juanfranconde J.F.C. Queen

Ella, como casi todas las personas, suelen cambiar de ropa de verano, y necesita reponer su vestuario. Sabe en donde debe de ir a comprar, pero le llama la atención una tienda, en donde decidirá si adquirir uno o varios bañadores. La cuestión es si saldrá de la tienda como entro en ella. Mejor, leer lo que le ocurre a la protagonista y que puede suceder en real a cualquier persona. ®Todos los derechos reservados. ©SAFE CREATIVE 1412202812999


Erótico Sólo para mayores de 21 (adultos). © Juan F. Conde. Todos los derechos reservados.

#Bañador #Caliente #Probador #Deseo Carnal #Erotismo #Pasión
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Hoy ya tengo que comprarlo.

Odio con todas mis ganas tener que ir todos los años a ver que modelito de bañador me compro, para no utilizar el roñoso del año anterior.

Si, a ver, no os pasa que después de un verano de usar, reusar y volver a usar, cuando pasa el otoño e invierno, al llegar la primavera nos inundan con anuncios de bikinis, bañadores y modelitos nuevos de esa prenda de verano, y claro, nadie se salva de esos kilitos que se han adosado a nuestro cuerpo mientras hemos estado en otoño e invierno comiendo saludablemente. Vamos, no me creo que nadie no piense en ese maldito, aunque visto de otro modo, es una manera de cambiar algo nuestro ropero.

Bueno, pues después de dejar pasar varias semanas cuando iba a por el bañador, porque este cuerpo ya no puede usar un bikini sin que quede horrendamente mal a la vista, y la verdad, un cuerpo hay que lucirlo, sea como sea, hay que poner malos o casi enfermos a ciertos espécimenes de la raza humana, jejeje, pero vamos, que ya toca ir y voy a ir, no muy convencida, la verdad, pero ¿y si por un casual encuentro un chollo o una oferta que no pueda evitar comprarla?

Así que, mentalmente me auto convenzo de que hoy si lo voy a encontrar. Aunque no lo creáis, la mente juega un papel muy importante en estas labores. Ya que no es lo mismo ir a comprar algo de ropa con una mentalidad de que no voy a encontrar nada y es una perdida de tiempo inútil, a ir con el pensamiento de que todo lo que vea me sirve, todo y digo todo, porque quienes están equivocados son las marcas de ropa, que no ven el negocio claramente.

Si hicieran tallas para todos los cuerpos, venderían más que para las tallas de las anorexicas, pobrecitas, la verdad, dan pena que por una moda de ropa se destrocen sus cuerpos y vidas, pero eso a las empresas de moda les da realmente igual, pero no saben los millones que pierden si hicieran las cosas bien.

Así que, me pongo la ropa más fresquita que tengo, me pongo guapa no, lo siguiente, “tremendamente requete buena, porque yo soy así” marca registrada por la que suscribe este pensamiento. Me pongo mis gafas de sol, que estos ojazos no pueden dañarse por los rayos del sol, y aleee, moviendo este cuerpo serrano en busca del bañador que hará que esta sirena destaque entre todas las envidiosas de la playa, de la piscina y del jacuzzi de la comunidad, jejeje, envidiosas son las puñeteras.

Tras una hora yendo de una tienda a otra, en este centro comercial y estando fresquita que es una gra ventaja, jejeje, he descubierto 8 modelos de bañador que van a hacer que este maravilloso cuerpo cree reacciones de empitonamiento en ciertas partes de los cuerpos de los hombres y alguna de mujer, así que, me voy a tomar un té fresquito que me lo he ganado y así decido cual de ellos será el ganador de hoy, con un segundo o tercero finalista, que están muy baratos y la verdad, no todos los días te llevas por menos de 50 tres prendas para incluso poder estrenar y cambiarme sin tener que esperar a que se sequen tras lavarse, así que voy a darme un homenaje.

Ahhh, en una de las tienda, el vendedor era muy majo y no era el típico que trabaja en la fabrica de aceite, así que tendré que pasarme para que me aconseje y quien sabe, hasta puede que le guiñe un ojo, que la verdad, está para untar chocolate por todo su torso y por la espalda miel y lamerle hasta que le saque brillo, jijiji, por favor como estoy, ains.

Creo que voy a descartar las otras tiendas, en donde estaban esos modelitos, porque la verdad, tengo ganas de que un hombre, si, un hombre, majo y simpático me alegre más mi día, así que lo tengo decidido, voy a ir directamente a su tienda, que también se merece que le haga una buena compra, así que, me pongo toda sonriente y para allá que voy, alee, una mujer va camino de la felicidad traducida en unos cuantos bañadores, y a quien no le guste, que no miré, que yo soy feliz.

