostro con sus propias manos y descubrió bajo su piel el rostro de un reptil escamoso, era la cara del mismo dios Adarnek. El rey calló infartado al suelo por el terror infundado por la criatura perdiendo la vida. Días después, un batallón hizo presencia en la ciudad de Ibon viendo el macabro espectáculo sin dar crédito de lo ocurrido. Dieron sepultura al pueblo que yacía en las calles y decidieron a posteriori abandonar la ciudad e informar de lo que había sucedido allí. Pronto se corrió la voz y empezaron a gestarse todas las leyendas que el viento silba de lo sucedido, entre aquellas leyendas urbanas, decían que el profeta había llegado a nuestra ciudad, otros expresaban que el profeta deambula por las calles de Ibon sin un rumbo fijo, pero yo os afirmo que el profeta está escondido entre los hombres y pronto volverá a predicar su palabra sentenciando a muerte otra ciudad con sus plagas.

25 de Noviembre de 2021 a las 13:55 0 Reporte Insertar Seguir historia
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