Entro, y lo veo. Joder, está hasta bueno sin llegar a estar cañón. Le miro de reojo mientras selecciono los tres bañadores que me voy a probar en el probador, y la verdad, por favor que este soltero o divorciado pero que no tenga pareja, que eso me hará tener pensamientos lujuriosos mientras me pruebo las prendas, jejejeje, mala soy pero realista. ¿A quien no le amarga un hombre así alguna vez en su vida? A mí no, después del año que llevo de desafortunados encuentros con supuestos hombres que son totalmente egoísta y solo miran por su placer. Si este hombre o dependiente, encima fuera todo lo contrario a lo que he tenido, ya sería la mujer más feliz del mundo, pero claro, seamos realista, no sé nada de él, solo que esta bueno para hacerle un traje de saliva, jijijiji.

Ains, que se me acerca, voy a hacerme la despistada y así olerle un poco, que tengo ganas de saber a que huele su cuerpo.

— Hola, ¿qué tal? ¿Encuentras algo que te guste?— le dice amablemente y con una sonrisa el dependiente a ella, mientras ella sin apenas hacerle caso, sigue mirando los modelos de bañadores.

— Ups, perdona, estaba pensando en varias cosas. Díme,— le responde ella con un tono sonriente pero despistado.

— Hola de nuevo, que si has visto algo que te interese— mientras ella recibía esas palabras en su mente solo pensaba en que lo interesante no son las prendas sino él, pero tampoco hay que dar tantas pistas, pensó ella.

— Bueno, si, estoy mirando y he visto algunos, pero vamos, voy a seguir mirando, que tengo algunas dudas aún.

— Vale, te dejo que sigas mirando, pero si tienes alguna pregunta o duda, estaré en el mostrador, colocando prendas, y estoy a tu entera disposición.

¿Entera disposición?

¿Colocando prendas?

¿Y si te tiro encima del mostrador y te muerdo y devoro por todas partes?

O mejor, ¿por qué no pones en la puerta de la tienda, el cartel de cerrado y me haces lo que sabes hacerle a las mujeres, el mejor acercamiento entre dos personas que se desean y que no pueden esperar más?

— Si, no te preocupes, que yo sigo mirando y si veo algo, ya te lo digo, gracias guapo— le indico ella tras esas preguntas que solo podían estar preguntándose en su mente caliente como un volcán. Pero se lo dijo con una sonrisa y mirándolo a los ojos, como a ella le gustaba hacer cuando veia a una posible presa de sus encantos.

Tras comprobar que el aroma que desprendía le hacia que sus pupilas nasales se abrieran tanto, solo pudo pensar en una cosa. ¿Como sería estar atrapada por esos brazos y sentirlo pegado a su piel? Así que, ella, con cinco prendas, se acerco al mostrador y con cara de no saber por cual de ellos elegir, los puso separados, uno tras otro y le pregunto:

— Perdona que te moleste— aunque realmente quería molestarlo el resto de su vida,— necesito que me aconsejes entre estas prendas, ya que antes de probármelas en el probador, quisiera que me aconsejaras,— realmente ella ya había elegido tres de ellos, y se los iba a llevar si o si, pero quería saber la opinión de él, ya que necesitaba que la dejara extasiada con su opinión.

— Pues la verdad, entre estas prendas y viendo que son para ti, lógicamente, por la cara que pones, yo elegiría estas dos, por una buena razón, ocultan lo que no quieres que se vea y realza lo que si quieres que se vea, y dentro del agua son casi como una segunda piel para ti.

Vaya, casualidad, esas dos prendas ya ella las había elegido, por tanto, agarrándolas se las puso en su brazo y agarro un tercer bañador, para meterse en el probador, pero le hizo una pregunta que necesitaba que él le contestara afirmativamente:

— ¿Puedo probarme estas prendas y que tú me digas si me quedan bien una vez puestas?

— Claro mujer, entra en este probador que tiene focos en todos lados, si notas que te molesta alguno, lo podemos apagar, pero este probador es el más iluminado para estas prendas. Y si quieres que te diga cual te queda como una segunda piel, me avisas y yo entro en el probador para decirte como te queda.

Ufff, un hombre.

Entrando en el probador.

Para decirme como me queda el bañador.

Y no hacer nada con él.

Esto se presenta muy interesante.

Me voy para el probador y me pongo el primero que necesito que entre para que me devoré con la mirada y quien sabe con que más.

4 de Junio de 2017 a las 19:37 1 Reporte Insertar Seguir historia
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Leer el siguiente capítulo Capitulo 1, él : Tengo una nueva clienta.

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Tania A. S. Ferro Tania A. S. Ferro
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